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El Barça colapsa ante el Levante, pierde LaLiga y Koeman explota de rabia (3-3)
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Otro pinchazo azulgrana

El Barça colapsa ante el Levante, pierde LaLiga y Koeman explota de rabia (3-3)

El conjunto culé lanzó a la basura una ventaja de 0-2 a favor en el Ciutat de Valencia en la segunda parte. El equipo catalán ha desperdiciado siete de los últimos 12 puntos en juego

Foto: Ronald Koeman explota tras el 3-3 del Levante. (EFE)
Ronald Koeman explota tras el 3-3 del Levante. (EFE)

El Barça no se cansa de tirar LaLiga. Lo hizo ante el Granada y lo ha hecho ante el Levante en dos partidos calcados. Los de Ronald Koeman se consiguieron poner por delante y abrir brecha en el marcador, pero en la segunda, lanzaron a la basura un 0-2 a favor y enloquecieron. Los azulgranas demostraron tener dinamita en ataque y explotársela en sus narices en defensa. Además, van muy justos de energía y de credibilidad. El conjunto culé se ha convertido en un equipo irregular, capaz de decidir un partido en diez minutos y de perder dos puntos en dos minutos para luego solucionarlo al instante y volver a colapsar. El Barça pierde siete de los últimos 12 puntos en juego y se hunde en un mar de problemas físicos, tácticos y psicológicos. LaLiga ya es un tema de Atlético y Real Madrid.

placeholder Messi, decisivo de nuevo. (Reuters)
Messi, decisivo de nuevo. (Reuters)

El Barça saltó al Ciutat de Valencia dispuesto a resolver el partido por la vía rápida. Lo hizo combinando con celeridad, explotando la inocencia del Levante e imprimiendo un ritmo fulgurante en los diez primeros minutos del encuentro. Con Ousmane Dembélé en el carril derecho y Jordi Alba en el izquierdo, el Barça colocaba cuatro delanteros en campo rival y situaba a sus dos interiores (Frenkie de Jong y Pedri González) a la espalda del centro del campo. Enseguida la superioridad se tradujo en ocasiones de gol. Con Frenkie de Jong sembrando el pánico tras las líneas enemigas en esa versión que llega y sorprende. Dos carreras al espacio sirvieron para dejar pasmada a la línea defensiva local y habilitar al joven canario, pero Pedri falló. El azulgrana ha llegado al tramo final de LaLiga con el tanque en reserva y las piernas le pesan como si estuvieran pegadas a dos bloques de hormigón.

El Barça perdonó en la primera parte

Tanto perdonar parecía que los de Ronald Koeman podían pagarlo y hacer valer ese dicho atávico. Sus líneas se despegaban con facilidad y muchos jugadores pedían a gritos bombonas de oxígeno. El Levante, frío y calculador, tejía una telaraña defensiva con el objetivo de cazar a su presa en un despiste. El Barça la perdía y los locales contragolpeaban a toda mecha. Morales, De Frutos y Bardhi dibujaban carreras por el verde, pero las luces se apagaban en el último tercio. En esas, cuando el duelo estaba abierto en canal, Messi lo mandó cerrar gracias a su inagotable conexión con Jordi Alba desde la izquierda. El lateral, buscando a De Jong, envió un centro que terminó en volea de Messi y con Aitor Fernández yendo a buscar el cuero al fondo de la red.

placeholder Los jugadores del FC Barcelona celebran el gol de Messi. (Reuters)
Los jugadores del FC Barcelona celebran el gol de Messi. (Reuters)

El partido se puso de cara y el Barça decidió pagarle con la misma moneda al Levante poco después. Al galope, Dembélé, que había estado tímido y desconectado hasta el momento, volvió a esbozar una sonrisa en su rostro. Messi, de nuevo, apareció para ponerle un balón al espacio, el francés superó en los 100 metros lisos a Óscar Duarte y asistió a un Pedri que, por fin, lograba el tanto a la tercera. El extremo galo puede estar impreciso, desaparecido y perder un número obsceno de pelotas, pero cuando encara en profundidad, el ataque del Barça amedrenta a campo abierto.

El conjunto catalán se fue al descanso intimidando al contragolpe y con el Levante noqueado. A la vuelta, Ronald Koeman introdujo un cambio por obligación. Ronald Araújo, tocado, tuvo que abandonar el césped y el neerlandés dio entrada a Sergi Roberto. Y el entrenador local, Paco López, no tocó un par de teclas, sino que se compró un teclado nuevo. El Levante pasó a presionar arriba en lugar de esperar en su propio terreno. El Barça, despistado y con Lenglet fallón, regaló un par de pelotas sensibles en los primeros pases que no fue capaz de transformar en gol.

El Barça se pegó un tiro en el pie

De Jong, ni corto ni perezoso fue en busca de su gol, cansado de regalárselo a otros y se quedó muy cerca. El Barça salió al tran-tran y confundió anestesiar el ritmo del partido con echarse a dormir. En tan solo dos minutos, el Levante voló por los aires LaLiga. Primero con un cabezazo de Melero tras ganar la posición al recién ingresado Sergi Roberto y rematar un centro llovido y luego, con una pérdida de Messi en el centro del campo que terminó en una fabulosa volea de Morales. Cuatro minutos después, Messi iniciaba la jugada para Griezmann, la pelota acababa en los pies de Dembélé y el francés fusilaba a Aitor Fernández.

placeholder Dembélé, autor del 2-3. (Reuters)
Dembélé, autor del 2-3. (Reuters)

Alguno podría pensar que, después de solventar el 'match ball', el Barça disminuiría la locura y se haría con el control del encuentro. Lejos de ser así, el Barça entregó la pelota al Levante y se limitó a defender su área y tirar una moneda al aire. Koeman, entretanto, tiró de Óscar Mingueza y sustituyó a un agotado Pedri. Koeman intentó rascar minutos como pudo y volvió a hacer dos cambios (Dest y Braithwaite por Dembélé y Griezmann). El Levante seguía percutiendo por la banda y encontró en la espalda de Dest una mina de la que extraer oro. Toño tiró el desmarque, Dest se lo comió, el lateral levantinista sacó un centro y Sergio León remató al primer palo para colocar el definitivo 3-3. Koeman explotó de rabia e impotencia en la banda viendo cómo su equipo desperdiciaba siete de los últimos 12 puntos en juego.,. Pero no supo cómo sostener al Barça y sus pupilos perecieron.

El Barça no se cansa de tirar LaLiga. Lo hizo ante el Granada y lo ha hecho ante el Levante en dos partidos calcados. Los de Ronald Koeman se consiguieron poner por delante y abrir brecha en el marcador, pero en la segunda, lanzaron a la basura un 0-2 a favor y enloquecieron. Los azulgranas demostraron tener dinamita en ataque y explotársela en sus narices en defensa. Además, van muy justos de energía y de credibilidad. El conjunto culé se ha convertido en un equipo irregular, capaz de decidir un partido en diez minutos y de perder dos puntos en dos minutos para luego solucionarlo al instante y volver a colapsar. El Barça pierde siete de los últimos 12 puntos en juego y se hunde en un mar de problemas físicos, tácticos y psicológicos. LaLiga ya es un tema de Atlético y Real Madrid.

Levante UD