Menos polémico y estrenando capitanía: por qué esta es la Liga de Piqué

La 26ª Liga del FC Barcelona tiene muchos dueños. Es la liga de Leo Messi, cuyas cifras goleadoras ya no tienen comparación en España tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Es la liga de Ter Stegen, un portero tan espectacular como sobrio al que solo Jan Oblak le discute el reinado entre palos. Es la liga de Luis Suárez, quizá el mejor delantero entre los mortales. Es la liga de Ernesto Valverde, del que no se fía una parte de la afición a la que no le gusta que se aleje del canon 'cruyffista-guardiolista', pero que ha hecho del Barça el equipo más fiable. Y es la liga de Gerard Piqué, que una década después de su llegada al Camp Nou ha completado su mejor temporada.

A sus 32 años, el central está en el momento de mayor madurez de su carrera. Ha habido partidos esta temporada en los que él solo ha sostenido en defensa al equipo, menos sólido que en años anteriores: los 32 goles encajados a estas alturas son tres más que los encajados en 38 partidos el curso pasado. No le ha perjudicado el cambio de pareja en el centro de la defensa. Parecía que era difícil mejorar su dúo con Samuel Umtiti, pero las lesiones del campeón del mundo permitieron descubrir un compañero incluso mejor en Clément Lenglet. El catalán solo se ha perdido dos partidos, uno por descanso y otro por sanción. Y ninguno los ganó el Barcelona.

Opinión

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A Piqué le ha sentado muy bien no jugar con la Selección española. La dejó tras el Mundial de Rusia, como había anunciado antes. El menor número de partidos y, sobre todo, librarse de esa carga mental que suponía ser el centro de atencíón en cada concentración le ha beneficiado. Durante los últimos años, los pitos de los aficionados y la exageración de cada mínimo detalle o gesto por parte de los medios habían convertido su presencia en la Selección en un 'show'.

Ha seguido metiéndose en algún charco de vez en cuando, porque no sería Piqué si no lo hiciera. Ahí está, por ejemplo, la polémica que se creó cuando reveló que su patrimonio es mayor que el presupuesto del Espanyol. Pero esas cosas no parecen descentrar al central azulgrana, muy activo también fuera del fútbol. Durante esta temporada ha ultimado los detalles del nuevo formato de la Copa Davis que se estrenará en Madrid el próximo mes de noviembre.

De puertas para adentro, Piqué ha estrenado responsabilidad. No es un secreto que entre sus aspiraciones está ser presidente del club, en el que tiene ya un papel muy relevante. También en el vestuario. "Sin ser capitán ya ha ejercido esa ascendencia. Sin serlo ha ejercido y no necesita ser encasillado. Gerard Piqué puede ejercer esa ascendencia sobre el grupo sin tener ese rótulo de capitán", dijo Mascherano el día que se despidió del Barcelona.

Hasta esta temporada, Piqué nunca había sido elegido capitán por sus compañeros, a pesar de que llevaba más tiempo en el equipo que otros jugadores que sí habían lucido el brazalete. La marcha de Andrés Iniesta le dio un puesto en el cuarteto de capitanes, en concreto como tercero, por detrás de Leo Messi y Sergio Busquets. La suplencia de los dos este sábado provocó que fuera el central el que ejerciera de capitán sobre el césped en la primera parte del partido que le dio la Liga al Barcelona.

"Gerard es mejor que yo, que Sergio Ramos, es el mejor central del mundo. Él es clave para el Barcelona en todo lo que aporta, su liderazgo, cómo compite... Es un fenómeno y un gran amigo", dijo el mes pasado a 'Marca' el jugador del que más aprendió, Carles Puyol. La temporada de Piqué sostiene esas palabras.