El VAR, de mal en peor: ¿qué entienden los árbitros por "penaltis light" o "penaltitos"?

Como dijo el escritor francés Alphonse Karr, "todo hombre tiene tres variedades de carácter: el que realmente tiene, el que aparenta y el que cree tener". "Llevo desde los 18 años arbitrando y sé de lo que va esto", aseguró Luis Medina Cantalejo tras ser nombrado presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) en sustitución de Carlos Velasco Carballo. Sin embargo, menos de un mes después de que el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) le presentara como nuevo responsable de un estamento tan influyente, el andaluz no ha logrado que el videoarbitraje español funcione mejor, sino que de hecho va de mal en peor. "En la calle hay cierta opinión de que el VAR es mejorable", confesó el sevillano, quien se supone que precisamente venía para eso, mejorarlo, y no para hacer justo lo contrario.

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Según este hijo y nieto de árbitros, que debutó en Primera División en 1998 y estuvo en el Mundial de Alemania 2006, "el VAR es una herramienta fantástica para muchas cosas, pero tenemos que ir dándole una vuelta". Lo de "darle la vuelta" no quedó muy claro, ya fuera por ese corporativismo que tienen los árbitros cuando están en activo —y del que muchos se olvidan cuando cuelgan el silbato— o por no echar más leña sobre el chamuscado Velasco. "En las áreas está el quid de la cuestión, pues es ahí donde hay muchos matices", explicó Medina Cantalejo en su presentación, junto a un Luis Rubiales que no le quitaba ojo.

"Cuando el presidente de la RFEF me llamó, le expuse mis ideas. Yo abro la puerta de lo que es la institución y siento que la sociedad no tiene muy claro lo que es el VAR. No podemos estar constantemente analizando todo", aseguró este ex árbitro internacional, que también presumió del "excepcional trabajo que está haciendo el equipo" y de "generacionalmente el mejor grupo de árbitros". Cabe recordar que el sevillano se retiró hace 13 años y quizás por ello es de los que piensa que "para sancionar un penalti tiene que ser una acción muy clara".

El problema viene cuando, como presidente del CTA y a buen seguro que bajo las influencias de quien le ha colocado en el puesto, ha tenido que explicar a todos los árbitros esos cambios que quiere en el VAR. "No es una ruptura absoluta, es tocar unos matices", adelantó, para volver a decir algo que siempre mantuvo su antecesor, aunque es cierto que poco a poco Velasco fue incumpliéndolo: "El árbitro de campo tiene que llevar las riendas y el VAR es el apoyo para donde se equivoca en casos tremendamente claros".

Y aquí es donde llega la polémica: "Que no se piten esos penaltis light o penaltitos. Los toques, pequeños empujones, agarroncitos... Eso es fútbol. Queremos dar sentido común a todo esto", apuntó Medina Cantalejo, quien admitió que como árbitro se "equivocó muchas veces" y dijo que "ojalá hubiera tenido el VAR" en su momento, porque "es una herramienta tremendamente útil". Útil siempre y cuando se use, algo que ahora no sucede y resulta difícilmente comprensible.

Los casos de Marelo e Isak

"Damián agarra a Marcelo y no le deja continuar la jugada. Es evidente que hay agarrón", dijo Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, para reclamar un penalti no señalado a su equipo en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe. "Jugada dentro del área y agarrón", añadió el Buitre en los micrófonos de Movistar para dejar clara su visión de una jugada que quizás Medina Cantalejo considere "penalti light" al ser un "agarroncito".

Peor aún fue la decisión de Del Cerro Grande de no pitar un clarísimo penalti a Alexander Isak, que hubiese dado la opción a la Real Sociedad de hacer el 0-2 y dejar al Alavés con uno menos justo antes del descanso. Sobre todo porque que en la segunda parte el madrileño sí señaló uno cuanto menos riguroso de Zubeldia. "Penalti y expulsión", indicó el club donostiarra en su cuenta de Twitter junto a un video de la jugada de Isak.

Y es que una cosa es, como dijo el presidente del CTA, apostar "por levantar un poquito el acelerador" en las intervenciones del VAR, para que estas se produzcan por "acciones claras y manifiestas que el árbitro no ha podido ver" e incluso que "en las grises lo que decida el árbitro vaya adelante", pero otra bien distinta que las evidentes, como el agarrón a Marcelo y el empujón a Isak, el VAR al menos no llame al árbitro para que se digne a revisar la jugada y ratifique o cambie su decisión.

"El penalti a Isak ha sido muy claro. El jugador del Alavés le empuja por detrás para desestabilizarle y que no tire en condiciones, como así ha sido", dijo el siempre ponderado Mikel Merino. Hasta el entrenador de la Real, que nunca habla de los árbitros, dijo al ser preguntado por el penalti no pitado a Isak y el sí señalado de Zubeldia: "Tú lo has dicho, claro uno y riguroso el otro".

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