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El Barça puede ser campeón de Liga y Copa el mismo día... pese al 'palo' a su cantera
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EL TALONARIO SE IMPUSO A LA CANTERA EN BALAÍDOS

El Barça puede ser campeón de Liga y Copa el mismo día... pese al 'palo' a su cantera

El club azulgrana necesita una carambola para ser campeón de Liga este domingo, el mismo día que puede ser campeón de Copa... tras romper un registro de hace 16 años

Foto: Coutinho y Dembelé celebran el gol del francés, momento en el que no había canteranos en el once. (EFE)
Coutinho y Dembelé celebran el gol del francés, momento en el que no había canteranos en el once. (EFE)

El fútbol es un deporte caprichoso, donde el éxito o el fracaso depende en último término de que un balón supere una línea de 12 centímetros. Y, como tal, ese esférico puede marcar el camino hacia un título, incluso sin jugarlo. Es el caso del Barcelona, que este fin de semana se puede encontrar con un escenario pocas veces visto en la historia del fútbol mundial: el mismo día, con una diferencia de tres horas, puede ser campeón de dos títulos... aun renunciado a parte de su filosofía.

Este sábado, el Barcelona juega la final de la Copa del Rey ante el Sevilla (21:30 horas): evidentemente, si los culés ganan, serán campeones... pero, además, pueden lograr el título de Liga sin jugar. Gracias al empate cosechado este martes en Balaídos ante el Celta de Vigo (2-2), si se dan una serie de combinaciones entre Real Madrid y el Atlético, el conjunto de Ernesto Valverde puede acabar la 35ª jornada de Liga como campeón del torneo de la regularidad.

Foto: Carlos Mouriño, presidente del Celta, y Abel Caballero, alcalde de Vigo. (EFE)

Al equipo azulgrana solo le quedan cuatro jornadas para acabar la Liga, en la que suma 83 puntos en su casillero, con 12 de ventaja sobre el Atlético y 16 sobre el Real Madrid, ambos conjuntos con un partido menos. Y ahí empieza precisamente la ecuación. La primera condición que se tiene que dar para que el Barça sea campeón este sábado debe darse en el Bernabéu: si el club blanco pierde en su partido de esta noche ante el Athletic (21:30 horas), matemáticamente no puede alcanzar a los culés.

Esta situación dejaría al Atlético como único candidato a disputarle el trono a los culés -hablamos de números, no a lo que la lógica dicta desde hace muchas jornadas-. Pero también se puede despedir del título si es incapaz de sumar un punto en las dos próximas jornadas: es decir, si pierde este jueves ante la Real Sociedad (19:30 horas) y el domingo ante el Betis (20:45 horas). Si se dan los tres resultados de los rivales culés y el Barça gana al Sevilla, será campeón de Liga y Copa el mismo día.

El Barça ha demostrado ser el equipo más sólido de la temporada, donde incluso puede acabar la liga sin perder un solo encuentro. Este martes salvó un 'match ball' ante el Celta y lo hizo con una situación poco habitual en los culés: dieciséis años más tarde, el conjunto azulgrana renunció a su identidad y jugó por primera vez sin un solo canterano de inicio. La última vez fue el 23 de abril de 2002, cuando el equipo de Carles Rexach disputó la ida de las 'semis' de Champions ante el Real Madrid.

Este martes, Valverde salió de inicio con Ter Stegen, Semedo, Yerry Mina, Vermaelen, Digne, André Gomes, Paulinho, Coutinho, Denis Suárez (que solo jugó un año en el Barça B), Alcácer y Dembélé. Este once recordó a la alineación de Rexach ante el Real Madrid, donde puso sobre el césped a Bonano, Reiziger, Frank de Boer, Abelardo, Rochemback, Motta, Cocu, Luis Enrique, Overmars, Saviola y Kluivert. Dieciséis años después, no hubo jugadores formados en 'Can Barça' en el once.

Cambio de filosofía en el club

Desde ese 2002, el conjunto azulgrana no ha jugado un solo partido sin contar de inicio al menos con un canterano. Es más, en los últimos años ha tenido lugar la explosión de La Masía, donde jugadores como Xavi Hernández, Carles Puyol, Andrés Iniesta, Gerard Piqué, Sergio Busquets o Leo Messi, entre muchos otros, han provocado que el Barça viva los mejores años de su historia. Este miércoles, el cambio de modelo se ha hecho más evidente que nunca.

En los últimos años, el cambio de filosofía del Barça se ha hecho más evidente que nunca: desde que el Barça de Guardiola triunfara en el fútbol mundial, el jugador canterano ha perdido progresivamente peso en favor del talonario. No es menos cierto que el partido de este martes era especial, pues el equipo contaba con rotaciones y cambios de cara a la final de Copa, pero sí es significativo que en esa unidad B del Barça no haya ni un solo jugador del filial capaz de formar parte del once.

Y es más sangrante cuando el canterano ha perdido valor en beneficio del talonario: ante el Celta, había más de 500 millones sobre el campo, de los que solo 340 kilos los capitalizaban tres jugadores (Coutinho 160, Dembele 140 y Paulinho 40). Un cambio de modelo que a mucho aficionado culé no gusta, por alejarse de la filosofía que tantos éxitos ha traído al club en los últimos años, aunque algo es innegable: los números, al menos esta temporada, dan la razón a la configuración de la plantilla.

El fútbol es un deporte caprichoso, donde el éxito o el fracaso depende en último término de que un balón supere una línea de 12 centímetros. Y, como tal, ese esférico puede marcar el camino hacia un título, incluso sin jugarlo. Es el caso del Barcelona, que este fin de semana se puede encontrar con un escenario pocas veces visto en la historia del fútbol mundial: el mismo día, con una diferencia de tres horas, puede ser campeón de dos títulos... aun renunciado a parte de su filosofía.

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