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El llanto de Vinícius y cómo a Rodrygo se le caen los goles
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los brasileños tumban a Osasuna

El llanto de Vinícius y cómo a Rodrygo se le caen los goles

Funcionaron los jóvenes brasileños en el triunfo contra Osasuna. Vinícius hizo un golazo, que le ayuda a quitarse un peso de encima, y Rodrygo confirma que tiene más olfato en la definición

Foto: Las lágrimas de Vinícius tras marcar el primer gol del Real Madrid-Osasuna. (Miguel J. Berrocal)
Las lágrimas de Vinícius tras marcar el primer gol del Real Madrid-Osasuna. (Miguel J. Berrocal)

Necesitaba un golazo. El cachondeo que hay con Vinícius sobre su falta de gol o el futuro que puede tener como estrella del fútbol provoca cosas como estas. Vinícius hizo un golazo en la victoria contra Osasuna (2-0) y rompió a llorar. Se coló la pelota por la escuadra, desviada ligeramente por el defensa Raúl Navas, y el brasileño dejó un gesto conmovedor. De rodillas, con las manos en la cara y un llanto. Más que una felicitación de sus compañeros, pareció un desfile de consuelos. Vinícius se quita un peso de encima con este buen tanto, aunque todavía se le pedirá que confirme si realmente tiene el don del gol. No es lo mismo un futbolista con proyección con olfato de gol que sin él. Vini está bajo sospecha y este gol, pese a que sus más críticos van a agarrarse a que pegó en la bota del defensa rival, tiene un valor. Le sirve para frenar las burlas.

Minutos antes de hacer el gol, había runrún en el Bernabéu con el brasileño por echar un balón atrás y atropellarse en una jugada. Aunque parezca extraño, hay aficionados que no están convencidos del nivel que tiene este chico o el futuro que le puede deparar estar en el Real Madrid. Está verde en la definición y, en ocasiones, da la sensación de no entender lo que necesita el juego. Fue de lo mejor de la temporada pasada por esa valentía y descaro que mostró con Solari en el banquillo. Su losa es la falta de puntería. Precisamente lo que más necesita el Real Madrid. Delanteros que hagan goles con más facilidad de la que se presume en Vinícius. Con este déficit, la afición se impacienta y señala al brasileño como uno de esos delanteros que son como una escopeta de feria.

placeholder Rodrygo celebra su gol a Osasuna. (EFE)
Rodrygo celebra su gol a Osasuna. (EFE)

De lo que no se puede dudar es de sus buenas condiciones para encarar y correr al espacio. Hace daño cuando tiene metros por delante. Tiene problemas cuando las defensas están cerradas. Lo mejor que le podía pasar ante un rival como Osasuna, ordenado y bien plantado, era fabricarse ese golazo con un disparo desde fuera del área. Viene bien para recordar que es un chico de solo 19 años que tiene personalidad para seguir intentándolo y no le gusta esconderse. Se frustra, como cualquier otro jugador que se exige lo mejor. Tiende a acelerarse en su afán de querer demostrar que no es un bluf. Necesita lucir otras virtudes, como el atrevimiento, la bravura y el hambre de querer comerse el mundo. Ese gol que le faltaba y buscaba con desesperación ya lo tiene, y le viene muy bien para coger confianza y seguir aprovechando las oportunidades que le dé Zidane.

A la espera del gol de Jovic

Con un gol, no vale para resolver las dudas. En el Real Madrid hay que ir sobrado si quiere competir por el puesto con Bale y Hazard. Vinícius tiene que seguir demostrando que tiene puntería y sus registros anotadores pueden ir creciendo a medida que madure como futbolista. Hay quien piensa que el gol se tiene o no se tiene. Que es un talento natural y no se aprende. Pero puede mejorar, y en ello están Zidane y sus compañeros en los entrenamientos. Tiene sesiones extra para pulir la finalización. Los resultados están ahí: Vinícius le pegó con intención, pese a que la pelota rozara en la bota de Raúl Navas. Se marchó ovacionado del Bernabéu y le cogió el relevo su compatriota Rodrygo, del que dicen que tiene más gol. No defraudó. A los dos minutos de estar en el césped, definió con una jugada en velocidad, habilidad y con un disparo cruzado. Con mucha seguridad. A este sí que se le pueden caer los goles. Esto sí que es salir y besar el santo. Rodrygo ha conseguido adelantar a Mariano en los planes de Zidane. "Tienen condiciones para ser dos 'cracks", dijo al final del partido Lucas Vázquez.

Funcionaron los jóvenes brasileños. Vinícius y Rodrygo (100 millones de gasto) tuvieron una noche acertada. Se le dio peor a Luka Jovic. El serbio desperdició un mano a mano de esos que tiene que marcar, sí o sí, un 'killer'. Se pudo quitar la espina con un gol que le anularon por fuera de juego (señalado por el VAR). Jovic (60 millones de euros) es otro de los delanteros que hay que testar, y la cita de Osasuna era un buen test. Zidane le dio el rol de goleador en un partido con muchas rotaciones. Pensó el entrenador en tener frescos para el derbi del sábado contra el Atlético de Madrid a los que ganaron en Sevilla y revolucionó el once. Debutó Areola. Bale se quedó en casa. Cada partido se hace más necesario. No estuvieron en el once Hazard, Carvajal, Benzema y James. Parece que ZZ va definiendo un once de gala para los grandes partidos y el del Wanda Metropolitano lo es. Contra Osasuna, solo hubo tres de los fijos (Sergio Ramos, Casemiro y Kroos).

El Real Madrid, líder de la Liga e invicto, sigue con su recuperación del batacazo que se llevó en París. La dinámica cambia con dos buenos resultados (Sevilla y Osasuna) que ayudan a coger confianza para el partido contra el Atlético de Madrid. La mejoría, de lo que más contento puede estar el entrenador, es que hay un compromiso en defensa. Son dos partidos sin encajar un gol y hay conciencia de trabajar como un equipo, sufrir y conseguir que el bloque sea más sólido. Es un Madrid que recupera sensaciones positivas de cara al duelo contra el Atlético.

Necesitaba un golazo. El cachondeo que hay con Vinícius sobre su falta de gol o el futuro que puede tener como estrella del fútbol provoca cosas como estas. Vinícius hizo un golazo en la victoria contra Osasuna (2-0) y rompió a llorar. Se coló la pelota por la escuadra, desviada ligeramente por el defensa Raúl Navas, y el brasileño dejó un gesto conmovedor. De rodillas, con las manos en la cara y un llanto. Más que una felicitación de sus compañeros, pareció un desfile de consuelos. Vinícius se quita un peso de encima con este buen tanto, aunque todavía se le pedirá que confirme si realmente tiene el don del gol. No es lo mismo un futbolista con proyección con olfato de gol que sin él. Vini está bajo sospecha y este gol, pese a que sus más críticos van a agarrarse a que pegó en la bota del defensa rival, tiene un valor. Le sirve para frenar las burlas.

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