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Valverde disecciona la temporada: del lío catalán a un título que sabe a poco
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Valverde disecciona la temporada: del lío catalán a un título que sabe a poco

Previsiblemente el Barcelona será este domingo campeón de Liga, y Ernesto Valverde aprovecha para desvelar algunos vericuetos de una temporada victoriosa pero con un gran borrón

Foto: Ernesto Valverde, en la rueda de prensa. (EFE)
Ernesto Valverde, en la rueda de prensa. (EFE)

Las temporadas del fútbol son laberintos difíciles de desentrañar. Cuando todo termina, y ese es el caso en la Liga, se desempolvan algunos recuerdos y se conocen detalles que hasta el momento se mantenían ocultos. Ernesto Valverde será, en buena lógica, el técnico del equipo campeón de esta temporada. Coincide además en que es, por encima de todas las cosas, un tipo normal, llano, poco afectado, tan alejado del histrionismo como se puede llegar a estar. Y por eso él, a pesar de la presión que tiene ser entrenador del Barcelona, es capaz de aceptar cosas que otros nunca desvelarían aunque sean absolutamente lógicas.

"Se viven momentos buenos y otros peores. Hemos perdido jugadores, se han dado situaciones extradeportivas difíciles, incluso la situación de Cataluña, pero hemos dado pasos para superar las adversidades, estoy contento de como han ido las cosas". Sorprende, al menos relativamente, que sea él mismo quien saca la política en su discurso. Porque en la medida de lo posible ha ido evitándolo, siempre con sensibilidad y educación, algo bastante poco común en este tema concreto. Es curioso poder pensar que el conflicto pueda llegar a afectar a gentes que ganan por encima del millón de euros anual en las bandas más bajas. Más aún en un equipo que más parece la ONU que un conjunto de grandes conocedores de la sardana.

Foto: Andrés Iniesta, entre lágrimas, en el momento de anunciar que deja el Barcelona. (Efe)

Valverde lo ha visto así, y es cierto que ahora ya parece en el pasado, pero entre todas las cosas que ocurrieron el 1 de octubre también hubo espectáculo a puerta cerrada en el Camp Nou. Rarezas de una temporada extraña, decidida con muchísima antelación. "No nos vamos a engañar porque las últimas ligas no se han ganado con mucho margen", explicaba el técnico en la rueda de prensa previa al partido contra el Deportivo de la Coruña. Perder la liga es un imposible, aunque Valverde no se vaya a meter en esa guerra

"Muy mal se tiene que dar para no ganar la Liga...pero si alguien tiene que tener precaución, soy yo. Tenemos margen y podemos ser campeones incluso antes de jugar, aunque con independencia de todo esto, con los jugadores que tenemos aquí, lo normal es pelear por la Liga y todas las competiciones, es una obligación. No soy el primero el que lo puede ganar. La base del equipo está aquí y son jugadores extraordinarios", explicó el técnico.

Su frase desliza una obligación que no es real, un título es un título y aunque se sea enorme como tal hay que celebrarlo. El caso es que el Barcelona vive semanas algo extrañas, el golpe de Roma, que fue durísimo, les ha dejado confundidos y no importa demasiado que la semana pasada levantasen la Copa ni que esta, previsiblemente, logren el título liguero. Y de algún modo que el Madrid siga vivo en Champions genera cierta incertidumbre, aunque tampoco debería cambiar mucho el análisis el hecho de que el rival gane o no el título más gordo. Esto, claro, es pura fantasía, sabido es que las miserias de otros son las alegrías propias en no pocos casos.

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GRAF4991. BARCELONA, 28 04 2018.- Los jugadores del FC Barcelona (i-d) Sergio Busquets, Jordi Alba, Aleix Vidal y Andrés Iniesta, durante el entrenamiento que el equipo azulgrana ha realizado esta tarde en la ciudad deportiva Joan Gamper para preparar el partido de LaLiga que mañana disputará ante el Deportivo de La Coruña, en el que el Barça puede proclamarse campeón de Liga. EFE Alberto Estévez

El dichoso pasillo

Y como muestra, el pasillo. Lo que en otros tiempos era un bonito acto de reconocimiento se ha convertido en un motivo de escarnio para el Madrid y de mofa en el Barcelona. Es, además, el tema del que todos hablan, porque hace tiempo que la farándula se impuso en el discurso a todas las demás cuestiones. Una y otra vez Valverde fue inquirido sobre el asunto y él despejó como buenamente pudo... hasta que terminó estallando: "¡Joder... Me estáis volviendo loco ya, con tanto pasillo!. Vamos a dejarlo ahí; si ya está, no tiene tanta importancia..."

En verdad no la tiene, es poco más que una imagen, una icónica si se quiere, pero que el propio Valverde ve de algún modo desvirtuada por esta tensión: "Se habla mucho de los pasillo, también se habló cuando fuimos al Bernabéu, pero eso depende del rival y es más de un homenaje de los jugadores del equipo rival al contrario que se ha desvirtuado un poco, sobre todo cuando se habla del Madrid y el Barça o con equipos de rivalidad, porque siempre hay un revanchismo. Más que te hagan el pasillo se busca más que el contrario esté humillado aplaudiéndote y se dice 'ya está' pero cuando no hay una rivalidad, como es con el Depor y el Barça se hace una cosa más natural que es como tiene que ser".

Foto: Ernesto Valverde, durante el Roma-Barcelona de cuartos de final de la Champions. (Reuters) Opinión

En este partido trámite lo importante, además de certificar el título, es Andrés Iniesta. Lleva Barcelona despidiéndole unas semanas, porque en el ambiente estaba que a final de temporada se marcharía a China a vender vinos y dar clases magistrales de fútbol. Ahora, que ya es oficial, no queda más que aplaudir la despedida de un grande. Ya en la final de Copa se dijo que era el último gran partido del de Fuentealbilla con esa camiseta, pero no fue más que el comienzo de una colección de últimas veces, de esas que se recuerdan siempre, para bien y para mal. Por el cariño que se tuvo y el dolor intenso de la pérdida.

"Los entrenadores aprendemos de los jugadores, podemos tener una idea, una táctica, pero los jugadores te lo condicionan todo. Futbolistas como Andrés te enseñan que cosas. Ven las más cosas fáciles de las que tu les puedes decir", comentaba Valverde, siempre clarividente para explicar con sencillez cosas que no lo son tanto. "Iniesta es insistuible. Puedes jugar con otro, pero por sus características es difícil pensar en otro que hará algo parecido, de este nivel", remarca el Txingurri, que tiene un año más de contrato y quiere continuar a pesar de los murmullos que hubo tras el cataclismo de Roma.

Este domingo el Barcelona puede ser campeón. Y eso, al final, es el centro de todo.

Las temporadas del fútbol son laberintos difíciles de desentrañar. Cuando todo termina, y ese es el caso en la Liga, se desempolvan algunos recuerdos y se conocen detalles que hasta el momento se mantenían ocultos. Ernesto Valverde será, en buena lógica, el técnico del equipo campeón de esta temporada. Coincide además en que es, por encima de todas las cosas, un tipo normal, llano, poco afectado, tan alejado del histrionismo como se puede llegar a estar. Y por eso él, a pesar de la presión que tiene ser entrenador del Barcelona, es capaz de aceptar cosas que otros nunca desvelarían aunque sean absolutamente lógicas.