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Courtois, Benzema y tres penaltis sostienen a un pobre Real Madrid en Vigo (1-2)
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Tres puntos y gracias

Courtois, Benzema y tres penaltis sostienen a un pobre Real Madrid en Vigo (1-2)

El conjunto blanco firmó un partido plomizo, ramplón y flojo ante el Celta de Vigo. Karim Benzema logró un doblete al transformar dos de los tres penaltis que lanzó

Foto: El ariete francés reapareció a lo grande. (Reuters/Miguel Vidal)
El ariete francés reapareció a lo grande. (Reuters/Miguel Vidal)

Un Real Madrid de mínimos salió vencedor de Balaídos apoyado en sus dos principales pilares esta Liga: Thibaut Courtois y Karim Benzema. Letales en las áreas, imperiales en el aspecto más decisivo del juego y proyectando una regularidad que catapulta al conjunto blanco hacia una nueva Liga. Cuando el resto falla, está cansado por el parón internacional, perezoso por el ritmo parsimonioso del partido o sorprendido por el planteamiento del rival, el dúo del Real Madrid siempre da la cara. Lo hizo Karim Benzema al transformar el penalti provocado por Éder Militao tras una acción torpe de Nolito y desquitarse de la segunda pena máxima fallada al anotar la tercera. Así como Courtois, salvador con un recital de paradas superlativas que mantuvieron con vida (y por delante) al Real Madrid en Vigo. Tres puntos más para aumentar la distancia con sus perseguidores en una tarde muy polémica donde González Fuertes fue señalado por dos penaltis muy rigurosos.

En una primera parte de más a menos por parte de ambos equipos, el Celta de Vigo saltó con ganas, precisión y autoritarismo. Con Denis Suárez, Brais Méndez y Fran Beltrán en la sala de máquinas, los vigueses tenían en su poder jugadores de buen pie y encontraban en la profundidad de Javi Galán y la magia de Iago Aspas argumentos para dañar al Real Madrid. En un inicio asfixiante de los locales, Aspas tendría la primera cuando una aventura del capitán del Celta se topó con el cuerpo de David Alaba para evitar el primer gol de la tarde.

placeholder Karim Benzema celebra el tanto blanco. (Reuters/Miguel Vidal)
Karim Benzema celebra el tanto blanco. (Reuters/Miguel Vidal)

No había aspavientos en el banquillo blanco. Sin Carlo Ancelotti en el banquillo por covid-19, el Madrid tuvo que recurrir al Responsable de Formación y Metodología de la cantera del Real Madrid, Abián Perdomo, como primer técnico. El hijo del técnico italiano y segundo al mando, Davide Ancelotti, no tiene el título de entrenador suficiente y, por tanto, no puede ejercer como tal. El equipo madridista sufría para salir jugando y los locales robaban con continuidad para, después, atacar con verticalidad. Solo Benzema, nexo absoluto en ataque con el centro del campo, unía a un Madrid separado y plomizo. De una acción aislada casi abre la lata de cabeza.

Otra vez tuvo el Celta una ocasión clara, pero Courtois era un seguro de vida. Del posible 1-0 se pasó al 0-1, cuando Nolito derribó a Éder Militao en una acción atropellada del extremo local. Benzema, infalible desde la pena máxima, batió a Dituro y adelantó al Madrid. El conjunto blanco no estaba jugando como un equipo que quiere sentenciar LaLiga, pero Benzema y Courtois eran suficientes para ir ganando. El gol madridista no alteró la dinámica del partido y Iago Aspas volvió a exigir la mejor versión de Courtois. El belga aguantaría al Madrid en los peores momentos y el VAR anularía el gol de Thiago Galhardo por fuera de juego. Al descanso, la única noticia positiva para los de Ancelotti era el resultado y sus dos protagonistas.

placeholder Iago Aspas buscó el 1-1. (EFE/Lavandeira)
Iago Aspas buscó el 1-1. (EFE/Lavandeira)

A la vuelta de vestuarios, Luka Modric tuvo una ocasión de oro para aumentar la distancia en el marcador. Su disparo, potente y envenenado, lo despejó Dituro. El Celta contestaría con una gran jugada colectiva creada por Iago Aspas donde Javi Galán asistió a Nolito y el gaditano empató el partido solo dentro del área. Ancelotti haría un doble cambio de funcionario: jugador por jugador. Se marcharon Lucas Vázquez y Asensio y entraron Carvajal y Rodrygo. Aspas perdonó el 2-1 y Rodrygo no lo hizo. Precisamente el brasileño forzaría un penalti muy dudoso de Jeison Murillo que Benzema, esta vez, no podría transformar al cruzarse con la mano de Dituro.

Pero así las cosas, el fútbol siempre da revancha. Un penalti sobre Mendy que encendió al Celta de Vigo llegaría en forma de ayuda. Benzema no fallaría y el Madrid se colocaría por delante de nuevo. Ni con el 1-2, como ya sucediese con el 0-1, el Madrid sería incapaz de domar el partido. El Celta seguiría dando pasos hacia adelante y el Madrid hacia atrás. Entró Valverde por Modric, mientras Camavinga veía desde el banquillo como un Madrid fundido resistía como podía. Si entrarían en el minuto 85 tanto Nacho Fernández como Ceballos por Militao y Kroos. Los blancos cerraron así un partido pobre y aburrido en el que lo mejor para los de Ancelotti fueron los tres puntos.

Un Real Madrid de mínimos salió vencedor de Balaídos apoyado en sus dos principales pilares esta Liga: Thibaut Courtois y Karim Benzema. Letales en las áreas, imperiales en el aspecto más decisivo del juego y proyectando una regularidad que catapulta al conjunto blanco hacia una nueva Liga. Cuando el resto falla, está cansado por el parón internacional, perezoso por el ritmo parsimonioso del partido o sorprendido por el planteamiento del rival, el dúo del Real Madrid siempre da la cara. Lo hizo Karim Benzema al transformar el penalti provocado por Éder Militao tras una acción torpe de Nolito y desquitarse de la segunda pena máxima fallada al anotar la tercera. Así como Courtois, salvador con un recital de paradas superlativas que mantuvieron con vida (y por delante) al Real Madrid en Vigo. Tres puntos más para aumentar la distancia con sus perseguidores en una tarde muy polémica donde González Fuertes fue señalado por dos penaltis muy rigurosos.

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