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El Real Madrid es un castigo: fútbol triste y una nueva lesión de Bale
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empate en villarreal y a 7 puntos del barça

El Real Madrid es un castigo: fútbol triste y una nueva lesión de Bale

El Real Madrid tira a la basura un triunfo en Villarreal con una malísima segunda parte. El empate le deja a 7 puntos del Barcelona. En lo negativo: el mal fútbol y la lesión de Bale

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El Real Madrid confirma en el primer partido del año los malos síntomas. El triunfo en el Mundial de Clubes fue un paréntesis o un espejismo a la mejoría. El empate contra el Villarreal (2-2) pone en cuestión las aspiraciones en la Liga de un equipo que queda a 7 puntos del Barcelona, que es frágil en defensa y que vuelve a tener a Bale lesionado. El galés no jugó la segunda parte por unas molestias en el gemelo. Demasiadas noticias negativas para un Madrid que recibió un jarro de agua fría con el gol del empate de Cazorla en el minuto 81. Preocupan muchas cosas de un equipo triste en su juego que acabó el partido con Modric y Kroos en el banquillo. Sacar del campo a los jefes de la sala de máquinas es la evidencia de que el fútbol y la fiabilidad ha desaparecido.

Debería preocupar también otro infortunio del galés por tratarse de un jugador que no transmite fiabilidad. Bale es capaz de darse un atracón para hacer tres goles en la semifinal del Mundial de Clubes, contra los japoneses del Kashima Antlers, y disparar las expectativas que hay puestas en él y dos partidos después se tiene que retirar del campo con problemas en el sóleo. Es el particular vía crucis de Gareth Bale. Un futbolista con fama de cristal que se asusta en cuanto siente un pinchazo.

Sin Modric, Kroos y Bale el Real Madrid es un equipo vulgar. La acción de la lesión del galés fue de lo más estraña porque cayó al suelo cuando se disponía a bajar una pelota. Estaba de espaldas. No fue en una carrera, ni un gesto de explosividad el que hizo saltar las alarmas. Bale se fue del campo a la banda, le atendieron y cuando regresó jugó los últimos diez minutos del partido andando y cojeando. Se activó el protocolo de protección a Bale. En el descanso no volvió al terreno de juego, como el día del derbi contra el Atlético de Madrid en el Bernabéu. Ese día se asustó y le pidió a Lopetegui no jugar más. Estamos en la misma situación y a la espera de conocer qué gravedad tienen esas molestias en la pierna izquierda. En su lugar entró Isco, del que Solari dice ahora que va a dar muchas alegrías al Real Madrid.

Foto: Keylor Navas saluda en un partido con el Real Madrid en el Bernabéu. (Efe)

Una nueva lesión de Bale amargó el estreno del año en el Real Madrid en una reacción de mérito que tuvo en Benzema a ese futbolista que tiene que rescatar al equipo con goles cuando la cosa se pone fea. Y vaya que se puso negra para los de Solari. Empezaron el partido con la caraja post navideña y el Villarreal se aprovechó de la debilidad defensiva de Marcelo y la inactividad de Casemiro –jugaba de inicio dos meses después–. El nigeriano de nombre impronunciable, Chukwueze, hizo un par de rotos al brasileño en tres minutos. Lo aprovechó Cazorla para poner por delante al Villarreal con su primer gol de la noche. Se echó de menos en las filas del Madrid el equilibrio que dio Marcos Llorente desde su irrupción. Ahora lesionado.

Sin Modric ni Kroos

La reacción del Real Madrid sirvió para comprobar que Benzema y Lucas Vázquez son los jugadores más en forma. Parecía que el triunfo de campeones del mundo era una importante inyección de moral para un equipo de cabeza y piernas frágiles en la breve etapa de Lopetegui. El Madrid tuvo energía para remontar y en la segunda parte se abandonó. El empate llegó tres minutos después en una internada de Lucas Vázquez y un cabezazo de Benzema, posiblemente los dos jugadores con más velocidad y chispa. En la sala de máquinas hay una gran avería. Se echa en falta más creatividad de Modric y el liderazgo de Kroos. Los dos señalados por Solari en la segunda parte. Salieron del campo y entraron dos chavales: Fede Valverde para dar más oxígeno y Vinicius como revulsivo. No hubo milagro y el Madrid perdió una ocasión para recortar puntos. En parte también por una acción egoísta de Lucas Vázquez, con 1-2, en la que se emborrachó de la pelota cuando era más fácil dar un pase a Benzema y cerrar el partido.

El Real Madrid no es un festival de fútbol y espectáculo, pero se suponía que había ganado en seguridad y confianza tras el Mundial de Clubes. Solari advirtió antes del partido que había que jugar con humildad. Estaría mejor que hiciera un equipo más compacto porque Courtois sigue siendo de lo poco destacable y el sufrimiento va a más. Se puede calificar a este Madrid de funcional y práctico. Desperdició un partido que parecía tener controlado porque el Villarreal estaba desgastado. La cuesta de enero será complicada si no hay una mejora de fútbol, eficacia, equilbrio, se recupera a Modric y Kroos y, sobre todo, cuando se conozca el alcance de la lesión de Bale. El Madrid ha ya dejado escapar 21 puntos en esta Liga.

El Real Madrid confirma en el primer partido del año los malos síntomas. El triunfo en el Mundial de Clubes fue un paréntesis o un espejismo a la mejoría. El empate contra el Villarreal (2-2) pone en cuestión las aspiraciones en la Liga de un equipo que queda a 7 puntos del Barcelona, que es frágil en defensa y que vuelve a tener a Bale lesionado. El galés no jugó la segunda parte por unas molestias en el gemelo. Demasiadas noticias negativas para un Madrid que recibió un jarro de agua fría con el gol del empate de Cazorla en el minuto 81. Preocupan muchas cosas de un equipo triste en su juego que acabó el partido con Modric y Kroos en el banquillo. Sacar del campo a los jefes de la sala de máquinas es la evidencia de que el fútbol y la fiabilidad ha desaparecido.

Gareth Bale GOL Villarreal CF
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