El espíritu Xavi es lo único a lo que se puede agarrar el Barça: mal momento para los culés

El peor momento posible para que el Barça de Xavi sumara su primera derrota era el partido ante el Betis (0-1) y así ocurrió. Los fantasmas vuelven al equipo culé antes del decisivo encuentro de Champions frente al Bayern de Múnich. Hacía 18 años que el Barcelona no iba tan mal en Liga. Hasta el punto de que sólo han ganado un partido como visitante, en La Cerámica (1-3).

El problema del equipo culé fue pensar que con la salida de Koeman se acabarían todos los males. La difícil situación económica, unida a la salida de Messi, hace que sea imposible mirar a corto plazo en el club. Joan Gaspart, expresidente del Barcelona (2000-03), declaró en El Confidencial que "en el Barça no hay transiciones que valgan". No obstante, parece que es el única solución para que el remedio sea mejor que la enfermedad.

La fortuna, en forma de lesiones, también se ha cebado con el Barça. Cuando Ansu Fati había vuelto en su mejor momento, recayó y lleva varias semanas de baja. Ahora le ha llegado el turno a Gavi, que tuvo que salir en camilla en la visita del Betis. Otro jugador clave, sobre todo en la presión, que pierde Xavi.

No sirve el notable

Los grandes equipos tienen un bloque más o menos compacto, pero se caracterizan porque tienen uno o dos extraordinarios atacantes que les resuelven los partidos. Este Barcelona, al margen de Ansu Fati (que lleva casi 11 meses de baja en el último año), no dispone de ese perfil de jugador que tan bien le vendría a Xavi. Pensar que compararon este Barça con el de la primera etapa de Laporta. Ya quisieran tener a jugadores como Ronaldinho, el propio Xavi, Deco o Eto’o.

La única solución posible es tirar de La Masía y no agotar a Xavi. El nuevo entrenador dejó claro en su presentación que habría exigencia: "Somos el Barça. No sirve el empate ni la derrota. No sirve el notable, sino el excelente". Lo que parece claro es que los culés deben solventar este año como puedan y agarrarse a la temporada que viene. Con una buena preparación en verano, y con tiempo para ir paliando las consecuencias de la etapa Bartomeu, la situación puede mejorar.

El estado de ánimo también es importante en el fútbol. Parece que, desde hace tiempo, en Barcelona no hay mucha felicidad. Tanto que Piqué declara que prefiere Madrid: "Siento envidia sana de Madrid, me gustaría que la Ciudad Condal estuviera a su nivel". Busquets y Gavi son los mismos en la Selección y en el Barça, pero no están igual de cómodos.

Una prudencia más que necesaria

La prudencia es otra de las claves necesarias para que el Barça siga hacia delante. De nada valen algunas declaraciones de Laporta: "Dembélé es mejor que Mbappé". Puede que sea una maniobra para ir ganándose al francés para su renovación, pero no es el mejor momento para hacerlas viendo la evolución del equipo.

Las comparaciones también son odiosas. Es un halago para Xavi, como él afirmó, que lo comparen con Guardiola. Pero ya quisiera haber tenido la misma plantilla que Pep: Iniesta, Messi, Puyol, Piqué, Valdés, Henry… El tiempo será el único que determinará si fue acertado o no quemar tan rápido la bala de Xavi. Ahora en Barcelona sólo se puede tener paciencia para que el sol vuelva a salir.