Las notas del Barcelona campeón: del 10 de Messi al suspenso de André Gomes

Ser campeón a falta de cuatro jornadas es lo más parecido a un rotundo éxito. El FC Barcelona ha dominado la Liga de inicio a fin, sin permitirse un solo error. Tanto es así que aspira a ser el primero en la historia en terminar la competición sin haber perdido un solo partido, el objetivo que queda junto con vencer al Real Madrid, ya que la Champions, una temporada más, no pudo ser. Un dominio así obliga a muchos a estar muy bien pero ¿todos aprobaron? ¿todos brillaron? Estas son las notas de una temporada, que incluye la notable Liga, sí, pero también el naufragio europeo y lo ganado en la Copa.

Marc-André Ter Stegen (10)

Casi nada de lo que ha ocurrido en el Barcelona tendría explicación sin el soberbio portero alemán. Sorprende que fuese en su día suplente de Claudio Bravo, un guardameta claramente inferior. Ter Stegen ha demostrado sobradamente que es uno de los mejores porteros del mundo, y no solo por su juego con los pies, que parecía ser el argumento predilecto cuando fue fichado, sino también porque es prácticamente imposible batirle. Y eso, en un portero, es lo esencial. No hay que ser un lince para saber que sin él ni el Barcelona seguiría invicto ni a estas alturas hubiese ganado el campeonato.

Jasper Cillessen (s.c.)

No ha jugado nada en Liga y no lo hará mientras Ter Stegen siga en la plantilla. Hablan bien de su implicación, de su actitud, de su manera de relacionarse con el resto... de esas cosas que se dicen de aquellos que no forman parte de los planes de un técnico. Cillessen, eso sí, puede reclamar como propio el título de Copa, y no tanto por su labor en la portería, que fue correcta, sino con el excelente pase que sirvió para abrir el marcador en la final. En ese amor por los porteros que juegan con los pies que tiene el barcelonismo demostró que puede dar la talla.

Jordi Alba (9)

Muchos recuerdos, Luis Enrique Martínez. Nadie tiene más cosas que agradecer a Valverde que Jordi Alba, pues le ha recuperado como futbolista. El año pasado terminó incluso perdiendo la titularidad con el asturiano y minimizado como futbolista. Esta temporada ha llegado la comprensión y, con ella, una de las armas más notables de la temporada azulgrana, la conexión en la banda izquierda entre Messi y Alba. Los réditos que ha dado la estrategia son tremendos y el lateral será una pieza importante para España en el Mundial si mantiene el nivel visto en la temporada.

Sergi Roberto (7)

Está un poco mareado, porque nunca tiene del todo claro a qué atenerse. A estas alturas de su vida juega más de lateral que de interior, pero se siente más cómodo de interior que de lateral. En ambas posiciones es solvente, pero en una tiene más sentido que en la otra. Sergi Roberto ha jugado mucho y ha tenido días de mucho brillo, ha formado parte de los planes de Valverde y es uno de los pocos productos recientes de la cantera que han conseguido echar raíces en el primer equipo. Es, en consecuencia, una historia de éxito.

Samuel Umtiti (8)

Hubo unos meses en los que pareció el mejor central del mundo. Después de aquello, se lo empezó a creer. Fue magnífico, casi impoluto, hasta que comenzó a reclamar una renovación que por el momento no ha llegado. Ahí se le vieron las costuras, después de una pequeña lesión se mostró algo oxidado y es uno de los culpables, de los muchos culpables, del cataclismo de Roma, un partido que en sí mismo marca una temporada. Es uno de los pocos fichajes recientes que ha dado rendimiento, y eso es por sí solo algo notable. Sin él las cosas tampoco hubiesen salido bien.

Gerard Piqué (8)

Piqué es, en lo futbolístico, uno de los mejores centrales del mundo. Lo es con frecuencia, no siempre, porque es también de esos que se dispersan, se dejan y terminan permitiendo más de lo que deberían. Esta temporada, en líneas generales, ha estado muy bien, formando parte de una defensa muy rocosa y brillante. Él es el líder de esa línea y, además, siempre fue excelente sacando el balón desde atrás y ayudando a la formación del juego. La temporada, por supuesto, también ha tenido su dosis de espectáculo delante de un micrófono, con el 1 de octubre como cénit de su verborrea. Porque Piqué es Piqué.

Nélson Semedo (6)

No es una estrella Semedo, pero es cumplidor. Un fichaje algo caro para el rendimiento, pero válido en su conjunto. Es uno de los grandes beneficiados del último cambio de filosofía, pues Valverde ha implementado un estilo bastante más conservador que sus predecesores, algo que un lateral derecho siempre agradece. Bien, sin más, es probable que su labor la pudiesen haber hecho unos cuantos más por menos de esos 30 millones que pagó el Barcelona.

Lucas Digne (4)

Ni siquiera ha tenido minutos. Es sorprendente que el año anterior terminase casi quitándole el puesto a Jordi Alba, un jugador mucho mejor que él. Valverde no ha confiado en Digne, y lo que se le ha visto en el terreno de juego tampoco justifica demasiado que se pierda una plaza de la primera plantilla en un jugador como él. ¿Es posible que no haya nadie en el filial capaz de cubrir el hueco?

Yerry Mina (s.c.)

Es sorprendente que llegase en enero con prisas, como si la temporada dependiese del colombiano, para luego no haber jugado prácticamente nada. Esto último es un síntoma en sí mismo. Si Mina es tan bueno como decían ¿por qué no juega nunca? Se supone que es un fichaje para el futuro, que encontrará su lugar en el equipo, que los próximos proyectos del Barça le tendrán como un baluarte... salvo que la dirección deportiva se haya equivocado otra vez, que no es improbable.

Thomas Vermaelen (6)

Pues resultó que era futbolista y todo. Cuando le ficharon llevaba mucho tiempo sin competir, porque el central es bueno, pero muy frágil. Eso obliga a alinearlo con cautela, con la cabeza siempre puesta en que se puede romper, lo cual no es óptimo, pero sí aceptable. Cuando ha jugado lo ha hecho bien, recordando aquellos días en los que le apuntaban como uno de los centrales más prometedores del mundo. Es un acierto de quien se atrevió a ficharle.

Javier Mascherano (3)

Tiene un punto de astracán el año de Mascherano. En verano no se quería ir porque decía que necesitaba estar en el Barcelona para llegar bien al Mundial; unos meses después reclamaba marcharse y que le abriesen la puerta si preguntar. Por el camino solo encontró la suplencia, principalmente porque el argentino a estas alturas parece más un exfutbolista que otra cosa. No aportó mucho más allá de ser canchero, vocinglero y un bastión de vestuario. Todas esas cosas que suelen tener acento argentino.

Sergio Busquets (9)

No pasará a la historia como el jugador de fútbol más bonito, ni falta que le hace. En un Barcelona más recio y menos florido, como es el de Valverde, Busquets es un jugador capital. Tácticamente es impecable y los balones que pasan por sus pies siempre salen mejores de los que se encontró. Hay un montón de cosas que no sabe hacer, pero él, que es un futbolista inteligente, simplemente declina hacerlas. El Barça se ha convertido en un equipo muy eficiente y es difícil pensar en un equipo tan equilibrado sin la presencia de un jugador así.

Ivan Rakitic (8)

Otro que, como Jordi Alba, reza cada mañana dando las gracias a la llegada de Ernesto Valverde. Es absolutamente incomprensible que un buen jugador, y Rakitic lo es, se desdibujase tanto la pasada temporada. Su relación con el técnico, hoy se sabe, era muy mala y eso degeneró hasta convertirle en un futbolista vulgar. Esta temporada ha habido redención, es el mediocampista con más minutos, ha servido dentro del equilibrio del medio del campo y ha aportado también en ataque, recordando lo que no se debe olvidar, que los buenos jugadores siempre tienen su espacio.

Paulinho (6)

Hubo un mes, al principio de la temporada, que parecía que el Barcelona había fichado a Beckenbauer. No fue para tanto, claro, porque no es ni mucho menos ese jugador, pero no estuvo mal. Paulinho en otros tiempos hubiese sido una aberración, pero en el equipo que ha construido Valverde tiene sentido. Es fuerte, es duro, es incansable y tiene algo de olfato para marcar goles decisivos. Técnicamente es limitado. Que con 29 años costase 40 millones de euros hace de su fichaje algo sospechoso, pero como futbolista, y fuera de ese dato, ha cumplido.

Andrés Iniesta (6 en lo futbolístico, 10 en lo emocional)

Se marcha a China uno de los jugadores más importantes de la historia del club y es difícil disociar el análisis futbolístico del hecho de la despedida. Iniesta ya no está para jugar todos los partidos, ni para ser el más competitivo de los jugadores, pero quien tuvo, retuvo, y en su caso ha habido partidos notables en todo este recorrido. El último de ellos la final de Copa. Valverde cuenta estos días que se le echará de menos, que es uno de esos jugadores únicos de los que se aprende de fútbol con solo mirarles. La poca gasolina que le quedaba fue suficiente para hacer felices a los muchos que siempre le adoraron.

Denis Suárez (3)

Otra vez más, los minutos de la basura. El gallego no ha tenido continuidad y eso solo puede querer decir que no se ha ganado su tiempo, porque a Valverde todos le definen como un hombre justo sin estridencias. Ha marcado dos goles en el campeonato y sigue siendo muy joven, pero las oportunidades se le acabarán algún día, formar parte de la plantilla del Barcelona debe exigir un poco más a los suyos.

André Gomes (2)

Su reconocimiento de que no está preparado para esta empresa es algo notable, pues acerca al futbolista a la gente y nos recuerda que también son seres humanos, con sus miserias. Más allá de ese tema, casi más pedagógico que deportivo, es un desastre de jugador que no da la talla cuando aparece por el campo. No le han faltado oportunidades, siempre parece haber un lugar para André Gomes, pero su rendimiento nunca justifica esa confianza. No tiene ni la velocidad ni el talento para un club así.

Lionel Messi (10)

¿Alguien esperaba otra cosa? El mejor jugador del mundo ha hecho del Barcelona un conjunto campeón. Con sus goles, con sus pases, con su fútbol, han sido mucho los partidos que ha ganado él solito, sin necesidad de que sus compañeros hicieran más cosas que resistir. Se lo pueden preguntar al Sevilla, un equipo convencido de que ganaría al Barcelona y al que desplumó en diez minutos. Un equipo sólido y bien estructurado, pero algo feo, como ha sido este Barça, agradece sobremanera tener un extraterrestre que cada semana juega al fútbol por encima del nivel del resto de los mortales.

Luis Suárez (9)

Empezó la temporada algo frío, entre una lesión mal curada y un poco de pérdida del olfato. Falsa alarma, Luis Suárez sigue siendo uno de los mejores delanteros del mundo, un auténtico 'killer' que aprovecha mejor que nadie el hecho de jugar junto a Leo Messi. El argentino hace a los buenos mejores, y un goleador como Suárez disfruta mucho con la cantidad de espacios que dejan las defensas mientras se dedican a perseguir a su compañero.

Philippe Coutinho (5)

De él se espera más de lo que se ha visto, pero lo que se ha visto no está del todo mal. Llegó al equipo tocado, sin poder jugar Champions y al final no ha podido ser importante en la segunda mitad de la temporada. También es cierto que entró en el equipo cuando la liga ya estaba resuelta, lo que hace un poco más inexplicable la premura para ficharle en el mercado invernal. Quizá pensaron que se podía disparar el precio, aunque es difícil pensar que esos 160 millones pudiesen crecer todavía más.

Ousmane Dembélé (4)

Si fuese un chaval de 20 años normal, llegado de la cantera, habría incluso ilusión en la grada. Es un jugador rápido, aún por cocerse, pero tiene cosas. El problema en su caso es que no es ese chico del que nada se espera, sino un fichaje de 140 millones de euros. Con lo visto, no está justificado en absoluto ese precio. Es cierto, primero estuvo lesionado, luego volvió a caer, no ha tenido continuidad... y cuando la ha tenido ha mostrado un jugador con algunas cualidades y el fútbol por aprender. Y eso, en estos precios, no vale.

Paco Alcácer (5)

El año pasado ya había demostrado que su fichaje no tenía mucho sentido. No es un delantero para el Barcelona, no tiene la calidad suficiente para esa empresa. La temporada le ha ido algo mejor que la anterior y eso es lo que le da el aprobado, que cuando sale lo intenta a pesar de sus limitaciones. Lo normal sería que buscase otro destino la próxima temporada, un lugar en el que su fútbol cuadrase con el contexto.

Gerard Deulofeu (4)

Y hablando de fichajes incomprensibles, ahí está Gerard Deulofeu. El chico quería volver a casa y el club hizo un esfuerzo por ello durante el año. Tardaron tres meses en devolverlo, porque en ningún momento demostró ser un futbolista válido para este nivel. Deulofeu es rápido, es un buen regateador y un buen atleta, pero sería aventurado llamarle futbolista por todo ello. Los conceptos tácticos, incluso los que son intuitivos, ni están ni se esperan.

Aleix Vidal (sc)

Casi no tiene minutos, y eso tiene que ser por algo. Luis Enrique no le entendía, le mandó al ostracismo. Valverde le ha dado más cariño, pero eso no se ha traducido en minutos. Esta temporada el lateral derecho estaba más y mejor cubierto tras la llegada de Semedo, así que el técnico le colocó alguna vez más jugando de extremo. Nadie se acordará de él cuando se vaya.

Ernesto Valverde (8)

La temporada es brillante, la Liga se ha ganado con autoridad, quizá incluso sin una derrota, y la Copa del Rey también se logró sin sobresaltos. Los puntos que pierde no son tanto por la debacle de la Roma, que también, sino por la idea de juego que ha trabado para conseguir esos resultados. Este Barcelona ha sido solvente, duro y rocoso, pero no bonito o amigable. Ha habido muchos fines de semana en los que era un suplicio ver a un equipo con tanto talento comportarse como un equipo pequeño. Un equipo pequeño con Messi, eso sí. Al técnico extremeño, eso sí, hay que agradecerle todo lo que ha hecho fuera del banquillo: es educado e inteligente, no le gusta la guerra. Un poco de paz donde no la había.