El calvario de Samuel Umtiti en el Barcelona y por qué Lenglet le ha comido el terreno

La estrella de Samuel Umitti parece apagarse en el Barcelona. El francés fue uno de los mejores fichajes durante la etapa de Robert Fernández como director técnico. Llegó del Olympique de Lyon por 25 millones de euros en 2016 y pronto se ganó la titularidad del equipo por delante de Mascherano y Vermaelen. Dado su buen rendimiento, el club quiso blindarle subiendo su cláusula de rescisión y lo logró el verano pasado no sin problemas y tras una buena serie de negociaciones.

Pero a partir de ahí el joven galo comenzó a perder protagonismo en el primer equipo, en parte debido a las lesiones, y esta temporada aún no ha debutado en Liga. El cúmulo de desgracias para él no cesa, pues ahora una fisura en un dedo del pie derecho le postrará en la enfermería durante las próximas cuatro o cinco semanas. Valverde se echa las manos a la cabeza a pocos días del inicio de la Champions League, de nuevo el objetivo prioritario para la entidad. La defensa se resiente. Umtiti no estará disponible como recurso en el partido de esta noche contra el nuevo Valencia de Celades (21:00h).

Que Samuel no está atravesando el mejor momento de su carrera deportiva es un hecho y en el Barça han saltado todas las alarmas a razón de su endeble físico. El curso pasado se le recomendó no asistir con su Selección al Mundial de Rusia tras una larga temporada, pero el galo no escuchó y formó parte de aquel combinado que se proclamó campeón del mundo. A su vuelta su rodilla, principal preoucupación de los médicos, estaba bastante maltrecha. El cartílago de la misma no le dejaba en paz a pesar de que el jugador intentara ponerle freno con pinchazos tras cada partido. "Tuve que forzar mi rodilla para ir al Mundial, pero no me arrepiento de aquella decisión", comentó el jugador en una reciente entrevista a 'Canal Football Club'.

No se quiso operar

Umtiti se negó a operarse, se fue a Catar y desde entonces apenas ha jugado 21 partidos, de los cuales 15 han sido con la camiseta azulgrana. Ha pasado un año y en el club están ligeramente enfadados con el galo. Tanto es así, que incluso se pensó en él para el intercambio con Neymar que finalmente no se produjo. Samuel, que también pudo salir al Arsenal y unirse a Ceballos, se niega a empaquetar sus cosas, cree que aún tiene mucho que decir, pero la realidad es que su futuro es una incógnita. Nadie en el seno de la entidad se atreve a pronosticar cuál puede ser su rendimiento en caso de saltar al césped. Lenglet, como decíamos, le ha comido el terreno tanto en el Barça como en la Selección francesa, que hasta hace poco ni le convocaba.

Umtiti no pudo disputar el partido de la semana pasada ante Albania en la fase de clasificación de la Eurocopa y volvió el lunes a la Ciudad Condal para iniciar la recuperación del pie. Samuel aparenta tranquilidad y confianza, pero sabe que este nuevo contratiempo retrasa su vuelta y le complica enormemente su estancia en el Camp Nou. Valverde le necesita porque no tiene más defensas de garantías y porque sabe que el francés, en un estado de forma óptimo, es una roca. El Barça se ha mostrado débil en la retaguardia en estos tres primeros encuentros de la Liga, sobre todo fuera de casa, pero Umtiti no estaba del todo listo para ayudar a sofocar las llamas. Umtiti, que tiene prevista su vuelta para el mes de octubre, espera dejar por fin sus problemas atrás y empezar a ganarse al cuerpo técnico antes de Navidad.