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El Barça firma una victoria engañosa frente a un fallón Celta en el Camp Nou (3-1)
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El Barça firma una victoria engañosa frente a un fallón Celta en el Camp Nou (3-1)

El equipo azulgrana atraviesa un bajón de juego solo maquillado por su pegada. Aubameyang hizo un doblete y Dembélé realizó uno de sus mejores partidos este curso

Foto: Aubameyang y Depay celebran el primer gol. (EFE/Enric Fontcuberta)
Aubameyang y Depay celebran el primer gol. (EFE/Enric Fontcuberta)

Desde que llegó al Barça, Xavi Hernández no se ha cansado repetir que "aquí no vale con ganar, en el Camp Nou hay que jugar bien" como un mantra. Sin embargo, últimamente el Barça atraviesa un bajón de juego notorio que solo se ha visto maquillado por la pegada del equipo y el encuentro contra el Celta de Vigo no fue una excepción. El gol de Memphis Depay tras un jugadón de Ousmane Dembélé y el doblete de Pierre-Emerick Aubameyang salvaron un partido caótico, plomizo y desorganizado de un FC Barcelona que pide a gritos que se termine la temporada. Sin Sergio Busquets en el eje del centro del campo y con un esquema nuevo, con Depay como interior por momentos y Jordi Alba desbocado, el equipo de Xavi fue irreconocible durante muchos momentos del partido y logró una goleada artificial frente a un Celta superior incluso con diez jugadores que obtuvo un botín menor del que mereció.

La primera parte empezó con un simple aviso. Una mala salida de pelota de Marc André ter Stegen estuvo a punto de costarle un susto a su equipo, pero la jugada no fue a más. Al Celta de Vigo, con Iago Aspas en la punta de ataque junto a Thiago Galhardo le faltaba gasolina y determinación para castigar al Barça tanto como debería. Los de Xavi Hernández sufrían cada vez que perdían la pelota, replegaban tarde y mal y el Celta dominaba el partido a su antojo. De hecho, la primera gran oportunidad del partido la tendría el mismo Iago Aspas, cuando Ronald Araújo buscó a ter Stegen y su envío se quedó corto... pero el gallego se durmió en los laureles y el uruguayo rectificó en el último momento.

placeholder El gabonés está de dulce. (Reuters/Albert Gea)
El gabonés está de dulce. (Reuters/Albert Gea)

No brillaba tampoco el Barça arriba. A la posesión le falta ritmo y sentido. Con Ferran Torres desaparecido entre los defensores visitantes, Depay descolocado, Jordi Alba correteando por todos lados y Aubameyang como un islote, solo Ousmane Dembélé agitaba la coctelera en el Camp Nou. El Celta se asomaba con peligro a la portería del guardameta alemán, pero siempre le sobraba un pase o se precipitaba demasiado. El Barça no había disparado entre los tres palos ni una sola vez en los primeros 20 minutos de encuentro... hasta que Dembélé hizo una jugada de las que no acostumbra (velocidad combinada con puntualidad y acierto) para asistir a Depay y el neerlandés, con un disparo blando y centrado, batió a Dituro.

El Barça se adelantaba en un mal partido, pero no cambió la dinámica. El Celta tuvo una triple ocasión. Primero con Eric García taponando el disparo de Aspas. Luego, con otra jugada desde la frontal de Galhardo a la que ter Stegen contestó con una gran mano y, un minuto después, con un cabezazo que blocó ter Stegen. El segundo zarpazo lo daría Aubameyang al aprovechar un mal remate de Araújo tras el centro raso de Memphis. El Barça se iba al descanso en una engañosa primera parte mostrando su gran pegada y... su mal juego.

Ferran Torres no carbura

Al descanso, Xavi Hernández señaló a Ferran Torres, de más a menos desde que llegó al Barça y dio entrada a Riqui Puig. En el Celta, Kevin Vázquez se quedó en vestuarios y entró el exazulgrana Jeison Murillo. El Celta salió con ganas y brío, pero a la primera de cambio, Dembélé asistió a Aubameyang con un pase medido y el gabonés volvió a demostrar que es uno de los delanteros más voraces de LaLiga con su doblete. El Celta contestaría rápido gracias al regalo del Barça, cuando ter Stegen dio un pase corto defectuoso para Araújo que recogió Cervi, cedió para Aspas y el de Moaña definió al palo corto.

placeholder Iago Aspas marcó uno y falló tres. (EFE/Alejandro García)
Iago Aspas marcó uno y falló tres. (EFE/Alejandro García)

Cuando el Celta empezaba a levantarse del mazazo emocional de encajar un tanto nada más salir del descanso, Riqui Puig detectó a Depay al espacio, este recortó al recién incorporado Murillo y el central colombiano vio la roja al ser el último hombre. Depay rozó el cuarto antes de que Araujo sufriese una conmoción cerebral tras un golpe fortuito con Gavi. El uruguayo salió por Lenglet y Memphis Depay por Ansu Fati. El Celta, lejos de bajar los brazos, fue a por el empate a pesar de la inferioridad numérica. Aspas tendría otra oportunidad clarísima... que rifó frente a ter Stegen.

En los minutos finales, el VAR anuló un gol por fuera de juego de Riqui Puig. Los azulgranas, ya sí, fueron capaces de calmar a un Celta de Vigo al que le salió todo cruz en un día donde gozó de las oportunidades, el juego y las sensaciones ideales para vencer en el Camp Nou; como ya hizo la temporada pasada en el último partido de Leo Messi como azulgrana en casa. La tuvo Luuk de Jong y la tuvo Ansu Fati sin convertir ninguna de las dos. El Barça afianza su segunda posición en esta Liga (72 puntos) y abre brecha con Sevilla (65 puntos) y Atlético de Madrid (64 puntos), a falta de disputar ambos su partido de esta jornada.

Desde que llegó al Barça, Xavi Hernández no se ha cansado repetir que "aquí no vale con ganar, en el Camp Nou hay que jugar bien" como un mantra. Sin embargo, últimamente el Barça atraviesa un bajón de juego notorio que solo se ha visto maquillado por la pegada del equipo y el encuentro contra el Celta de Vigo no fue una excepción. El gol de Memphis Depay tras un jugadón de Ousmane Dembélé y el doblete de Pierre-Emerick Aubameyang salvaron un partido caótico, plomizo y desorganizado de un FC Barcelona que pide a gritos que se termine la temporada. Sin Sergio Busquets en el eje del centro del campo y con un esquema nuevo, con Depay como interior por momentos y Jordi Alba desbocado, el equipo de Xavi fue irreconocible durante muchos momentos del partido y logró una goleada artificial frente a un Celta superior incluso con diez jugadores que obtuvo un botín menor del que mereció.

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