La magia de Leo Messi con las faltas tapa los problemas del Barcelona

Hasta hace un lustro, Leo Messi era un buen lanzador de faltas, pero no uno superlativo. En sus primeros años en el FC Barcelona no las lanzaba. Cuando se fue Ronaldinho empezó a hacerlo, pero compartía esa responsabilidad con Xavi Hernández. No fue hasta la marcha del centrocampista cuando el argentino se convirtió en la primera opción. De eso hace ahora cuatro años, en los que Messi ha metido más de 20 goles de falta solo en LaLiga. Los últimos dos, este sábado en la victoria contra el Celta (4-1).

Desde la temporada 2015-2016, solo en la competición doméstica, el jugador argentino ha marcado 22 goles de falta en 174 lanzamientos (un 12,6% de acierto), según datos de Mister Chip. En sus 174 lanzamientos anteriores había marcado 12 goles (6,9%). Sus cifras son extraordinarias. Solo Messi (15) ha marcado cinco veces más goles de falta que el Real Madrid (3) desde el inicio de la temporada /2017-2018). En las últimas ocho temporadas, Messi ha marcado más goles de libre directo que cualquier otro equipo de las cinco grandes ligas europeas.

Los de Messi no fueron los únicos goles de falta del partido. Antes de que Messi marcara el primero suyo, Lucas Olaza dejó otro gran gol de libre directo. El lateral del Celta engañó a todos con un golpeo con la izquierda partiendo desde una posición perpendicular al balón. Fue el empate a uno en el minuto 42, justo premio a la primera parte que había realizado el Celta.

Tres goles de Messi

Antes de los dos goles de falta, Messi había marcado de penalti el primer gol del partido en el minuto 23. Minutos antes, la afición del Camp Nou había pitado tímidamente a su equipo, que tuvo problemas similares a los que sufrió el martes en la Champions League ante el Slavia de Praga. El Barça es líder, pero está lejos de su mejor nivel. Le cuesta horrores superar a rivales que le presionan muy arriba, y el Celta, con el debutante Óscar García Junyent en el banquillo, lo hizo muy bien en la primera parte.

La suplencia de Sergio Busquets dejó al Barça con menos herramientas para superar esa presión. Ernesto Valverde colocó a Sergi Roberto de mediocentro posicional y a los 20 minutos se dio cuenta de que la cosa no funcionaba y ordenó que cambiara la posición con Frenkie De Jong. La lesión de Semedo forzó la vuelta de Sergi Roberto al lateral y la entrada de Busquets, que mejoró al equipo. El mediocentro cerró el marcador con un disparo desde la frontal en el minuto 85.

Messi es la única constante de un Barcelona muy irregular, que alterna buenos y malos momentos también dentro de un mismo partido. Los partidos contra el Slavia y el Celta, uno empatado y otro ganado con claridad, se parecen bastante. En ambos, el equipo fue de menos a más, debido también a la incapacidad de sus rivales de mantener una presión tan intenta durante más de una parte. En ninguno de los dos el Barça estuvo bien, pero contra el Celta, un par de faltas de Messi cambiaron el encuentro y le dieron la victoria.