El Atleti aprovecha la oportunidad de reengancharse a la Champions (1-3)

El duelo era por la Champions, aunque parezca sorprendente. La temporada del Betis es tan fantástica (final de Copa por medio), que hasta la jornada 26 se ha mantenido en la tercera posición. Ahora, sin embargo, el Barcelona ocupará esa plaza. Y el Atleti la cuarta tras la victoria en el Benito Villamarín (1-3) gracias a los goles de Joao Félix (doblete) y Lemar.

Los errores se pagan caros en este tipo de partidos. Y así le ocurrió al Betis. Muchos aficionados aún no se habían sentado en sus asientos, pero el marcador ya se había movido. El fallo de Víctor Ruiz lo aprovechó Correa, cuyo pase fue rematado por Joao Félix.

El Betis entró con mal pie al encuentro, una circunstancia que el Atleti tenía que haber aprovechado. Los colchoneros, sin embargo, fueron fieles a la filosofía 'cholista': adelantarse en el marcador para especular desde entonces. Y eso supuso una vida extra para los verdiblancos.

El Betis tiró de orgullo

La lesión de Guardado le dio más centímetros a los enanos del circo de Pellegrini. El Betis, sin embargo, no la notó y tiró de orgullo. Esa era una cualidad que sólo estaba presente en un barrio de Sevilla; ahora está en dos. El mérito del chileno en el equipo va más allá de los resultados, que son consecuencia del carácter del que lo ha dotado.

El Atleti tuvo el segundo gol en una jugada de Carrasco. El belga, tras una mala salida de la defensa del Betis, se quedó solo ante Bravo. Por detrás aparecieron Correa y Joao Félix. También Sabaly. Yannick dio el pase de la muerte al peor lugar posible: entre sus dos compañeros. El defensa bético salvó el tanto colchonero.

Es habitual que uno salga más fuerte de las situaciones difíciles. Algo así le pasó al Betis. Los verdiblancos estuvieron liderados en ataque por Joaquín, al que habría que preguntarle si falsificó el DNI. Es asombrosa su capacidad para jugar a su edad. No se sabe si es la reencarnación de Benjamin Button.

El Atleti sufrió las internadas béticas

La primera jugada de peligro del Betis llegó de las botas de su capitán. El gaditano puso un balón al área desde el costado derecho que le llegó a Tello. El catalán dio el pase de la muerte, que despejó Giménez y rebotó en Paul. Y se fue alto. Cerca estuvo el empate.

Es cierto que el esfuerzo no siempre tiene recompensa. También que uno recoge lo que siembra. Y el Betis logró el empate cuando el árbitro tenía el silbato en la boca. Sabaly peleó por la pelota y se la arrebató a Héctor Herrera. Tello recibió y mandó el balón a la red. Los verdiblancos empataron cuando más lo estaba mereciendo.

La superioridad del Betis continuó en la segunda mitad, aunque la primera ocasión clara la tuvo el Atleti. En un balón parado (marca de la casa, por cierto), hubo un remate al palo que posteriormente interceptó Bravo. Antes ya había intentado Joaquín un gol olímpico.

Tello demostró que la banda derecha del Atleti era vulnerable, pero no su portero. Tras un pase de Fekir, se topó por partida doble con Oblak, que completó un gran encuentro a pesar de estar en su peor temporada desde que llegó a Madrid.

La victoria la logró el Atlético de Madrid a la contra gracias a otro gol de Joao Félix. En una recuperación de Felipe, el balón acabó en Marcos Llorente, cuyo pase hacia el portugués fue perfecto. Luego Lemar aumentó aún más la ventaja tras la asistencia de Griezmann. Ahí certificaron los colchoneros su regreso a los puestos Champions, la única competición en la que pueden maquillar la temporada.