Lo que le sobra al maestro Benzema y le falta a unos alumnos que aún están verdes

Ver jugar de verde al Real Madrid en el Santiago Bernabéu es como ver a una niña liderar la lucha contra el cambio climático: ya nada sorprende. El equipo madridista se sumó a la cumbre por el clima luciendo su tercera equipación y su tercera delantera. A Benzema le acompañaron Rodrygo y Vinícius, que de momento son un par de alumnos todavía verdes. Contra el Espanyol (2-0) fue el maestro francés el que brilló con una asistencia y un gol.

Sin Hazard ni Bale, lesionados, y con Isco en el banquillo, Zinédine Zidane alineó juntos por primera vez a Rodrygo y Vinícius. El primero se ha asentado en el equipo tras los tres goles que marcó al Galatasaray en la Champions League, mientras que el segundo no jugaba desde el 9 de noviembre. Esa larga ausencia hacía más atractiva su presencia, y el exjugador del Flamengo fue de los mejores.

Mostró mucho desborde, seguramente su mejor virtud. De él nacieron algunas de las mejores ocasiones del Real Madrid en la primera parte. El principal defecto de Vinícius es su falta de definición. No es solo una cuestión de goles, también de tomar buenas decisiones cuando se acerca a la portería. Le falta pausa para canalizar toda la potencia que muestra cuando arranca. Contra el Espanyol mejoró, pero Diego López evitó su gol. El Bernabéu reconoció su partido con una ovación cuando fue sustituido. Rodrygo estuvo más desaparecido. Entró menos en juego y solo tuvo una ocasión. Zidane utilizó unos minutos a otro joven delantero, Brahim Díaz, que ha jugado muy poco esta temporada por culpa de las lesiones.

El tiempo y la experiencia les dará lo que ahora le sobra a Benzema, una relación con el juego que le permite que ser decisivo con muy poco. El delantero francés está en el mejor momento de su carrera. Suya fue la asistencia para que Varane marcara el primer gol y suyo fue el segundo, tras una jugada en la que conectó con Fede Valverde, la otra gran noticia del Real Madrid esta temporada.

Mientras Cristiano Ronaldo batía un récord tras otro, Benzema sufría un cuestionamiento casi continuo, sobre todo por su número de goles, que casi nunca fueron malos, pero que padecían la comparación con los del portugués. La temporada pasada ya rozó su mejor marca goleadora con el Madrid y en esta va camino de superarla. Es el pichichi de LaLiga con 11 goles y ha marcado 15 en total. "Cualquier cosa que le des lo va a definir bien", dijo Valverde en Movistar.

El Real Madrid ganó sin demasiadas florituras, apoyado en un buen portero, una trabajada solidez defensiva y un jugador que tiene un idilio con el gol. Los nombres han cambiado con respecto al equipo que ganó tres Champions League seguidas (el portero no es Keylor Navas, sino Courtois; Modric observa desde el banquillo a Fede Valverde; y Benzema domina el área), pero las sensaciones son similares. Solo el tiempo dirá si la historia se repite.