El partido más extraño de Simeone con el Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid venció por 1-0 al Leganés con un gol de Saúl y se mantiene una distancia amenazante del Barcelona: lo bastante lejos para que el equipo azulgrana sienta que tiene la Liga a su alcance, pero lo suficientemente cerca para que no se confíe. Parece que los rojiblancos han cogido velocidad de crucero en el momento más importante de la temporada. Lleva cinco partidos sin encajar un gol, justo la fortaleza defensiva que va a necesitar el martes en Turín para eliminar a la Juventus.

Ese partido estaba en la mente de todos este sábado en el Wanda Metropolitano, también en la del Cholo Simeone por mucho que lo negara un día antes. El viernes, el entrenador argentino dijo que estaban pensando en el partido del Leganés. Pero su alineación y sus decisiones tácticas durante el encuentro demostraron que también había sitio en su cabeza para el de la Juve.

TE PUEDE INTERESAR

Los golpes de Solari a los 'traidores' del Real Madrid o cómo muere matando

Víctor García

Decir lo primero es tan comprensible como hacer segundo. El partido a partido es un eslogan que le ha dado mucho al Atlético, pero cuando son tan seguidos se solapan. Las decisiones que se toman en uno pueden influir en otro. La alineación elegida y los cambios efectuados indican que Simeone imaginaba el duelo de octavos de Champions mientras veía a sus jugadores enfrentarse al Leganés.

El Atleti afrontó el partido con muchas bajas: Lucas Hernández, Filipe Luis, Godín y Koke, los dos primeros por lesión y los dos últimos por sanción. Además, Morata se quedó en el banquillo, igual que Saúl, Juanfran y Lemar. De esos cuatro, los dos primeros estarán seguro en el once titular en Turín. También es muy probable que juegue de inicio el lateral, que podría hacerlo en la izquierda.

Esa es la posición más débil. Sin Filipe ni Lucas, Simeone tendrá que poner en Turín a un jugador que no suele jugar ahí, y Juanfran y Saúl son los que tienen más opciones de hacerlo. Los dos jugaron un rato en ese puesto contra el Leganés, pero no fueron los únicos. Empezó Solano, jugador del filial que debutó con el primer equipo, y después lo hizo Arias, que cambió de banda mediado el primer tiempo. Volvió a la derecha tras el cambio de Saúl (marcó tras aprovechar el rechazo de un penalti que él mismo lanzó) por Solano en el descanso. Juanfran fue el último en entrar, lo que provocó que el centrocampista adelantara su posición.

El lateral sustituyó a Kalinic, que fue titular. El croata no jugaba desde el derbi contra el Real Madrid. Acompañó a Griezmann, que solo jugó medio partido. El francés se quedó en el banquillo en el descanso tras ser sustituido por Lemar. El Atlético jugó los últimos 20 minutos del partido sin delantero centro. Diego Costa estaba en la grada y Griezmann, Kalinic y Morata en el banquillo. Vitolo y Correa, que ocuparon las bandas de inicio, su posición habitual en el Atleti, acabaron siendo los jugadores más adelantados.

El Atlético-Leganés fue, en su desarrollo, un partido clásico del equipo rojiblanco. Sin mucho brillo, pero con esa solidez que le permite ganar con muy poco. Los detalles, en cambio, mostraron un encuentro extraño, con cambios, pruebas y jugadores jugando menos de lo que acostumbran. Todo pensando en Turín, donde el Atleti defenderá el 2-0 de la ida para intentar meterse en cuartos de final de la Champions.