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El Barcelona deja muerto al Real Madrid y le expulsa de la pelea por el título de Liga
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impresionante segundo tiempo azulgrana

El Barcelona deja muerto al Real Madrid y le expulsa de la pelea por el título de Liga

Ni con tres Copas de Europa del Real Madrid en cuatro años evitan que el Barça siga siendo superior, que le gane tres Clásicos seguidos en casa y que vuelva a dejarle sin opciones en Liga

Foto: Cristiano Ronaldo se lamenta en presencia de Messi. (FOTO: Miguel Berrocal)
Cristiano Ronaldo se lamenta en presencia de Messi. (FOTO: Miguel Berrocal)

Se ha acabado la liga y aún no ha terminado la primera vuelta. Ese es el resumen del Clásico para el Real Madrid. Al Fútbol Club Barcelona le queda bastante por delante, unos rivales que le persiguen desde lejos y jornadas que van cayendo con un bagaje casi perfecto. Hace cuatro meses, el primer partido de la temporada entre ambos equipos los blancos dieron un repaso a los culés, en el segundo le dieron otro y todo parecía anunciar la continuación de un ciclo victorioso madridista, después de tantos éxitos en 2017. Al término de este año, el Madrid tiene más preocupación por mantener su posición en Champions que en alcanzar la primera posición tras perderse en el agobio del segundo tiempo.

El verano fue especialmente bonito para Zidane. Claro que todos esperamos ansiosos esa época estival, pues suele generar relajación y jolgorio, y alguna que otra decepción, como cuando te despides de ese amor tan intenso como por todos sabido efímero. A Zizou no le convenció la política de fichajes de Florentino, pero todo lo demás que pasó en el regreso oficial de la competición le grabó la sonrisa en el rostro. Le dio un repaso a Mourinho y a la semana se lo dio al Barça. Y tenía bajas, no estaba Cristiano, no para ser titular. Y para ganar, se le ocurrió probar algo que luego Muñiz llevó al extremo en Girona: un marcaje individual sobre Messi por parte de Kovacic. O eso creíamos...

Foto: Álvaro Arbeloa celebrando un tanto en abril de 2015. (Reuters)

El sacrificio para disponer al pequeño croata en la alineación era dejar a Isco Alarcón en el banquillo. Menos ilusión en el terreno de juego, pero, por consiguiente, mucho más control posicional y espacial ante un equipo que te enfrenta con las mismas armas, cuatro centrocampistas centrales en la medular. Isco ha bajado uno o dos puntos su frescura del primer tercio del curso y su ausencia inicial le permitía a Zidane tener una capacidad de variación del curso del partido enorme. Isco, Asensio, Bale, Lucas, Theo... todo en el banquillo para resolver el encuentro cuando a Valverde lo que le quede sea Denis Suárez y poco más.

Le dio exactamente igual al final a Valverde lo que había al lado suyo en el banquillo, porque el Madrid perdió el norte, se le fue la cabeza en el segundo tiempo. 45 minutos bastante buenos para empezar el encuentro, dominando en las dos áreas, permitiendo solo una oportunidad de Paulinho y robando una pelota tras otra. El descanso le desquició. Entraron las prisas por ganar, por marcar el tercero antes del primero, por pensar que tras otros 45 minutos con 0-0 la Liga estaba perdida. De repente lo que quince minutos antes salía con naturalidad, en el segundo tiempo se la quedaba el contrario, siempre, una y otra vez.

placeholder A Valverde le salió bien con Paulinho, Zidane no acertó con Kovacic. (Reuters)
A Valverde le salió bien con Paulinho, Zidane no acertó con Kovacic. (Reuters)

Lo mejor que hizo el Madrid en el primer tiempo fue inutilizar a Busquets. La utilización de Kovacic fue muy diferente a la de la Supercopa, al menos de inicio. Era Modric quien estaba sobre Messi y su compatriota obligó al pivote culé a estar muy impreciso. No aparecieron ninguno de los dos culés en casi ningún momento. Solo Messi, porque es Leo, se despegó de su marca y le puso una pelota de oro a Paulinho para que Keylor detuviera su volea. En la segunda parte cambió todo. Kovacic cogió a Messi, casi literalmente. Tanto, que cuando Busquets rompió líneas con un recorte y un pase y dejó solo a Rakitic, Kovacic fue a por Messi, pese a tener al lado al portador del balón. Permitió a Rakitic habilitar a Sergi Roberto y este a Suárez para abrir el marcador. No volvió a aparecer el Madrid.

En los análisis de los instantes previos al pitido inicial, se intuía que la disposición de los dos conjuntos sería bastante similar. 1-4-4-2 con cuatro centrocampistas puros y dos delanteros, aparentemente natural todo. Lo que cambió sobre lo previsto fue Paulinho. Y se reían de él y del Barça por su contratación. Valverde ha encontrado en el brasileño lo más parecido a un comodín que existe en la baraja futbolística. No es que juegue en varias posiciones, es que aporta en todo momento. El Barça jugó con cuatro en el centro y dos arriba, pero los dos arriba eran Suárez y Paulinho. Servía de referencia a Ter Stegen en la salida larga del balón, era un alma libre para la defensa blanca pues no despertaba peligro y un socio para Messi, Suárez, Iniesta y cualquiera de su entorno.

A Sergio Ramos le pudieron expulsar poco después del 0-1 porque cometió su acción tan habitual de fastidiar a sus compañeros y al rival, pegándole un manotazo muy claro en la cara a Suárez. Sánchez Martínez decidió no verlo y le perdonó la roja. Sí se la sacó a Carvajal, al que si ahora le preguntan puede que diga que hubiera preferido el 0-2 con once que el 0-2 con diez. Iban a salir Asensio y Bale, luego seguro que Isco, pero no, tuvo que entrar Nacho porque el Madrid se quedó sin lateral. Penalti y expulsión por evitar un gol con la mano, como el propio 'Luisito' en el Mundial de Brasil, pero aquella vez Uruguay sonrió, ahora el Bernabéu llora porque sigue siendo incapaz de darle la vuelta al ciclo del Barça.

Ni con tres Copas de Europa en cuatro años evitan que el Barça siga siendo superior, que le gane tres Clásicos seguidos en casa, que le pinte la cara con resultados bochornosos muy habitualmente. Hasta marcó Aleix Vidal en el 93, un futbolista casi proscrito. A Zidane se le pone cara de Ancelotti, de Benítez y de tantos otros entrenadores que tiraron la Liga antes de navidad. Esto ya no tiene solución, sí tiene compensación con las otras competiciones en disputa. Pero cualquiera se levanta de un golpe como este deprisa y corriendo...

Ficha técnica

0 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro (Marco Asension, m.73), Kovacic (Bale, m.73), Kroos, Modric; Cristiano Ronaldo y Benzema (Nacho, m.66).

3 - FC Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto (Aleix Vidal, m.90), Piqué, Vermaelen, Jordi Alba; Busquets, Rakitic, Paulinho (André Gomes, m.84), Iniesta (Semedo, m.76); Luis Suárez y Messi.

Goles: 0-1, m.54: Luis Suárez. 0-2, m.64: Messi de penalti. 0-3, m.93: Aleix Vidal.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (colegio murciano). Amonestó a Ramos (59) y Marcelo (83) por el Real Madrid; a Vermaelen (18) y Busquets (88) por el Barcelona. Expulsó a Carvajal a los 63 minutos con roja directa.

Incidencias: encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 80.264 espectadores. El capitán del Real Madrid dedicó a los aficionados del Santiago Bernabéu el trofeo del Mundial de Clubes conquistado en Abu Dabi.

Se ha acabado la liga y aún no ha terminado la primera vuelta. Ese es el resumen del Clásico para el Real Madrid. Al Fútbol Club Barcelona le queda bastante por delante, unos rivales que le persiguen desde lejos y jornadas que van cayendo con un bagaje casi perfecto. Hace cuatro meses, el primer partido de la temporada entre ambos equipos los blancos dieron un repaso a los culés, en el segundo le dieron otro y todo parecía anunciar la continuación de un ciclo victorioso madridista, después de tantos éxitos en 2017. Al término de este año, el Madrid tiene más preocupación por mantener su posición en Champions que en alcanzar la primera posición tras perderse en el agobio del segundo tiempo.

Leo Messi Zinédine Zidane
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