El Beckenbauer de la Bahía: "Álvaro Cervera se tenía que haber ido uno o dos meses antes"
A pesar de romperse las dos rodillas, alcanzó su mejor nivel tras las lesiones. Fue el capitán del mejor Cádiz de la historia, que disputó siete temporadas consecutivas en Primera
Si el prototipo del futbolista actual es el del jugador con tatuajes, peinados excéntricos y el coche de última gama, el de antes sería su antítesis. Destacaban por el bigote, los pelos en el pecho y la austeridad por bandera, un ejemplo que representaba Carmelo Navarro (Murcia, 1959).
Carmelo no era el ejemplo de jugador técnico, por más que Michael Robinson lo apodara 'El Beckenbauer de la Bahía' por sus años en el mejor Cádiz de la historia (siete temporadas consecutivas en Primera). Fíjense hasta donde llega la guasa en la ciudad que el locutor gaditano José Guerrero, 'El Yuyu', dijo que el auténtico Beckenbauer es 'El Carmelo de Baviera'.
Sus mejores años fueron en Andalucía, aunque su carrera comenzó en Salamanca. Pasó por el Betis y el Recreativo antes de jugar en el Cádiz, donde vivió en su adolescencia. En Huelva y en Sevilla se rompió ambas rodillas, pero aquello no fue un impedimiento para que en la bahía alcanzara su mejor nivel. Ahora es empresario y dirige la empresa familiar Vinagres de Yema, además de comentar los partidos del Cádiz en 'Radioestadio' de Onda Cero.
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PREGUNTA. Usted ahora dirige la empresa Vinagres de Yema. ¿A qué se dedican?
RESPUESTA. Nos dedicamos a la elaboración del vinagre, además de cremas balsámicas, porque estamos dentro de la denominación de origen vinagre. Elaboramos todo tipo de vinagres. No obstante, fundamentalmente, hacemos la marca para nuestra empresa de aceite.
P. ¿De qué manera les ha afectado la huelga de los transportistas?
R. Llevamos dos semanas sin vender nada. A pesar de lo ocurrido, somos unos privilegiados porque seguimos produciendo. Aunque no somos una empresa muy grande, tenemos almacenaje en nuestras instalaciones. Esto es una ruina para todos.
P. ¿Cómo se preparó para asumir la dirección de la empresa?
R. Con estudios y junto a mi padre. Aunque él falleció cuando yo tenía 14 años, aprendí muchísimo a su lado. Mi objetivo fue aprovechar su conocimiento y su sabiduría, por eso estaba todo el día junto a él. Antes de que finalizara mi carrera como futbolista, ya pasaba mucho tiempo en la empresa. El fútbol de ahora es muy diferente al de antes. Cuando yo terminaba de entrenar, me iba a la oficina.
P. ¿Qué estudios cursó?
R. Me licencié en Empresariales e hice un máster en Dirección Financiera. Además, también hice cursos para estar aún más preparado.
P. Ha hablado de los cambios de fútbol. ¿Cuáles son los que aprecia usted?
R. Ahora hay mucha más profesionalidad porque los jugadores se dedican al fútbol en cuerpo y alma. El balompié no ha cambiado al 100 por 100 porque la pelota sigue siendo redonda… Te pongo un ejemplo. Cuando nosotros terminábamos de entrenar, nos comprábamos un bocadillo en un ultramarinos y nos sentábamos 15 o 20 jugadores a 50 metros de la puerta del estadio. Eso ahora es inviable.
P. Pocos saben que usted empezó a jugar al fútbol en el Ural, equipo coruñés presidido por Lendoiro. ¿Se le veían ya maneras?
R. Efectivamente. Recuerdo que una vez Lendoiro entró al vestuario a darme un abrazo una vez que viajé a La Coruña a jugar con el Cádiz. Yo viví en Galicia hasta los 12 años y él fue mi presidente. Todos se quedaron mirando. Les tuve que decir al resto que ellos no valían nada y que Augusto sólo saludaba a los artistas (risas). Siempre he mantenido el contacto con él. Hizo una buena labor al frente del Deportivo. Quién ha visto al equipo y quién lo ve.
P. Usted debutó en Primera en el Salamanca, en 1979. ¿Cómo se produjo ese fichaje?
R. Yo jugaba en el Portuense en Segunda B. En aquellos tiempos, el distribuidor de la ginebra Rives en Cádiz era directivo del Salamanca. Cuando venía a El Puerto de Santa María (Cádiz), nos veía jugar. Le gusté y me fichó. Aquella fue una buena época.
"Habrá algunas marcas buenas, pero Rives es la mejor ginebra del mercado"
P. No sé si tuvo usted alguna prima de fichaje a modo de ginebra…
R. No (risas). Yo la compré y la compro porque Rives es la ginebra que tomo. Comprendo que habrá algunas marcas buenas en el mercado, pero esa me parece la mejor. Especialmente, la negra.
P. Cuando usted fichó por el Salamanca, sólo entrenaba dos veces allí porque estaba haciendo la mili en Madrid. Ahora eso parece algo de otro planeta…
R. Sí, eso me pasó en el segundo año en Salamanca. De hecho, el 23-F me pilló en Madrid. Aquel año jugué los últimos 10 partidos y me traspasaron al Betis.
P. Ha citado el 23-F. ¿Cómo lo vivió desde dentro?
R. Realmente no estaba dentro porque yo me hospedaba en el centro de Educación Física de la Armada, ubicado en la calle Arturo Soria. Allí había piscinas, campos de fútbol… Lo que hacíamos era cuidar de las instalaciones, hacer de socorristas… No teníamos armamento ni estábamos preparados en ese sentido. Junto a nosotros, estaba la Unidad de Invertención de la Armada. Al capitán lo veíamos dando vueltas y encima de un taque. Yo estaba en Salamanca y me tuve que venir para Madrid. Y nos tuvimos que quedar una semana.
P. ¿Para evitar posibles sublevaciones?
R. Yo no me enteraba de nada. Allí había un centro del que entraban y salían coches cada diez minutos. No nos enteramos mucho porque el lugar donde dormíamos estaba separado del resto.
"Gordillo ha sido de los tres mejores laterales izquierdos de la historia"
P. En 1981 fichó por el Betis, donde coincidió con Gordillo. ¿Cree que ha sido un jugador infravalorado?
R. Si no es el mejor lateral izquierdo de la historia de España, está entre los tres mejores. Fue un auténtico espectáculo a nivel mundial. No sé si lo que hizo en el Betis lo ha conseguido Joaquín. Como persona es un auténtico fuera de serie.
P. Michael Robinson decía que "mientras los sevillanos son graciosos profesionales, los gaditanos hacen gracia sin querer". ¿Está de acuerdo?
R. Totalmente, totalmente. En Cádiz no se puede aguantar el arte. Nos acostamos muy tarde por el clima tan bueno que hay… Todos se quieren jubilar en Cádiz.
P. Tras dos años en el Betis, usted se marchó cedido al Recreativo, pero en Segunda. ¿Eso fue subir o bajar un peldaño en la escalera?
R. Aquello fue una maravilla porque jugué todo el año. En el Betis, en cambio, sólo jugaba de vez en cuando. Luego cuando regresé a Sevilla me miraron de manera diferente.
P. Usted se rompió ambas rodillas. ¿Cómo hizo para alcanzar su mejor nivel tras aquellas lesiones?
R. Me ayudaron muchísimo Víctor Espárrago (entrenador del Recre), además del doctor Guillén. Cuando me la rompí por segunda vez, en el Betis pensaron que no me recuperaría. Era 1985 y la cirugía era tercermundista. Sin embargo, me recuperé en Huelva. Gracias a esa recuperación, me fichó el Cádiz y disfruté del equipo de mi tierra en Primera.
P. Usted llegó al Cádiz en 1987. ¿Qué tal con el presidente Irigoyen?
R. Fue un padre para todos nosotros. El Cádiz era una familia, tanto que cualquier futbolista alucinaba cuando llegaba. No estaban acostumbrados a que hubiese esa cercanía, por eso le llamaba la atención a la gente. Fue una época magnífica.
P. Kiko dijo que aquel vestuario le recordaba al barrio porque siempre hacían bromas, incluso antes de jugar en el Bernabéu.
R. Era un cachondeo. A Rovira (masajista) le gastábamos bromas continuamente. A aquel Cádiz llegaba muchísima gente de la cantera y nosotros los acogíamos como si fueran nuestros hijos. Los chavales llegaban con desparpajo, con ganas de aprender… Había una conjunción tremenda entre los veteranos y los jóvenes.
P. ¿Mantienen el contacto los miembros de aquel vestuario?
R. Poco. Yo me veo con alguno de vez en cuando, aunque cada uno tiene su vidas. Hablo bastante con 'Chico' Linares, Hugo Vaca, Ángel Oliva… Me sorprende que todavía se acuerden de uno. Algo haríamos bien para que aún nos recuerden.
P. ¿Cómo hicieron posible que el Cádiz se mantuviera siete años consecutivos en Primera?
R. Porque salió gente muy buena de la cantera y nos ayudaron. Ni más ni menos. De otra manera hubiera sido imposible.
P. Allí coincidió con Mágico González. ¿Cree que fue mejor que Maradona?
R. Hablar de Maradona son palabra mayores. No digo que uno no tenga cosas del otro, pero Diego está a un nivel diferente. Fue campeón de Italia, de España, del mundo… Ha sido de los dos o tres mejores futbolistas de la historia.
P. Con Mágico y el Cádiz se juntaron el hambre y las ganas de comer.
R. Totalmente, por eso dejó esa huella. Jorge será un referente para siempre, igual que Fernando Carvallo, Linares, Pepe Mejías… Mágico ha sido el mejor futbolista de la historia del Cádiz.
P. Con Maradona tuvo usted una trifulca cuando él jugaba en el Sevilla. ¿Qué ocurrió?
R. Son cosas del fútbol. Antes se insultaba mucho, se escupía, se decían barbaridades dentro del campo… porque no había cámaras. El ambiente se calentó porque Stimac era de sangre caliente. Y yo me metí. Luego se le dio muchísimo más bombo porque José María García se metió por medio.
P. Un vestuario con Mágico y Maradona pudo darse en Barcelona.
R. Hubiera sido un cachondeo total, un espectáculo. Me imagino a uno tirándole la naranjita al otro. Ambos eran personas excepcionales. Habrían formado un tándem extraordinario. No habría un garito que no visitarían los dos juntos.
"¿Un vestuario con Maradona y Mágico? No habría garito que no visitarían"
P. ¿Alguna anécdota del Mago?
R. Una vez se quedó dormido en la camilla en el descanso del partido. Cuando íbamos a salir, vimos que estaba medio adormilado y lo despertamos. Era un tipo muy especial.
P. ¿Por qué cae tan el bien el Cádiz?
R. Porque es otra forma de vivir. Aquí nos lo tomamos todo a risa, de broma… No hay tensión apenas. Como equipo, caímos simpáticos porque siempre estábamos en el alambre para descender y nos salvábamos.
P. Relaño escribió: "Quién está contra el Cádiz, está contra la humanidad". ¿Coincide usted?
R. Sí. De hecho, es lo que se ve en la televisión cuando los jugadores saltan al terreno de juego. El Cádiz hizo un nombre y las copias son malas. Por ejemplo, el Villarreal no es el submarino amarillo; lo será por siempre el Cádiz.
P. Usted ha sido toda la vida votante del PP y fue concejal en El Puerto. ¿Es tan fea la política como dicen?
R. Sólo estuve tres meses porque era incompatible mi trabajo en la empresa con la política. Lo mejor que puedes ser en política es ser concejal de tu pueblo porque se consiguen muchísimas cosas. Digo concejal del partido que gobierna porque los de la oposición no hacen nada. Mejorar la vida de los ciudadanos es muy gratificiante. Hasta que no miremos por eso, en lugar de por las siglas, todo será más complicado.
P. ¿Qué le pareció lo ocurrido con Casado?
R. El espectáculo no fue nada edificante, más bien una auténtica vergüenza. Como votante le dan a uno todas las ganas de no meter la papeleta otra vez. Ahora parece que se está reconstruyendo el partido.
P. ¿Le gusta Feijóo?
R. Algún bagaje tendrá cuando suma cuatro mayorías absolutas en Galicia. Él va a recomponer el partido y a ganar las próximas elecciones generales. A este gobierno no hay quien lo aguante.
P. ¿Cree que hay mayoría de futbolistas de izquierdas en los vestuarios?
R. No tengo ni idea porque no he hablado nunca de política con ningún futbolista.
"Cervera se tendría que haber ido uno o dos meses antes"
P. Vamos con la actualidad. ¿Qué le pareció la salida de Álvaro Cervera?
R. Se tendría que haber producido uno o dos meses antes. Eso sí, reconozco que como él ha habido pocos entrenadores en la historia del Cádiz. Le ha dado muchísimo al club y tuvo una despedida por todo lo alto. No obstante, el equipo estaba en un callejón sin salida. También hay que decir que a Sergio le han fichado cinco o seis jugadores que él no tuvo.
P. ¿Se salvará el Cádiz?
R. Estoy convencido. Si no se lesionan dos o tres jugadores de los importantes, seguro.
P. ¿Qué le parece el nuevo speaker?
R. Eso son añadidos al fútbol. Lo importante es la plantilla, el entrenador, el presidente… Y que la pelota entre. Si entra, él seguirá siendo un fenómeno.
P. ¿Le gustó que cambiaran el nombre de Carranza a Nuevo Mirandilla?
R. Es una vergüenza del alcalde. Son todos una panda de sinvergüenzas. Hicieron una encuesta para cambiar el nombre y no salió. Pero lo cambiaron igualmente. Estoy convencido de que volverá a llamarse Carranza porque esa es la historia. Para ellos, la memoria histórica es la que defienden. Estamos hartos de que quieran reescribir la historia.
P. ¿Qué opinión le merece Manuel Vizcaíno?
R. Ha metido al Cádiz en Primera y lo ha mantenido. Además, ha profesionalizado al equipo y lo ha colocado donde debe estar. Es importantísimo que el equipo logre la permanencia.
P. ¿Lo siguen parando por la calle después de tantos años?
R. Sí, es alucinante. De repente, estás comiendo en un sitio y te piden una foto.
Si el prototipo del futbolista actual es el del jugador con tatuajes, peinados excéntricos y el coche de última gama, el de antes sería su antítesis. Destacaban por el bigote, los pelos en el pecho y la austeridad por bandera, un ejemplo que representaba Carmelo Navarro (Murcia, 1959).
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