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Militao rescata un punto sobre la bocina en una tarde negra para el Real Madrid (2-2)
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El Sevilla, a cuatro puntos

Militao rescata un punto sobre la bocina en una tarde negra para el Real Madrid (2-2)

El conjunto de Ancelotti perdonó demasiado y lo terminó pagando muy caro. Benzema, que falló un penalti, salió lesionado. Boyé fue la gran estrella del Elche en un recital del delantero

Foto: Benzema se lamenta tras fallar el penalti. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Benzema se lamenta tras fallar el penalti. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El Real Madrid empató contra un Elche serio y ordenado que aprovechó la falta de acierto blanca en el área rival para estar a punto de hacer historia en la capital. Los de Francisco, apoyados en un gran Edgar Badía bajo palos, la solidez defensiva colectiva y el contragolpe de sus hombres de ataque, sumaron esfuerzos en un partido que enloqueció en la segunda parte. El Madrid falló todo lo que pudo en la primera parte (penalti de Karim Benzema incluido) y lo pagó tan caro como el error defensivo del 0-1 de Lucas Boyé, cuando Hazard no persiguió a su marca y el argentino terminó rematando la jugada a placer. En la segunda parte, con Benzema lesionado, el Madrid se bloqueó por completo hasta cortocircuitar con el gol de Pere Milla. Luka Modric recortó distancias de penalti en el minuto 82 y Vinícius Júnior consiguió crear una jugada de peligro de la nada para poner un balón de valor gol en el área rival y asistir a Éder Militao en el 2-2 definitivo.

placeholder Los ilicitanos celebran el primer tanto el encuentro. (Reuters/Nacho Doce)
Los ilicitanos celebran el primer tanto el encuentro. (Reuters/Nacho Doce)

El equipo de Carlo Ancelotti salió perezoso al césped de un Santiago Bernabéu que homenajeó al gran Paco Gento. Los blancos, con la novedad de Eden Hazard por la banda derecha, tocaron a través de la incombustible sociedad que conforman Toni Kroos y Luka Modric sin encontrar la llave del gol. El belga se movía con libertad por todo el frente de ataque a la búsqueda de esa regularidad y jerarquía deseada. Dichosos los ojos, las miradas se concentraban en Vinícius Júnior, el futbolista más desequilibrante de LaLiga y en la magia de Karim Benzema, crucial en partidos atascados.

Precisamente, de la química entre el galo y el brasileño surgió la primera ocasión del partido, cuando Vinícius Júnior se sacudió su marca en el costado izquierdo y se topó con Edgar Badía en el interior del área. El Madrid encerraba al Elche en su campo y los de Francisco, que pretendían vengarse de la eliminación de Copa entre semana, esperaban su ocasión al contragolpe a través de las cabalgadas de Lucas Boyé, Pere Milla o Lucas Pérez. Así las cosas, Kroos probó fortuna con un disparo potentísimo que se fue por el lateral de la red.

placeholder Vinícius reacciona tras fallar una ocasión de gol. (Reuters/Nacho Doce)
Vinícius reacciona tras fallar una ocasión de gol. (Reuters/Nacho Doce)

Sin que el Elche intimidase al Madrid de verdad más allá de algún centro envenenado, el cuadro de Carlo Ancelotti asedió el área rival. Casemiro estuvo a punto de sorprender, pero su disparo también saldría centrado y tibio. Demasiado manso para un gran Edgar Badía. Sería la tónica general entre las ocasiones blancas como enseñaría Benzema tan solo cinco minutos después y el único motivo para entender la falta de gol. El francés dibujó el desmarque a la espalda de la defensa ilicitana para que David Alaba le enviase un caramelo que no pudo mandar al fondo de la red. De nuevo se cruzó en su camino el guardameta visitante.

Cuando el partido parecía atragantársele al Real Madrid, Vinícius forzó un penalti de Helibelton Palacios, aunque había habido una falta previa a Pere Milla. Benzema, que no acostumbra a fallar desde los siete metros, envió la pelota fuera para cumplir aquella máxima que reza que penalti que no es, no se transforma. El Bernabéu entonces sí que se impacientó, consciente de que sería una tarde de remar a contracorriente.

placeholder El galo falló la pena máxima. (EFE/Rodrigo Jiménez)
El galo falló la pena máxima. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar. Fidel, que había sustituido al lesionado Tete Morente aprovechó la poca implicación defensiva de Hazard al no perseguir a su lateral para caer en el espacio entre Lucas Vázquez y Militao. El extremo alzó la testa, localizó al portentoso Lucas Boyé en el corazón del área y este, absolutamente solo, no falló ante Courtois. Los visitantes resistirían en los últimos minutos del primer tiempo, cuando primero Mendy y luego Kroos volvieron a poner a prueba a Edgar Badía.

A la vuelta de vestuarios, ninguno de los dos entrenadores realizó cambios. Lo que sí que pudo variar fue el marcador si el VAR no rectifica a De Burgos Bengoetxea cuando vio un penalti inexistente sobre Hazard. Por suerte, el árbitro tiró de tecnología y canceló su primera decisión. El Madrid se enfrió en el juego y más lo hizo el Bernabéu cuando Benzema salió lesionado y entró Luka Jovic. Sin un disparo a puerta en 20 minutos y ningún plan de juego para superar entramado defensivo visitante, Ancelotti confío en Rodrygo por Kroos.

placeholder Benzema salió sustituido por lesión. (Reuters/Nacho Doce)
Benzema salió sustituido por lesión. (Reuters/Nacho Doce)

El Madrid se convertiría en un equipo sin médula espinal que funcionaba a base de espasmos en forma de centros sin ventaja al área. A pesar de ello, Vinícius Júnior pudo derribar el muro visitante sin atinar frente a Edgar Badía. Entonces volvería a emerger Lucas Boyé con una acción magnífica para librarse de Casemiro y Alaba, abrir la pelota hacia Pere Milla y este anotó el 0-2. El Madrid tenía prisa. Casemiro estrelló la pelota en la cruceta y Ancelotti quemó todas las naves cuando introdujo a Valverde e Isco por Lucas y Hazard.

El Madrid tendría un arreón final cuando Pere Milla cometió un penalti absurdo por mano que transformó Modric. Entonces el partido se rompió por completo, con el Elche buscando la sentencia al contragolpe, el Madrid encomendándose a la habilidad de Vinícius Júnior y Rodrygo Goes y embotellando a su adversario. Los blancos pedirían penalti por mano de Verdú, pero De Burgos Bengoetxea no vio nada punible. Entonces emergió el mejor jugador del Real Madrid. El más desequilibrante y determinante. Vinícius Júnior insistió en la banda, creó una jugada peligrosa de la nada y detectó a Militao en el área pequeña para hacer el 2-2 final. El Madrid salva un punto en un partido malo de los blancos. El Sevilla sigue a cuatro puntos.

El Real Madrid empató contra un Elche serio y ordenado que aprovechó la falta de acierto blanca en el área rival para estar a punto de hacer historia en la capital. Los de Francisco, apoyados en un gran Edgar Badía bajo palos, la solidez defensiva colectiva y el contragolpe de sus hombres de ataque, sumaron esfuerzos en un partido que enloqueció en la segunda parte. El Madrid falló todo lo que pudo en la primera parte (penalti de Karim Benzema incluido) y lo pagó tan caro como el error defensivo del 0-1 de Lucas Boyé, cuando Hazard no persiguió a su marca y el argentino terminó rematando la jugada a placer. En la segunda parte, con Benzema lesionado, el Madrid se bloqueó por completo hasta cortocircuitar con el gol de Pere Milla. Luka Modric recortó distancias de penalti en el minuto 82 y Vinícius Júnior consiguió crear una jugada de peligro de la nada para poner un balón de valor gol en el área rival y asistir a Éder Militao en el 2-2 definitivo.

Eden Hazard Karim Benzema Real Madrid