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Lunin mantiene con vida al Real Madrid en Cádiz y el descenso se pone al rojo vivo (1-1)
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Lunin mantiene con vida al Real Madrid en Cádiz y el descenso se pone al rojo vivo (1-1)

El guardameta ucraniano paró un penalti de Negredo y fue el mejor jugador de los hombres de Carlo Ancelotti. Rodrygo marcó un golazo y Militao estuvo desconcentrado como nunca

Foto: El ucraniano salvó a los suyos. (EFE/Román Ríos)
El ucraniano salvó a los suyos. (EFE/Román Ríos)

El Real Madrid piensa en la Champions League y LaLiga le sobra. Esa es la principal lectura que se puede extraer de una tarde gris de los hombres de Carlo Ancelotti en el Nuevo Mirandilla ante un Cádiz peleón pero sin pólvora. Los gaditanos, inmersos en la lucha por la salvación, tuvieron más y mejores ocasiones que los blancos, pero no pudieron acertar frente a un descomunal Andriy Lunin, quien ha demostrado estar preparado para ser un portero de futuro en Primera División.

El único problema del ucraniano es tener por delante al mejor portero del mundo, Thibaut Courtois. Clave al detener el penalti de Álvaro Negredo, el guardameta blanco sostuvo con vida al Real Madrid en los peores momentos e hizo bueno el gol de Rodrygo Goes para sacar un punto tras el tanto de Rubén Sobrino. El Cádiz no sale del descenso a pesar del empate en casa, porque el Alavés no pudo ganar al colista y ya descendido Levante y el Mallorca venció al Rayo Vallecano.

placeholder Los blancos celebran el primer gol. (EFE/Román Ríos)
Los blancos celebran el primer gol. (EFE/Román Ríos)

En una primera parte con novedades, con Mariano Díaz en la punta de ataque, Rodrygo Goes en la izquierda y Marco Asensio en la derecha, los principales cambios estaban en defensa. Lucas Vázquez de lateral izquierdo, Vallejo de lateral derecho y Nacho Fernánez junto a Éder Militao en el eje de la zaga. El brasileño, absolutamente desconcentrado y destensado, firmaría uno de sus peores partidos del curso. La plantilla ya piensa en la finalísima de la Champions League contra el Liverpool y cuesta ocultarlo.

El Cádiz salió con más ganas porque se jugaba la vida. Un zapatazo de Akapo lo confirmaba, aunque sería la jugada maradoniana de Rodrygo, cogiendo la pelota casi desde el centro del campo, aglutinando rivales y facilitando el camino del gol a Mariano Díaz, quien abriría la lata. El Madrid se adelantaba a domicilio, pero el Cádiz no bajaría los brazos. Un cabezazo de Fali, otro disparo de Oussama Idrissi y una acción salvadora de Nacho Fernández frente a Negredo. Los gaditanos apretaban sin encontrarse con el premio del gol... hasta que Rubén Sobrino recogió un rechazo desastroso de Militao para dibujar un zurriagazo que dejó noqueado a Lunin porque fue a la escuadra.

placeholder Un disparo imparable. (Reuters/Jon Nazca)
Un disparo imparable. (Reuters/Jon Nazca)

El Cádiz empató y fue a por el segundo contra un Madrid perezoso. Tras el descanso, más de lo mismo. Los pupilos de Sergio González cargaron el área y Lunin mantuvo con vida a los suyos. En un nuevo error infantil de Militao, donde midió mal y corrigió peor, la pelota de Lucas Pérez llegó a Negredo, que no pudo sortear la salida del guardameta ucraniano. Lunin derribó al tiburón de Vallecas y luego paró su penalti con maestría para ser el mejor jugador blanco en el Nuevo Mirandilla. Mariano tendría una oportunidad clara antes de salir sustituido y Ancelotti hizo un triple cambio: fuera Valverde, Rodrygo y Vallejo y dentro Carvajal, Hazard y Ceballos.

Los blancos reaccionarían y tendrían las mejores ocasiones en el tramo final del encuentro frente a un Cádiz que especuló en los minutos finales. Un jugadón de Eden Hazard y otro cabezazo de Éder Militao acariciaron el 1-2, pero Ledesma salvó a los suyos como antes había hecho Lunin y dio por bueno el punto local. Al final, los locales pidieron penalti en una jugada embarullada en el interior del área, pero Mateu Lahoz no vio nada punible. El Cádiz perdonó y se tendrá que jugar el descenso en una jornada final agónica.

El Real Madrid piensa en la Champions League y LaLiga le sobra. Esa es la principal lectura que se puede extraer de una tarde gris de los hombres de Carlo Ancelotti en el Nuevo Mirandilla ante un Cádiz peleón pero sin pólvora. Los gaditanos, inmersos en la lucha por la salvación, tuvieron más y mejores ocasiones que los blancos, pero no pudieron acertar frente a un descomunal Andriy Lunin, quien ha demostrado estar preparado para ser un portero de futuro en Primera División.

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