El 'fracaso' de Xavi en el Barcelona: acabó más lejos del Real Madrid que en la etapa de Koeman

Todo cambió el 5 de noviembre del pasado año. El Barcelona, que vivía una dura travesía por el desierto tras la marcha de Leo Messi, no conseguía enderezar el rumbo de la temporada y, después de perder el Clásico en el Camp Nou por 1 a 2, la entidad azulgrana entendió que era el momento de hacer un cambio en el banquillo. La salida de Ronald Koeman se confirma y volvía a casa el hijo pródigo, Xavi Hernández, alguien que como jugador marcó una época. ¿Lograría lo mismo como técnico?

El Barça se enfrentaba a varios problemas: deportivamente, no rendía como se esperaba y, económicamente, atravesaba una dura época. Por ello, la llegada de Xavi se convirtió en un revulsivo para la aficón. Volvía el ídolo para tratar de enderezar el rumbo del equipo, lo que fue recibido casi como un título... pero sus primeros meses en el banquillo azulgrana no han sido demasiado positivos. Sin títulos y mucho más lejos del liderato que cuando cogió el equipo, pero con el objetivo cumplido.

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Ulises Sánchez-Flor

Una vez acabada la temporada para los culés, es el momento de hacer balance, analizar cómo ha ido el curso y valorar dónde hay que mejorar. En primer lugar, hay que destacar la parte positiva: siguiendo la idea de Koeman, Xavi ha seguido dando bola a los más jóvenes, convirtiendo a muchos de ellos en jugadores indiscutibles dentro del esquema. Además, ha logrado la gran misión que tenía sobre la mesa cuando llegó, que era clasificar al equipo para la siguiente edición de la Champions.

Pero, a partir de ahí, no es menos cierto que Xavi no ha logrado sacar el rendimiento esperado a la plantilla, especialmente teniendo en cuenta que ha contado con cuatro refuerzos -tres de ellos titulares indiscutibles- en invierno. Pero el dato que evidencia que no ha sido brillante es claro: cuando llegó al Barça, el equipo estaba 9 puntos por detrás del Madrid y con un partido menos; con el curso acabado -y los blancos dejándose llevar en los últimos cuatro partidos-, ha acabado a 13 puntos.

Y, todo ello, teniendo en cuenta que jugadores como Pierre-Emerick Aubameyang, Dani Alves, Ferran Torres y Adama Traoré llegaron al equipo para revitalizarlo y dar un impulso diferente. En favor de Xavi, se debe de decir que ha dotado al equipo de un estilo más reconocible, una idea de juego más clara y ciertos conceptos deportivos que no se habían visto en los últimos meses, pero, lo cierto, es que no le han servido de mucho para conseguir que el Barça remonte el vuelo.

Eso, a pesar de que el delantero gabonés ha brillado en solo media temporada: con 13 goles en 23 partidos, ha sido la gran referencia goleadora del equipo. Y, además, ha conseguido recuperar a jugadores como Pedri, Dembélé o Ansu Fati, que en la primera parte de la temporada no tuvieron protagonismo. Pero los datos hablan solos: además de acabar la Liga a más puntos del líder que cuando llegó, ha sufrido varios reveses importantes en los diferentes torneos.

Xavi ya era el entrenador del Barça cuando el equipo fue eliminado de la Champions en la fase de grupos; cayó en la Supercopa de Europa a manos del Madrid; en la Copa del Rey con el Athletic; y en la Europa League frente al Eintrach. Cuatro muescas que ya suma el técnico en su corto historial como azulgrana. Ahora, llega el momento de afrontar el verano y pensar en nuevos refuerzos -si el límite salarial lo permite- con el objetivo de reverdecer viejos laureles.