El Atleti se abona a los puestos Champions y marca distancia con el Betis (2-1)

Es difícil encontrar una aguja en un pajar, pero a veces ocurre. Algo parecido le ocurre ahora a Joao Félix en el Atlético de Madrid. Cuando su equipo atraviesa el peor momento desde que Simeone llegó, el portugués se encuentra en estado de gracia. Es el único aspecto positivo de un equipo que ha perdido la fortaleza sobre la que ha cimentado sus éxitos recientes: la defensa. En el encuentro ante el Cádiz, un equipo que lucha por la salvación, se comprobó de nuevo. Los colchoneros superaron con dificultades al equipo de Sergio (2-1) gracias a los goles de Joao y De Paul.

La falta de confianza es algo que está presente en los equipos que atraviesan una mala dinámica. El partido acababa de empezar cuando Ledesma cometió un error garrafal. Intentó pasarle la pelota a Chust, pero el balón acabó en las piernas de Joao Félix. El portugués sólo tuvo que encarar al portero y fusilarlo. Tres minutos y el Atleti ya iba por delante en el marcador. Parecía que el encuentro sería plácido para los colchoneros. No. Las apariencias engañan.

El Atleti le entregó el balón al Cádiz con la confianza de que el marcador apenas se movería. O que lo haría sólo a favor de los locales. Hace un año, eso hubiera sido una certeza y ahora es una duda. Descuiden, esto no es una clase de filosofía. Más bien es la demostración de que el equipo de Simeone es frágil atrás. Y que tienen un portero que no recuerda en nada al de años anteriores.

La audacia del Cádiz

La valentía del Cádiz siguió a pesar de haber encajado un gol tan pronto. El equipo de Sergio tuvo un planteamiento ofensivo que cerca estuvo de darle resultado gracias a una buena jugada de Negredo y Espino. Un centro del delantero se paseó por el área y le llegó al lateral izquierdo, que lanzó un remate desde la frontal. El balón, sin embargo, se marchó por encima de la portería. Tembló por primera vez el Metropolitano.

El ataque del Atleti, que no era superior en esos instantes, fue liderado por Marcos Llorente. El español se desenvuelve con una precisión exquisita en cualquiera de las posiciones en las que lo coloca Simeone. No obstante, da la sensación de que es en la mediapunta donde más aprovechan los colchoneros su llegada y olfato goleador. Luis Suárez puede dar fe por el buen binomio que formaron la temporada pasada.

El dominio del Cádiz recordó al de otro equipo que viste de amarillo, el Villarreal. El conjunto de Emery completó un encuentro fantástico en el Metropolitano esta temporada, con una superioridad abrumadora aunque no logró la victoria (2-2). Y los gaditanos se pusieron el traje de la mejor escuadra amarilla de LaLiga.

Una polémica amarilla

La jugada polémica del encuentro llegó al filo del descanso. Reinildo hizo falta sobre Alcaraz y el árbitro lo expulsó. La expulsión era clara porque el defensa del Atleti le clavó los dos pies al futbolista del Cádiz. El colegiado, sin embargo, revisó la jugada y retiró la tarjeta roja para dejarlo sólo en amonestación.

El árbitro no fue justo con el Cádiz, pero el destino premió su insistencia. Cuando el cuarto árbitro estaba a punto de sacar el descuento, empató el encuentro. Negredo y Espino, esta vez cada uno en su papel, realizaron una buena combinación que finalizó con el remate del delantero a la red.

El Atleti mejoró en la segunda mitad y se estiró para buscar la victoria. Tras el triunfo ante el Betis (1-3), los rojiblancos recuperaron la plaza Champions. Y no quieren soltarla. Además, quieren aprovechar el mal momento de los verdiblancos.

El buen rendimiento del Atleti en la segunda mitad tuvo recompensa. En una buena jugada de Marcos Llorente por la derecha, el balón le llegó a Suárez, que se la dejó de cara a Correa. Ángel chutó y Ledesma rechazó. La pelota, no obstante, fue a parar a De Paul, que la mandó a la red.

Los colchoneros se encerraron de nuevo y certificaron una victoria que los mantiene en los puestos de Liga de Campeones. En los últimos minutos sufrieron por la expulsión del canterano Serrano, pero el triunfo no se escapó. Ahora atraviesan su semana más importante del año porque viajarán a Manchester para determinar si continúan o no en la Champions.