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La nueva patata caliente del Barcelona con Ousmane Dembélé y el oportunismo de Laporta
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NUEVO FRENTE EN EL CLUB

La nueva patata caliente del Barcelona con Ousmane Dembélé y el oportunismo de Laporta

El delantero azulgrana, ahora, vuelve a ser objeto de deseo de la directiva culé, cuando hace solo unos meses incluso le llegaron a pedir que se marchara por su negativa a renovar

Foto: Dembélé, en un partido con el Barcelona. (Reuters/Pablo Morano)
Dembélé, en un partido con el Barcelona. (Reuters/Pablo Morano)

El Barcelona ha vuelto a encontrar el rumbo ganador esta temporada. El equipo azulgrana, que tras la salida de Leo Messi ha sufrido muchísimo hasta encontrar la senda de la victoria, empieza por fin a sonreír. Sin embargo, a 15 puntos del Real Madrid y con la Europa League como asidero, los grandes focos quedan lejos. Por ello, toca buscar acabar de la mejor manera y poner los mimbres de cara a la próxima temporada, en la que volver a tener un equipo competitivo que sea capaz de luchar por todo. Y, precisamente, uno de los nombres propios de esa planificación es Ousmane Dembélé, que ha pasado de estar sentenciado a ser redimido.

El fútbol es caprichoso y ha querido que el jugador francés, denostado por la afición y castigado por directiva tras negarse a renovar su contrato en las condiciones que el Barça le ofrecía, solo necesitó 20 minutos ante el Athletic para convertir los pitos en aplausos y las críticas en alabanzas. Tanto, que al término del encuentro el presidente azulgrana, Joan Laporta, no quiso perder la oportunidad de asegurar públicamente que está interesado en la continuidad del jugador de cara al próximo curso. Eso sí, son las primeras declaraciones al respecto desde que se rompieron las negociaciones.

Foto: Dembélé celebra su gol ante el Athletic. (EFE/Alberto Estevez)

O, dicho otra manera, el máximo mandatario azulgrana aprovechó la ola de positividad levantada tras el brillante partido del internacional galo para anunciar públicamente su interés en tratar de llegar a un acuerdo con Dembélé para su continuidad. Pero cuando otros directivos solicitaban a voz en grito que se marchara o no volviera a jugar, o cuando la afición vertió sobre él todo tipo de improperios cada vez que, desde la megafonía se le nombraba, pocos o ningún mensaje público en su defensa se han hecho al respecto.

En honor a la verdad, es cierto que lo largo de este curso Laporta ha alabado en varias ocasiones a Dembélé, de quien incluso llegó a decir que "es mejor que Mabppé". Pero todos estos mensajes positivos hacia el jugador se produjeron en un escenario en el que las negociaciones entre ambas partes estaban abiertas y se trataba de convencer al galo de que continuara, pero asumiendo los deseos del Barça. Cuando estalló la situación, varias voces de la directiva pidieron públicamente que se marchara del mercado de invierno. Incluso Xavi Hernández afirmó que sería difícil que volviera a jugar. Nadie le apoyó cuando más lo necesitaba.

Ahora, en plena vorágine positiva de alabanzas por los increíbles 20 minutos ante el Athletic, Laporta no dudo en volver a tirar la caña con el objetivo de retener al francés, algo que no será sencillo. No en vano, recordemos la negativa de Dembélé a renovar supuso que Ferran Torres no pudiera ser inscrito con el conjunto culé -curiosamente, un jugador que se desempeña en su misma posición-, cuya situación se arregló gracias a una jugada maestra con Samuel Umtiti que permitió que el internacional español pudiera jugar con el Barcelona.

La situación sigue enquistada y la patata caliente del Barcelona con Dembélé es evidente, especialmente porque los culés saben que, en caso de no renovarle, el fichaje más caro de la historia del Barcelona -costó 115 millones, 20 millones que Neymar (al menos, oficiales) y 25 más que Luis Suárez-, se marchará dejando cero euros en las arcas azulgranas el próximo verano. De ahí, la presión de parte de la directiva porque saliera en el mercado invernal. Ello, unido a sus continuas lesiones -más de 15, que le han hecho perderse 102 partidos- y su irregularidad, han dado lugar a que la situación sea, cuando menos, complicada.

placeholder FOTO: EFE/Alberto Estevez.
FOTO: EFE/Alberto Estevez.

Respuesta... y en busca de solución

En su momento, el propio Dembélé respondió a las declaraciones de Mateu Alemany con un comunicado en su cuenta de Instagram: "Hace cuatro años que no paro de leer cosas sobre mí sin nunca ponerme a justificarme; hace cuatro años que se van acumulando los chismorreos sobre mí; hace cuatro años que se habla por mí, que se miente vergonzosamente con un único fin, la intención de dañarme; hace cuatro años que sigo en mi línea de no contestar nunca, de no justificarme nunca. ¿Ha sido un error? Seguramente".

"A partir de hoy, se acabó. Voy a contestar con sinceridad sin ceder a ningún tipo de chantaje. Tengo 24 años y como cada hombre, tengo defectos, imperfecciones. Prohíbo a cualquiera dar a pensar que no estoy implicado en el proyecto deportivo, atribuirme intenciones que yo nunca he tenido o hablar por mí o por mi representante. Todavía estoy bajo contrato y plenamente implicado y a disposición de mi club y del entrenador. Como sabéis, hay negociaciones y dejo a mi representante encargarse, que es su terreno. Mi terreno es la pelota. (...) Por encima de todo, centrémonos en lo esencial: ganar", concluyó el comunicado.

Ahora, solo quedan un par de meses hasta que acabe la temporada y Dembélé tome la decisión definitiva. Hasta hace un par de días, parecía una evidencia que los caminos del francés y el Barcelona se separarían, pero el nuevo mensaje de Laporta instando al jugador a renovar vuelve a generar dudas. Especialmente tras haber conseguido reconciliarse con la afición. Será en los próximos meses cuando se sepa qué pasará, pero el oportunismo del presidente culé vuelve a abrir un melón que ya parecía cerrado definitivamente. ¿Dembélé sí o no?

El Barcelona ha vuelto a encontrar el rumbo ganador esta temporada. El equipo azulgrana, que tras la salida de Leo Messi ha sufrido muchísimo hasta encontrar la senda de la victoria, empieza por fin a sonreír. Sin embargo, a 15 puntos del Real Madrid y con la Europa League como asidero, los grandes focos quedan lejos. Por ello, toca buscar acabar de la mejor manera y poner los mimbres de cara a la próxima temporada, en la que volver a tener un equipo competitivo que sea capaz de luchar por todo. Y, precisamente, uno de los nombres propios de esa planificación es Ousmane Dembélé, que ha pasado de estar sentenciado a ser redimido.

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