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El pasado común de Courtois y Oblak o por qué el Atlético relanzó sus carreras
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El belga tendrá un recibimiento hostil

El pasado común de Courtois y Oblak o por qué el Atlético relanzó sus carreras

Ambos llegaron al conjunto coclchonero siendo unos desconocidos y se convirtieron en imprescindibles. Oblak supera en números a Courtois. El ahora portero del Madrid llega cuestionado

Foto: Oblak y Courtois, durante la etapa del belga en el Chelsea. (Reuters)
Oblak y Courtois, durante la etapa del belga en el Chelsea. (Reuters)

Cuando David de Gea abandonó el Atlético de Madrid en 2011 para poner rumbo a Manchester, la dirección deportiva del club rojiblanco, entonces en manos de Caminero, tuvo claro qué tipo de portero necesitaba para reemplazar al madrileño. El requisito mínimo e imprescindible era que midiera más de 1,85cm, luego que fuera ágil y coordinado en sus movimientos. Caminero se fijó en un joven de tan solo 16 años que había sido campeón con el Genk belga, Thibaut Courtois. El Chelsea se le adelantó, pero el Atlético logró la cesión por tres años del prometedor guardameta. Poco a poco, el futbolista creció exponencialmente a las órdenes de Simeone hasta borrar de un plumazo el 'síndrome de abstinencia' dejado por De Gea.

Con Courtois en la portería el Atlético despegó hasta alcanzar la final de la Champions League, ganar una Liga, la Copa y dos trofeos internacionales (Europa League y Supercopa de Europa). En sus tres cursos como rojiblanco recibió 0,80 goles en 154 partidos y se alzó con dos Zamora. Protagonizó numerosas paradas de mérito que aún perduran entre la afición colchonera. Sin embargo, los londinenses reclamaron su vuelta en 2014 y el Atleti tuvo que hacer frente al mismo problema de temporadas anteriores: encontrar a otro sustituto de garantías. Ya con Andrea Berta en la dirección deportiva, el club eligió a Jan Oblak, un desconocido que jugaba en el Benfica. Se pagaron 16 millones por sus servicios, la claúsula que impuso la entidad lusa, que ahora parecen pocos.

Porque desde su aterrizaje en la capital española Oblak no ha dejado de coleccionar Trofeos Zamora, afianzándose como uno de los mejores del mundo. No ha ganado tanto a nivel colectivo como el belga, ahora enemigo público número uno en el Metropolitano, lo que ha privado de ciertos reconocimientos internacionales, pero su trabajo no ha sido en balde: las principales potencias europeas ansían hacerse con sus servicios. Curiosamente, el esloveno se convirtió en el portero más caro de la Liga hasta que el Madrid adquirió a Courtois por 35 millones el curso pasado. Esta noche se verán de nuevo las caras por tercera vez en el derbi (21:00h).

placeholder Obkak atrapa un balón en un encuentro de Liga con el Atlético. (EFE)
Obkak atrapa un balón en un encuentro de Liga con el Atlético. (EFE)

Oblak supera a Courtois

Sea como fuerte, a ambos el Atlético les situó en primera fila del escaparate mundial. Las estadísticas de Thibaut en el club las supera claramente Oblak, que ha promediado 0,67 goles en 215 partidos. Además, Courtois llega al partido de esta noche enfrentado a su antigua afición, que le recibirá de forma hostil, y puesto en duda por su actual hinchada tras un regular inicio de curso. El portero belga no es ese cerrojo imposible de abrir y no transmite la seguridad que la afición le reclama. Además, la salida de Keylor Navas para favorecer su titularidad no ha sentado del todo bien en el Bernabéu.

El 'tico', indiscutible en el Madrid de las tres 'orejonas', era un ídolo en casa blanca por sus paradones imposibles y sus reflejos felinos. Aparte, su carácter humilde y capacidad de trabajo siempre fueron bien considerados entre la parroquia merengue. Courtois responde a otro tipo de perfil, más mediático, que no ha acabado de ser determinante. Al de Bree, que ostenta con el Madrid los peores datos de su carrera al encajar un tanto cada 64,7 minutos, se le exige un partido a la altura de su precio y su indiscutible calidad.

En cambio, de Oblak no se desconfía lo más mínimo. Su cartel de estrella y fiabilidad bajo los palos le convierten en el jugador más valioso de la plantilla del Atlético, con el que tiene contrato hasta el año 2023. Es el cuarto portero que más veces ha vestido la elástica del oso y el madroño, solo por detrás de Madinabeytia (236), Molina (248) y Abel Resino (303). Las salidas de algunos pesos pesados como Godín, Juanfran o Filipe Luis le han convertido en uno de los capitanes y ni siquiera algunas lagunas defensivas de su equipo en este primer tramo de temporada han cuestionado su fantástico rendimiento.

Cuando David de Gea abandonó el Atlético de Madrid en 2011 para poner rumbo a Manchester, la dirección deportiva del club rojiblanco, entonces en manos de Caminero, tuvo claro qué tipo de portero necesitaba para reemplazar al madrileño. El requisito mínimo e imprescindible era que midiera más de 1,85cm, luego que fuera ágil y coordinado en sus movimientos. Caminero se fijó en un joven de tan solo 16 años que había sido campeón con el Genk belga, Thibaut Courtois. El Chelsea se le adelantó, pero el Atlético logró la cesión por tres años del prometedor guardameta. Poco a poco, el futbolista creció exponencialmente a las órdenes de Simeone hasta borrar de un plumazo el 'síndrome de abstinencia' dejado por De Gea.

Diego Simeone
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