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Lotina: "Al principio me molestaba que se me recordara por los descensos... pero ya no"
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Sus mejores años fueron en Soria

Lotina: "Al principio me molestaba que se me recordara por los descensos... pero ya no"

Tras siete años fuera, dos en Catar y cinco en Japón, ha regresado para disfrutar de España al menos 365 días. Parece que regresará al país nipón para disfrutar de una segunda etapa

Foto: Lotina, en su etapa en el Villarreal. (EFE/Domenech Castelló)
Lotina, en su etapa en el Villarreal. (EFE/Domenech Castelló)

Si Nápoles colocó a Maradona al nivel de San Genaro (el patrón de la ciudad), Soria debería hacer lo mismo con Miguel Ángel Lotina (Meñaca, Vizcaya, 1957). El entrenador llevó al Numancia a los cuartos de Copa del Rey, donde fueron eliminados por el Barça de Cruyff, cuando estaban en Segunda B. Y logró el primer ascenso del club a Primera. Ahora, sin embargo, los aficionados al fútbol lo recuerdan por sus dos descensos consecutivos, en el Deportivo y en el Villarreal, algo a lo que le resta importancia: "Al principio me molestaba, pero ahora no. Intento no mirar hacia atrás. No me gusta llorar por el pasado ni sacar pecho por los éxitos", explica en conversación con El Confidencial.

El técnico vasco está de regreso en España, entre Bilbao y Logroño, tras siete años fuera, dos en Catar y cinco en Japón. "Tanto mi cuerpo como mi cabeza necesitaban descansar. Y disfrutar de Bilbao y Logroño. Y de mis amigos y familiares. Me llamaron de los Emiratos Árabes y de Japón, pero necesitaba este año en España. Seguramente vuelva a Japón porque ya conozco ese fútbol, tanto el de Primera como el de Segunda. Es un buen país para vivir".

La carrera de Lotina está ligada a Logroño, aunque fuera Soria la ciudad en la que tuvo más éxito. En el Logroñés empezó y finalizó su carrera como jugador. El mismo sitio en el que comenzó en los banquillos. "Yo era un goleador. Un compañero me definió así: no es rápido, no le pega bien con la derecha ni con la izquierda, no remata bien con la cabeza… Sin embargo, cuando está cerca del área es el mejor en todo eso. Yo solo veía la portería. Me parecía a Pere Milla".

placeholder Lotina, en su etapa en el Deportivo. (EFE/Víctor Lerena)
Lotina, en su etapa en el Deportivo. (EFE/Víctor Lerena)

Lotina dejó el Logroñés tres años después de su debut para estrenarse en Primera, en el Castellón. Era el año 1981. "El salto a Primera fue importante. En Castellón coincidí con el mejor futbolista con el que he jugado, Planelles. Veía el fútbol con una velocidad tremenda, mientras que yo veía el pase cuando habían pasado cinco segundos. Solo jugó en el Valencia y en el Castellón porque estaba muy apegado a su tierra".

Vivió dos años en Castellón, hasta los 25. A esa edad, se dio cuenta de que su futuro estaría en los banquillos. "Hasta entonces no lo tenía nada claro. En ese momento, casi todos los entrenadores eran exfutbolistas a los que les daban el carné. A partir de ahí, aparecieron técnicos que aportaron cosas importantes".

El filial del Logroñés fue su primera parada en su trayectoria como entrenador. "Probé ahí porque estaba muy cómodo en Logroño". No obstante, tras dos temporadas, se marchó al Numancia. "En Soria empecé a coger nombre. En principio, era un equipo profesional que entrenaba por las mañanas. Yo no tenía ni entrenador de porteros ni preparador físico, estaba solo. Quería comprobar si era capaz de plasmar lo aprendido en un equipo profesional".

placeholder Lotina, en la banda del Camp Nou. (EFE/Xavier Bertral)
Lotina, en la banda del Camp Nou. (EFE/Xavier Bertral)

Soria no era una ciudad futbolera cuando llegó, algo con lo que tuvo que lidiar. "El deporte rey era el voleibol. De hecho, ellos llenaban el pabellón porque al fútbol solo iba la gente mayor. En esos tres años, como jugamos el playoff de ascenso y llegamos a los cuartos en Copa del Rey, los jóvenes se interesaron por el fútbol. Ese fue el germen de todo lo que le ha pasado al Numancia. Luego regresé y ascendimos a Primera. Lo que hicimos no lo ha repetido nadie. Es posible que se repita en el mismo Numancia, pero no sé si lo veremos nosotros. Tiene mucho mérito que el club haya estado 20 años entre Primera y Segunda. Ahora atraviesa una época mala, pero el club está trabajando bien".

La gesta del Numancia en la Copa llegó en la temporada 1995/96, cuando los sorianos eliminaron a tres equipos de Primera, Sporting, Racing y Real Sociedad. Tras aquel año, llegó su estreno como técnico en la máxima categoría, en el Logroñés. "Hubo un cambio de presidente en el equipo. Los que llegaron, que eran amigos míos porque eran directivos cuando yo era jugador, me pidieron que regresara y acepté. Unos directivos me querían y otros preferían a alguien más contrastado. Como hubo división de opiniones, luego me destituyeron muy pronto".

10 fueron los partidos que duró Lotina en el banquillo en su debut en Primera. El destino, sin embargo, le tenía preparado más oportunidades, aunque para ello tuviera que bajar de categoría. La primera llegó en Extremadura, en el Badajoz. "Me costó mucho adaptarme porque cometí el error de irme solo; mi mujer se quedó en La Rioja. La afición y la prensa se portaron muy bien, pero estar lejos de la familia se me hizo muy duro".

placeholder Lotina, en el Villarreal. (EFE/Domenech Castellón)
Lotina, en el Villarreal. (EFE/Domenech Castellón)

El refrán dice que las segundas partes nunca fueron buenas, pero Lotina no le hizo caso. En 1998 regresó a Soria y el Numancia ascendió a Primera por primera vez en su historia. "El objetivo era la permanencia porque el año anterior se salvaron cuando faltaban dos jornadas. Ese año se fichó a gente importante: Castaño, Morán, Javi Moreno, Iñaki… Ese era un equipo que jugaba muy bien al fútbol. El ascenso fue inesperado porque había buenos equipos como el Sevilla, el Málaga, el Rayo…".

Los 18 goles de Javi Moreno fueron fundamentales para que el Numancia lograra el ascenso. Lotina, no obstante, no estuvo de acuerdo en verano con su fichaje. "Yo solo quería fichar a otros dos jugadores del Alavés, Javi y Ángel Luis, pero nos obligaron a incluirlo en el paquete. El año anterior, cuando los vascos ascendieron, él fue el cuarto delantero. En Soria, sin embargo, bajó mucho de peso antes de la pretemporada. Me pareció un jugador tremendo que luego intenté fichar en Osasuna. Cuando estaba fino de peso, era un jugador espectacular. No obstante, cuando cogía peso, a lo que era bastante propenso, le costaba".

El Numancia no tuvo a Lotina como entrenador en su primera temporada en la máxima categoría, a pesar de que fue él quien consiguió el ascenso. El vasco se marchó al Osasuna, que llevaba seis temporadas en Segunda. "Antes de ascender, me hicieron una oferta a la que tenía que contestar. Era un equipo interesante aunque estuviera en Segunda. Como faltaba un mes para que finalizara la temporada, no sabía si ascendería con el Numancia. Y les dije que sí. Me dolió mucho porque estaba muy a gusto en Soria".

placeholder Lotina, en La Coruña. (EFE)
Lotina, en La Coruña. (EFE)

El año siguiente repitió ascenso en Pamplona. Al regreso a Primera le sucedieron dos temporadas en las que logró la permanencia antes de marcharse a Vigo. El Celta tenía una de las mejores plantillas de su historia y consiguió la clasificación a la Champions, aunque luego aquello acabó como el rosario de la aurora. "Subimos mucho el nivel porque nos clasificamos para la Champions. Teníamos dos buenos jugador por posición: Berizzo, Cáceres, Sylvinho, Mostovoi, Gustavo López, Jesuli… Era un equipo que llevaba cuatro años seguidos en la Europa League y ese año acabamos cuartos. Mostovoi siempre hacía goles importantes. Recuerdo que tenía una educación muy rusa y que le gustaba la seriedad en todo".

El Celta debutó en la Champions, pero Lotina no finalizó la temporada. De hecho, los vigueses descendieron ese mismo año. "No sé explicar qué ocurrió. Los jugadores estaban más pendientes de la Champions porque lucharon muchos años para clasificarse. La clasificación se celebró como un título y eso se nos escapó un poco de las manos".

Lotina cambió Galicia por Cataluña para entrenar al Espanyol. En Barcelona ganó el único título de su carrera, la Copa del Rey de 2006 frente al Zaragoza (4-1). "No fueron unas eliminatorias difíciles. En la final, nos salió todo redondo. El Zaragoza estaba confiado tras haber eliminado al Madrid y nosotros con una ilusión tremenda".

placeholder De la Peña. (EFE/Xavier Bertral)
De la Peña. (EFE/Xavier Bertral)

De la Peña, que ya había pasado por la Serie A, fue uno de los jugadores con los que se encontró Lotina. "El problema era buscarle el puesto. Conmigo funcionó muy bien en el doble pivote. Era muy ordenado y, aunque decían que no era defensivo, recuperó muchos balones. El primer año hizo una temporada muy buena. Es un caso parecido al de Canales y Parejo, cuando les han encontrado el sitio han funcionado muy bien".

Mauricio Pochettino regresó al Espanyol para apurar sus últimas tardes como futbolista. Y para afrontar su segunda etapa en el club. "Cuando llegué, aposté por la pareja Lopo-Jarque porque él era mayor. No obstante, cuando Lopo jugaba con Pochettino, era de los mejores del equipo. Y lo mismo le pasaba a Jarque porque Mauricio transmitía esa seguridad. Sin embargo, si jugaban Lopo y Jarque juntos había dudas. Siempre me han gustado los centrales argentinos, aunque la mayoría sean un poco lentos. A veces Pochettino sufría cuando se enfrentaba a jugadores rápidos, pero era un central complicado para los delanteros. A Villa, cuando estaba irrumpiendo en el Zaragoza, no lo dejó moverse. Los argentinos viven el fútbol. Cuando llegábamos al hotel, si ellos veían en la tele un partido de cualquier categoría, se acercaban los primeros".

Lotina entrenó a la Real Sociedad en 2006 a pesar de ser reconocido aficionado del Athletic de Bilbao. "Yo era del Athletic y luego de la Real. Aunque hay mucho pique, me habían educado así. Cuando cogí la Real, llevaban dos puntos en ocho jornadas. Mi representante me dijo que la plantilla estaba desequilibrada, pero yo acepté el reto. Siempre ha pasado algo cuando he tenido opciones de fichar por el Athletic".

placeholder Lotina y Martín Lasarte. (EFE)
Lotina y Martín Lasarte. (EFE)

Su etapa en la Real acabó con el equipo en Segunda. Tras el descenso, Lotina tuvo que buscar equipo de nuevo. Las opciones eran el Getafe y el Deportivo. Y acabó en La Coruña. "Lendoiro me convenció en una de sus cenas, más o menos. El Getafe tenía a Schuster, que parecía que se iría al Madrid. Ángel Torres me dijo que hasta que los blancos no dieran el paso no me podía ofrecer su cargo. Por su parte, Lendoiro me llamó y me reuní con él en Madrid. La cena no fue demasiado larga porque estuvimos hasta la uno o dos de la mañana. Cuando al día siguiente iba a coger el vuelo a Bilbao, me llamó para que viajara a La Coruña".

El Deportivo había dejado atrás los tiempos de los títulos y de los grandes jugadores como Bebeto, Mauro Silva, Djalminha, Makaay… "El problema económico estaba latente en el club. Por tanto, había que vender. El único jugador por el que se pagó un buen dinero fue Guardado. Tuvimos que vender a todos los jugadores por los que ofertaron. Hacienda y los bancos nos apretaron y no quedaba otra. Anteriormente, Hacienda no se metía con el fútbol porque estaba mal visto. Más tarde, apretaron junto a los bancos. Y el Deportivo lo notó. Si queríamos a un jugador, acabamos fichando a la tercera o cuarta opción".

placeholder Filipe Luis, en el Flamengo. (EFE/Adriano Machado)
Filipe Luis, en el Flamengo. (EFE/Adriano Machado)

Filipe Luis fue el gran descubrimiento de Lotina en su etapa en La Coruña. Aunque apenas tuvo protagonismo el año previo a su llegada, se convirtió en una de las piezas claves de su equipo. "Fue el jugador que más me sorprendió. Lendoiro me dijo que él quería quedarse, pero que la directiva tenía dudas porque no había jugado. En pretemporada, llegó cuando estábamos comiendo y se levantaron todos los jugadores a abrazarlo. No te haces idea de cuánto se hacía querer. Ha sido, junto a Javi Moreno, el jugador que más ha evolucionado conmigo".

El Deportivo perdió frente al Valencia en la última jornada (0-2) y regresó a Segunda dos décadas después. El año siguiente, Lotina cosechó otro descenso en el Villlareal. "La noche frente al Valencia fue muy dura. En aquella época hubo resultado resultados extraños. Afortunadamente, eso se ha corregido y hay menos suspicacias. Sumar dos descensos seguidos fue frustrante. En Villarreal yo hubiera seguido si nos hubiéramos mantenido. Cuando llegué, el equipo no estaba bien. Bien es cierto que mis números no fueron malos. Fue un año difícil porque el equipo no estuvo fuerte en ningún momento".

Si Nápoles colocó a Maradona al nivel de San Genaro (el patrón de la ciudad), Soria debería hacer lo mismo con Miguel Ángel Lotina (Meñaca, Vizcaya, 1957). El entrenador llevó al Numancia a los cuartos de Copa del Rey, donde fueron eliminados por el Barça de Cruyff, cuando estaban en Segunda B. Y logró el primer ascenso del club a Primera. Ahora, sin embargo, los aficionados al fútbol lo recuerdan por sus dos descensos consecutivos, en el Deportivo y en el Villarreal, algo a lo que le resta importancia: "Al principio me molestaba, pero ahora no. Intento no mirar hacia atrás. No me gusta llorar por el pasado ni sacar pecho por los éxitos", explica en conversación con El Confidencial.

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