El día en que Valverde se enfadó con la afición del Barcelona

Esta Liga será lo que quiera Leo Messi que sea. El argentino sigue imponiendo su ley con un catálogo inacabable de exquisiteces, y este domingo tocaba marcar por la escuadra izquierda de Oblak. Así el Barça ganó 1-0 al Atlético y medio sentenció el campeonato. Era el tercer tanto consecutivo de falta de Messi después del que consiguió frente al Girona, por debajo de la barrera, y ante Las Palmas, al palo contrario que el del Atlético. Los rivales ven de frente a Messi brazos en jarras dispuesto a tirar una falta y ya no deben saber qué hacer. De hecho, Saúl y Diego Costa fueron los dos únicos que saltaron, mientras el resto de jugadores atléticos de la barrera se quedaron quietos, no fuera a ser que le diera por volver a colarla por abajo. Esta es la temporada en que el 'crack' argentino ha conseguido más goles de falta —seis en total— en toda su carrera y es la primera vez que marca tres seguidos.

“Si le quitamos la camiseta a Messi y le ponemos la del Atleti, igual habríamos ganado 0-1. Pero esto es como el barrio, cuando uno elige al mejor y el mejor lo tienen ellos”, admitía Simeone que, pese a todo, no da la Liga por perdida: “Los números son los que son y es difícil que el Barça pierda cuatro o cinco partidos, pero el fútbol es maravilloso y no estamos tan lejos”. Los ocho puntos más el 'goal-average' no le parecen al técnico rojiblanco una diferencia insalvable, pero Messi puede haber dado el golpe definitivo al campeonato teniendo en cuenta que estamos en la jornada 27 y el Barça sigue imbatido. Un día feliz para los culés curiosamente fue también el primero en que Valverde se cabreó con su afición.

Pitos a André Gomes

Andrés Iniesta, que estaba realizando un gran encuentro, se hizo daño en el minuto 22 en el bíceps femoral de su pierna derecha. Intentó seguir jugando, pero finalmente pidió el cambio y el Txingurri optó por André Gomes. El portugués no tiene el beneplácito de la grada, que ya le ha pitado en más de un partido, y ante el Atlético y sustituyendo a Iniesta la diferencia de nivel se hizo demasiado evidente.

Opinión

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Después de unos tímidos murmullos, en el minuto 68, rodeado de contrarios y a punto de perder el balón, Gomes provocó una falta y parte de la afición le pitó. La reacción de Valverde fue inmediata y sorprendente: se dio la vuelta y se encaró con la grada. Las cámaras de televisión captaron cómo soltaba además un improperio, algo inaudito. La reacción espontánea del entrenador dejó bien a las claras que estaba muy molesto por los silbidos a su jugador. Piqué pidió al mismo tiempo que aplaudieran a su compañero y parte de la afición le hizo caso.

Valverde, ya con las pulsaciones en su sitio en la sala de Prensa, optó por no hacer más grande la herida y fue conciliador: “También he escuchado aplausos a André Gomes, cada uno tiene sus preferencias, pero es un futbolista que nos ayuda mucho. El jugador tiene que dar y el público tiene que comprender que puede cometer un error, era un partido fundamental y todos necesitamos apoyo. El público suele estar de diez con nosotros y lo que tenemos que hacer también es conquistarlo, ponerles de nuestra parte”.

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Gomes, más minutos con Iniesta lesionado

André Gomes no jugaba desde hacía cinco partidos, cuando fue titular en Mestalla en la vuelta de Copa, y solo había disputado un minuto en Stamford Bridge para perder tiempo. Entra y sale del equipo titular, pero el técnico ha demostrado que cuenta con él y le arropa pese a las críticas generales por su escasa aportación al juego. Ahora puede volver a tener más protagonismo debido a la lesión de Iniesta, que tiene muy complicado llegar dentro de 10 días al partido de vuelta contra el Chelsea a falta de las pruebas que diagnostiquen con exactitud la gravedad de la lesión. “Perdemos mucho sin Andrés porque es inigualable, único, no se le puede suplir porque es único en el mundo. En principio, pensamos que tenía una rotura muscular importante, pero ahora tenemos la esperanza de que no sea mucho. Él se regula bastante bien”, admitía el Txingurri.

Satisfecho por la victoria, el entrenador azulgrana no quiso abrir ninguna brecha con su afición, que este domingo llenó el estadio con la mejor entrada de la temporada. Sabe que les va a necesitar para lo que viene y confía en tenerlos de su lado, pero su gesto de enfado fue indiscutible. “No es definitivo, pero hemos dado un paso hacia el título. Ya veremos lo que nos depara el futuro porque ya sabemos cómo es esto, que hace tres días estábamos echándonos las manos a la cabeza. Ahora, tranquilidad”. Valverde es humano y esa calma que pide es la que le faltó a él en un momento de debilidad. El tiempo dirá si la grada deja de tomarla con André Gomes.