Pedri marca la diferencia y el Barça recupera la segunda plaza ante el Sevilla (1-0)

La sociedad demanda reencuentros (‘Friends’, ‘Harry Potter’…) y sólo faltó que Del Nido estuviera en el palco para que el partido pareciera un viaje en el tiempo. En el palco estuvo Laporta. Y Alves en el césped. Nada más que decir. Para que luego digan que no se hacen negocios en esos lugares del estadio. Esa fama, sin embargo, se la lleva el Bernabéu. El Madrid esperaba ser el agraciado de la jornada gracias a un empate, pero un gol de Pedri le dio la victoria al Barcelona (1-0) en el Camp Nou.

El encuentro comenzó con problemas para el Barça, que vio como Busquets sufrió un duro golpe al impactar con Piqué y estuvo cerca de ser sustituido. Gavi calentó y se quedó cerca de salir al campo. Se le vio con ganas al chaval. Su buena relación con algunos compañeros (Pedri o Ferran) hace que se sientan como en el equipo del pueblo. Algo parecido, salvando las distancias, contó Kiko Narváez de su época en el Cádiz.

Cruyff dijo: "Nosotros defendemos con la pelota. Si yo tengo el balón, no lo tiene el rival". Una filosofía que pone en práctica Xavi. Dicen que las tradiciones van de abuelos a padres y de ellos a los hijos. Entre Johan, Pep y Hernández no hay ninguna relación de parentesco (si se entiende como tal lo recogido en el Código Civil), pero sí una transmisión de ideas que gusta en la Ciudad Condal. Y que es la esencia del barcelonismo.

El gran momento de Dembélé

El Sevilla, fiel al estilo de Lopetegui, esperó rezagado en su área a que surgiera alguna contra. Es increíble el bajón que han sufrido desde que fueron eliminados por el Betis en la Copa del Rey. Ya les han igualado en la segunda posición tanto Barcelona como Atlético de Madrid. Además, la eliminación en la Europa League les ha dejado sin una de sus grandes ilusiones: ser anfitriones en la final.

Los dirigentes toman decisiones con el objetivo de lograr éxitos deportivos. Si Laporta apostó por retirar a Dembélé de las convocatorias (tras su negativa a renovar), se equivocó. Xavi, hombre de fútbol, tuvo claro que el francés tenía sitio en su equipo. Hoy, de nuevo, fue titular y completó un aseado encuentro. Parece que hay dos patas claras en la delantera del Barcelona, Ferran y Aubameyang. La tercera, se la reparten Adama y Ousmane.

Pedri es un futbolista diferencial. A Koeman se le achacarán muchas cosas de su etapa en Barcelona, pero la consolidación del canario llegó con el neerlandés. Suyo fue el tanto que desniveló el encuentro. Un derechazo que se fue lejos de las manos de Bono. Este gol trasciende lo meramente la palabra importante; supone que los culés dependan recuperen la segunda plaza.

El banquilo del Sevilla, protagonista

Los sevillistas intensificaron la presión para buscar el empate a la desesperada en los últimos diez minutos, pero no hubo éxito. Como habitualmente en las últimas visitas al Camp Nou, el cuerpo técnico de Lopetegui tuvo problemas. Pablo Sanz, ayudante del exseleccionador, fue expulsado por unas aireadas protestas al colegiado. Sánchez Martínez ni lo dudó: fuera del banquillo.

Es increíble cómo ciertas personas modifican los estados de ánimo. Aunque no hay que lanzar campanas al vuelo, conviene recordar en qué situación estaba el Barcelona cuando llegó Xavi. Su simple aterrizaje ya despertó ilusión en la afición. Imagínense ahora, tras la goleada en el Bernabéu y el buen momento de forma que atraviesa el equipo. No hay que caer en comparaciones, pero en Barcelona siempre triunfan los entrenadores sin experiencia que conocen las casa. Quizá sepa más el diablo por viejo. Que por diablo.