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Ronald Koeman, el defensor de La Masia al que no le tiembla el pulso con nadie
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El neerlandés abroncó a Mingueza

Ronald Koeman, el defensor de La Masia al que no le tiembla el pulso con nadie

Desde que llegó al Barça, el técnico de Países Bajos se ha caracterizado por confiar en los jóvenes y señalar sus errores cuando así lo ha creído necesario

Foto: El técnico azulgrana reclama una falta sobre Leo Messi bajo la atenta mirada de Óscar Mingueza. (Reuters)
El técnico azulgrana reclama una falta sobre Leo Messi bajo la atenta mirada de Óscar Mingueza. (Reuters)

Corría el minuto 75 de la segunda parte entre Barça y Getafe cuando Ronald Koeman abroncó a Óscar Mingueza por todo lo alto desde la banda. El central, en línea de tres, se había tomado la libertad de soltarse en ataque con un autopase y desequilibrar el sistema defensivo culé con un apretado 3-2 en el marcador. El neerlandés, al que ya se le había torcido el gesto cuando el cuadro azulón empató al aprovechar la ausencia del canterano en el primer tiempo, acabó sacando del campo a un cariacontecido Mingueza. Después de recorrer todo el terreno de juego y partir desde el extremo opuesto, el joven defensa quería aclarar el asunto con el preparador, pero Koeman no estaba por la labor. Rápidamente, muchos aficionados azulgranas acusaron al neerlandés de cargar las culpas del desarrollo del encuentro al canterano, sin darse cuenta de que tamaña bronca pública solo había sido posible gracias a la apuesta por parte del técnico de Países Bajos.

El preparador azulgrana tiene un temperamento fuerte y nunca se ha esforzado en esconderlo desde que fue anunciado. Más bien todo lo contrario, haciendo de su personalidad una rampa de lanzamiento desde la que marcar distancia con los futbolistas y reforzar su posición. Incluso ha ejercido como portavoz de los interes del club frente al silencio institucional que rodeaba el Camp Nou antes de la llegada de Joan Laporta. Aunque algunos le acusaran de cargar tan solo contra los futbolistas de menor rango, véase los canteranos, poco tiempo después, cabe recordar que Koeman fue el encargado de despachar a uno de los pesos pesados del vestuario nada más llegar, Luis Suárez. O de dejar a Antoine Griezmann en el banquillo tanto en El Clásico disputado en Valdebebas como en la vuelta de las semifinales de Copa ante el Sevilla. Querían a alguien que doblegase a las vacas sagradas y él siempre lo ha hecho cuando lo ha creído necesario.

El comandante azulgrana no quiso darle más importancia a la acción: “Hubo jugadas atrás en las que ni Ronald Araújo ni Óscar Mingueza estuvieron bien. El cambio no ha sido por enfadarme con Mingueza. Está haciendo una gran temporada y, tras el cambió, hablé con él. No hay ningún problema”, declaró el técnico en los micrófonos de Movistar Plus. Acto seguido, añadió: "Mi reacción fue un poco exagerada. Óscar se lesiona y sale fuera del campo. Pero duró demasiado tiempo para saber si podía volver o no". Y es que, a pesar de que Sergiño Dest ya estaba preparado, Mingueza pidió seguir: "Óscar dijo que podía continuaba. Hay que aprender y tomar decisiones por parte del médico y de los jugadores un poco antes".

placeholder Mingueza se ha convertido en un fijo en los esquemas de Ronald Koeman. (EFE)
Mingueza se ha convertido en un fijo en los esquemas de Ronald Koeman. (EFE)

Pedri tampoco se libró de las reprimendas de su técnico. "No ha estado a su nivel. Los jóvenes deben aprender a que ser jugador del Barça te obliga a estar siempre en todos los partidos". Una afirmación rasa y al pie que entenderán todos los protagonistas implicados. Pero vayamos a lo importante. Huyamos de la anécdota y desgranemos el hecho en sí. Si Ronald Koeman cargó su furia sobre Óscar Mingueza, Pedri González y Ronald Araújo es porque sabe que pueden dar más. Porque esos ataques de ira que pueden parecer violentos a ojos del espectador son un parón en el camino de una formación que aún no ha finalizado. Hablamos de jugadores de 18 años (Pedri), 21 años (Mingueza) y 22 años (Araújo) que justo acaban de echar a rodar en el máximo nivel.

Y sí. Mingueza se equivocó. Como así lo hizo Araújo. E incluso se puede decir que Pedri pasó de puntillas por el encuentro ante los de Bordalás. Pero el 'culpable' de sus errores es su mayor valedor. Alguien que, sin hincharse la boca constantemente sobre la cantera, ha remarcado el valor de La Masia en una de las temporadas más enrevesadas en años al apostar por todos ellos cuando Gerard Piqué, Clément Lenglet y Samuel Umtiti cayeron lesionados e incluso cuando ambos zagueros galos han estado en perfectas condiciones. En el caso del interior canario, al colocarlo por delante de Miralem Pjanic y auparlo hasta ser el 7ª jugador de la plantilla con más minutos (3.175) entre todas las competiciones. Algo similar sucede con Óscar Mingueza (9º con 2.528 minutos) y Ronald Araújo (12º con 1.870 minutos).

placeholder El central azulgrana, ante el Getafe. (EFE)
El central azulgrana, ante el Getafe. (EFE)

Mérito especial tiene el caso de Óscar Mingueza. Hace un año, el catalán estaba en el filial azulgrana, pero veía los partidos desde el banquillo y desde la grada. Por delante de él estaban 'Chumi' y Jorge Cuenca (ambos futbolistas de la UD Almería de Segunda División) y el uruguayo Araújo. Sin embargo, Koeman detectó su potencial aunque no estaba en la cima de la cadena trófica canterana y, desde entonces, se ha convertido en un fijo en las convocatorias y los XI del neerlandés. Como con el charrúa, el 'devorador de canteranos' es su mejor aliado.

Corría el minuto 75 de la segunda parte entre Barça y Getafe cuando Ronald Koeman abroncó a Óscar Mingueza por todo lo alto desde la banda. El central, en línea de tres, se había tomado la libertad de soltarse en ataque con un autopase y desequilibrar el sistema defensivo culé con un apretado 3-2 en el marcador. El neerlandés, al que ya se le había torcido el gesto cuando el cuadro azulón empató al aprovechar la ausencia del canterano en el primer tiempo, acabó sacando del campo a un cariacontecido Mingueza. Después de recorrer todo el terreno de juego y partir desde el extremo opuesto, el joven defensa quería aclarar el asunto con el preparador, pero Koeman no estaba por la labor. Rápidamente, muchos aficionados azulgranas acusaron al neerlandés de cargar las culpas del desarrollo del encuentro al canterano, sin darse cuenta de que tamaña bronca pública solo había sido posible gracias a la apuesta por parte del técnico de Países Bajos.