¡Entradas para el Clásico a euro! Así de fácil es piratear un abono en el Madrid-Barcelona

A solo dos días del Clásico que enfrentará a Real Madrid y FC Barcelona en el Santiago Bernabéu, puede parecer un poco tarde para intentar comprar una entrada, pero aún es posible. Solo necesita una cosa: bastante dinero, porque si los precios oficiales para ver el partido de fútbol (de clubes) con más expectación del mundo ya son altos, el mercado secundario, legal o no, es bastante más caro.

En un partido como el Real Madrid-Barcelona, la mayoría de las entradas no salen a la venta porque hay un gran número de abonados cuya cuota ya incluye este partido. En el caso del club madridista, alrededor de 60.000, tres cuartas partes de la capacidad del estadio (80.000). Las entradas que sí salen a la venta lo hacen por varios canales, como la propia web del club o plataformas de 'ticketing'. Y luego está el mercado negro.

No hace falta bucear mucho en internet para encontrar la siguiente oferta en el portal 'milanuncios'. "REAL MADRID Y BARCELONA. En cesión diferentes ubicaciones, para el partido de Liga en el Bernabéu entre Real Madrid y Barcelona. Máxima seriedad en la gestión. Información sin compromiso. Se atiende teléfono, WhatsApp y correo. saludos". El precio, una ganga: un euro.

Nos ponemos de acuerdo con el ofertante y preguntamos por el precio de una entrada. Nos responde con una oferta: una entrada en el sector 324 (fondo sur) a 375 euros (el precio oficial es de 210). En pocos minutos, la conversación avanza y es fácil cerrar la venta. El vendedor reconoce que la oferta es por un abono y se ofrece a desplazarse para hacer el intercambio. Cuando le decimos que solo podemos jueves o viernes (la conversación, por WhatsApp, se produce el martes), responde que o se paga ya o hay que hacer una reserva de 100 euros. Cuando se le pregunta por la seguridad, el ofertante aclara que no hay ningún problema porque los abonos son transferibles.

Según explica el Real Madrid en su web, "las tarjetas de abono son transferibles, por lo que el socio puede permitir su uso a una tercera persona, o bien cederlo al club para que otros socios sin abono tengan la posibilidad de adquirir una entrada, con lo que podrá obtener un descuento en la renovación de su abono para la siguiente temporada. En cualquier caso, el socio titular del carné y del abono será el responsable de su buen uso en todo momento". Si un abonado, en vez de ceder el abono al club, decide sacar una buena tajada, para el Madrid es muy difícil impedirlo, por no decir imposible.

Al día siguiente volvemos a contactar, esta vez pidiendo varias entradas en vez de una. Entre varias ofertas nos ofrece entradas en el sector 101, justo enfrente de los banquillos, a 550 euros cada una (cuando cuestan 310). "Yo las entrego directamente en mano en el lugar que acordemos (...) Por la devolución no te preocupes porque nada más terminar el partido lo recojo", explica. ¿De dónde saca los abonos? "Yo sólo soy un intermediario", afirma. "Si realizas las gestiones con seriedad, se consigue fidelizar y, al final, el boca a boca funciona".

Ninguna de las dos conversaciones a las que se hace referencia acabó con una transacción, pero sí demuestran lo fácil que es conseguir una entrada para un partido como el Madrid-Barcelona en el mercado negro. Solo hace falta estar dispuesto a pagar una buena cantidad.

En los canales oficiales quedaban muy pocas entradas a la venta este miércoles por la tarde. A última hora de este miércoles, la web del club ofertaba unas picas decenas a precios que iban desde los 95 euros del cuarto anfiteatro del fondo sur a los 1.600 en localidades vip. En plataformas especializadas como StubHub y Viagogo quedaban algunas más, con un rango de precios de 200 hasta los 7.284,75 euros.

¿Muy caro? El Madrid-Barça es el partido de clubes de fútbol más seguido del mundo, pero esos precios aún están lejos de lo que se paga en Estados Unidos en algunos eventos de estas características. Hace unos días se pagaron casi 27.000 dólares (22.600 euros) por dos entradas a pie de pista para presenciar el Lakers-Warriors en el que se retiraron dos camisetas de Kobe Bryant.