El Atleti pasa al ataque contra el Madrid y los árbitros de cara al tramo final de temporada

A pocos minutos de que se terminase la primera mitad del encuentro que enfrentó al Atlético de Madrid y el Real Madrid el pasado domingo, un centro de Toni Kroos acabó por impactar en la mano despegada de Felipe. El balón, que iba en dirección a un Casemiro colocado para anotar sin dificultad, acabó repelido gracias al accidentado despeje del defensa brasileño. La mano fue tan involuntaria como polémica, especialmente por la falta de criterio del colectivo arbitral a la hora de señalar este tipo de acciones durante la temporada. Alejandro José Hernández Hernández tenía buena visibilidad y, en directo, no vio nada punible en la jugada. Desde la sala VAR, González González le avisó para que acudiera a revisar la posible mano, pero el árbitro del derbi reiteró su decisión una vez observó las imágenes: no había nada.

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Albert Ortega

El 1-1 final, así como el poco fútbol vistoso que se vio durante los 90 minutos, provocó que la mano de Felipe fuera el eje central de los debates y análisis del encuentro. Desde el Real Madrid se señaló directamente a Hernández Hernández a través de su director de relaciones institucionales, Emilio Butragueño, por un supuesto trato perjudicial cada vez que les arbitra. Todavía en el campo del Wanda Metropolitano, los jugadores rojiblancos alucinaron con las quejas de sus rivales. “¿Vos os vas a quejar después de LaLiga del año pasado? Tiene tela”, increpó Luis Suárez a Lucas Vázquez cuando enfilaban el túnel de vestuarios al descanso. El uruguayo resumió el sentimiento del vestuario, atónitos por las críticas de los madridistas. Un día después, el club colchonero decidió dar una respuesta institucional, sumándose al sentimiento de sus jugadores.

“Critican hasta los aciertos... Algunos están acostumbrados a tener siempre el viento a favor”, fue el escueto mensaje que el perfil oficial del Atlético de Madrid, muy alejado de la política habitual de comunicación del conjunto. Una clara declaración de intenciones: el club pasa al ataque. Desde la institución no entienden como una decisión acertada puede derivar en una campaña sobre si el Atleti es beneficiado por los árbitros. Los rojiblancos se encuentran líderes de LaLiga con 59 puntos, a tres puntos de ventaja del FC Barcelona y cinco del Real Madrid, con un partido pendiente por disputar (recibirán en el Wanda al Athletic Club de Bilbao el próximo 10 de marzo). Pero los resultados de las últimas semanas provocaron la pérdida de su ventaja -la diferencia de puntos con sus perseguidores era de 10 puntos, y un partido más, hace solo seis jornadas- y la inercia de los culés preocupa.

De Gil Marín a los jugadores, pasando por Simeone

Aunque Diego Pablo Simeone alabó el papel del VAR, del que considera “hace el fútbol más justo”, acabó por acordarse de su eterno rival al ser preguntado por la mano de Felipe. El argentino rememoró la jugada del Eibar-Real Madrid del pasado 21 de diciembre, cuando Sergio Ramos cortó un balón con el codo extendido frente al Eibar, en una acción similar a la vivida en el Wanda Metropolitano y en la que tampoco se pitó penalti. Desde el vestuario rojiblanco se teme que el clima mediático en torno a los árbitros les acabe por perjudicar en futuras decisiones, más aún con la competición en un puño. Con esta ofensiva, el Atleti suma presión al colectivo arbitral para los próximos encuentros, en una estrategia que ya comenzó su consejero delegado y máximo mandatario, Miguel Ángel Gil Marín, tras la polémica protagonizada por Thomas Lemar en el partido frente al Villarreal.

El jugador francés, en un lance de juego, tuvo un duro choque con Etienne Capoue. Al intentar esquivar al marcador, Lemar golpeó el rostro de su compatriota con el codo. El VAR pidió revisión a Ricardo Burgos Bengoetxea, quien había señalado una simple falta. Cuando el árbitro acudió a ver la repetición, todo parecía indicar que iba a suponer agresión y roja directa para el mediocentro rojiblanco, pero el castigo quedó en una amarilla.

La jugada cobró especial relevancia días después, en una rueda de prensa de Velasco Carballo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, cuando aseguró que la acción debía haber sido sancionada con roja: "El árbitro va a verla en el monitor, discrepa con su compañero y para él esa jugada no es roja y es tarjeta amarilla. Después nosotros tenemos que analizar como comité quién pensamos que ha tomado la decisión correcta, el que le ha llamado desde el VAR que pensaba que era tarjeta roja o el árbitro de campo que se ha decidido por una amarilla. Tras el análisis para nosotros esto es roja y este debe ser el criterio a seguir”.

Miguel Ángel Gil Marín no tardó en responder a este comentario, entendiéndolo como un ataque a las aspiraciones rojiblancas. "No entiendo por qué el presidente del Comité Técnico de Árbitros reprende públicamente a uno de los mejores colegiados que tenemos en España y más en una decisión que nunca se puede considerar como un error. El árbitro aprecia una jugada en el campo y toma una decisión tras verla por televisión, como la gran mayoría de aficionados al fútbol", aseguró en declaraciones para Efe.

“Quien haya jugado al fútbol, quien conozca a Thomas Lemar, solo puede coincidir con el criterio del árbitro en la jugada. No intenta agredir al jugador contrario, ni siquiera quitárselo de su camino, tan solo pretende continuar la jugada esquivándolo cuando se lo encuentra de repente al intentar progresar en una jugada de ataque”, insistió el mandatario rojiblanco, no sin antes advertir que "estos comentarios públicos son muy peligrosos porque condicionan las decisiones de los colegiados que deben arbitrarnos y dan la sensación de que hemos sido beneficiados por un error arbitral, cuando no es así”.

El CTA matizaría las palabras de su presidente a través de un comunicado, donde explicaron que Velasco Carballo no hablaba de una jugada en concreto, sino de la normal general.

Menos de una semana después, el Atlético de Madrid volvió estar envuelto en una discordia similar: una jugada interpretable, de aquellas que habrían recibido críticas y centrado polémicas hubiera caído la moneda por una cara u la otra, se saldaba a favor de los rojiblancos. La maquinaria se activó con los jugadores sobre el terreno de juego, la continuó Simeone y el club respondió. Con 13 jornadas por delante para el Atleti, cualquier detalle es importante de cara a la ansiada consecución del título de liga.