El Barça aburre a las ovejas, pero marcha directo hacia el título de Liga

“No vamos a pedir perdón por ganar” soltó Ernesto Valverde justo después de vencer al Sevilla y antes del parón de selecciones. El técnico sacó las uñas para defender a su equipo y su trabajo con unos números que son indiscutibles, pero con un juego que sin duda lo es. Dos semanas después, la vida sigue igual: el Barça aburre a las ovejas, no hace un fútbol ni mucho menos brillante, a ratos es soso, a ratos espeso, a ratos ni chuta a puerta, pero suma y sigue. 12 jornadas: 11 victorias, un empate, 33 goles a favor y sólo cuatro en contra. La jornada fue perfecta, pues el empate en el derbi madrileño aleja a Atlético y Real Madrid en 10 puntos. El equipo azulgrana, parece, marcha directo hacia el título.

Con semejante estadística cebarse con el Barça sería injusto, pero la efectividad y el resultadismo no pueden servir como excusa a un equipo, un club, en el que el estilo es motivo de debate continuo y en ocasiones hasta obsesivo. Ahora el estilo es que pare Ter Stegen y que marque quien sea en la primera de turno. Ayer, eso fue exactamente lo que sucedió. Y esta vez Valverde no negó la realidad y admitió que no habían jugado bien.

TE PUEDE INTERESAR

El Barcelona pasea su eficacia por Leganés

Gonzalo Cabeza

“Ha sido un partido complicado, no lo niego. No hemos estado brillantes por momentos, lo achaco a los rivales, hay que saber jugar en este campo, el rival aprieta y debemos mejorar cosas, pero en estos campos no se nos pueden escapar puntos. Doy por muy bueno el resultado, pero sabemos que no hemos estado brillantes”, explicó el Txingurri. Y sentenció: “El fútbol se basa en dominar el juego. Si lo dominas en el medio está bien, pero no debes ser blando en tu área ni en la contraria”. A falta de buen juego, mandan las áreas más que nunca en el Barça. Y como los números son espectaculares, el debate se deja para otro día. Para cuando el meta alemán no esté tan certero, tan gatuno, o el delantero tan fino y espabilado.

Luis Suárez resucitó

Con Messi desaparecido en Butarque le tocó resucitar a Luis Suárez, que llevaba su peor racha goleadora desde que llegó al Barça. Nada menos que cinco encuentros sin marcar, desde el pasado 14 de octubre en el Wanda Metropolitano. Han sido 478 minutos sin ver puerta que le pesaban como una losa, pero al uruguayo le han sentado bien los cuidados a los que ha estado sometido en la Ciudad Deportiva y los factores de crecimiento con que los médicos decidieron tratar su rodilla derecha. Dos goles ante el Leganés de cazador, sobre todo el primero tras un horrible rechace de Cuéllar a disparo de Alcácer, que le devolvieron la sonrisa y reforzarán su autoestima.

Suárez además fue un incordio constante; protestando las faltas al árbitro, picándose con el guardameta del Leganés ante el que se paseó después de marcar el segundo tanto y peleando cada pelota metiendo culo y cuerpo como él sabe. “No tenía ansiedad por no marcar, sino de sentirme bien y ayudar al equipo para conseguir los tres puntos”, declaró todavía en el césped a BeinSports. También admitió que el juego no había sido lo mejor del Barça en Butarque: “El rival no nos pone las cosas fáciles y lo importante era ganar, pero nosotros siempre queremos jugar mejor”.

El uruguayo cazó la primera ocasión que tuvo el Barça en el minuto 27’ de la primera parte y volvió a hacerlo en la primera de la segunda en el 59’ con su equipo en plena siesta. Sólo Busquets, él y Paco Alcácer estaban espabilados, mientras que Ter Stegen fue clave otra vez con paradas de gran mérito; sobre todo una a Amrabat en el 63’ en la que salió de su portería y dejó sin hueco al delantero marroquí despejando con la pierna derecha. El tercero, embarullado y feo, lo anotó Paulinho en el último minuto de partido. Un gran botín, un gran resultado y el Barça que sigue líder y como el equipo menos goleado de todas las grandes ligas europeas. Del estilo ya hablamos en otra ocasión.

Piqué se pierde el partido de Mestalla

Que el del Leganés era el único partido que le importaba a Valverde y que no tuvo en ningún momento en consideración que viajarán a Turín y Valencia esta semana lo dejó claro con la alineación. Por primera vez en la temporada repitió equipo y no reservó a nadie. Corría el riesgo de perder a uno de sus dos centrales titulares, Piqué y Umtiti, si veían una tarjeta y le dio lo mismo. En el minuto 28’ Pique vio la amarilla mientras él y Amrabat se agarraban mutuamente y el catalán le recriminó a Undiano Mallenco la tarjeta que le impedirá jugar en Mestalla. “Quizá el 0-3 es un poco excesivo. Me ha parecido también excesiva la tarjeta a Piqué, pero el árbitro lo ha entendido así y ya está” reconoció Valverde.

En Valencia es el turno de Vermaelen, que aún no ha debutado en la Liga esta temporada y cuya fragilidad física le ha perseguido desde que fichó por el Barça. Digne o el central del filial Costas serían otras opciones, pero si el belga no es titular en Mestalla el mensaje sería demoledor para él.

“La baja de ‘Geri’ (Piqué) es más que importante para nosotros, pero tenemos jugadores en la plantilla que pueden suplirle”, admitió Luis Suárez antes de marcharse a toda velocidad por la zona mixta. La prisa estaba justificada; con su trabajo hecho, la expedición azulgrana esperaba llegar a tiempo a Barcelona para poder ver, al menos, la segunda parte del Wanda Metropolitano. No están excelsos, no dejan boquiabiertos con sus triangulaciones, pero en un área y en la otra no hay quien les tosa. Eso es así.