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Messi es el corazón, pero Umtiti y Ter Stegen son las piernas que sostienen al Barça
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el líder solo funciona con tres jugadores

Messi es el corazón, pero Umtiti y Ter Stegen son las piernas que sostienen al Barça

El líder firme de la liga volvió a ganar ofreciendo una versión muy rácana, aprovechando todas las virtudes de esos tres futbolistas que evitaron que el Athletic sacara algo positivo

Foto: Ter Stegen le negó el gol a Aduriz. (Cordon Press)
Ter Stegen le negó el gol a Aduriz. (Cordon Press)

Cualquiera diría, viendo cómo juega el Fútbol Club Barcelona, que es el líder destacado de la liga española. Por lo general, el primer clasificado de un gran campeonato suele ser un equipo que se muestra en cada jornada como el mejor de todos los que componen la liga o al menos muestra los detalles que le hacen diferente (y, por tanto, superior) a los demás. Hay componentes en el Barça que lo colocan un escalón por encima; no tiene mucho que ver con aspectos tácticos, tampoco con el estilo de juego, sino con un reducido trío de futbolistas que hacen que compita y gane casi como rutina, con la inercia que da siempre la alegría de un triunfo. Messi es el alma, el corazón del Barça, pero Umtiti y Ter Stegen son las piernas sobre las que se sostiene todo el proyecto. Gracias a ellos el Barça venció en San Mamés sin hacer casi nada (0-2).

Eso sí, sin corazón no se puede vivir. Llevamos años hablando de que el Barça tiene una Messidependencia gravísima, y que sin el mejor jugador que ha vestido esa camiseta (y puede que cualquier camiseta jamás creada) no habría sido capaz de mantener un ciclo de títulos tan amplio. Es tan evidente esa afirmación que da pereza hasta redactarla. Pero esa Messidependencia se ha agravado hasta el punto de que sin él, el Barça no puede ni respirar, ni vivir. Cualquier fallo en el físico de Lionel supondrá un paro cardíaco para el club azulgrana. Todo, absolutamente todo, depende de la frescura de sus pensamientos y el acierto de sus acciones. Por suerte para el Barça (y para el aficionado imparcial) ambos casi siempre son rápidos y precisos.

Foto: Jose Angel Ziganda, durante un partido del Athletic. (Reuters)

Sí, el Barcelona ganó en Bilbao porque Messi quiso que así fuera. Lo de siempre, vamos. No hay novedad en el frente. Messi. Todo él. Messi hizo casi todo para ganar. Lo hizo todo para marcar. La asociación entre la práctica totalidad de la alineación para crear un fútbol fantasioso que acabase en un gol apoteósico, aquello que nos enseñó Guardiola que era posible, ha desaparecido del todo del equipo que lo realizó. Ahora Messi controla un balón, busca una pared, la recibe, abre a la banda, amaga con ir, se frena, se posiciona para recibir y remata a la red. Entre medias han participado levemente un par de compañeros para que él continuase y culminase la jugada. Pero todo empieza y termina en él. 12 goles de 28 más cuatro asistencias.

A la vez que Messi inventa, los demás miran. A veces aparentan ser también unos embobados espectadores que simplemente pagaron más cara su entrada para interactuar de vez en cuando con él sobre el campo. La desconexión de buena parte del once de Valverde, especialmente en el segundo tiempo, fue desoladora. El 'Txingurri' diseñó un centro del campo con cuatro medios centrales, Busquets, Rakitic, Paulinho y André Gomes, que fueron absorvidos por la voluntad rojiblanca, más que por el juego. No había combinaciones entre ellos, perdían el balón con facilidad ante tímidas presiones y apenas pudieron crear sucesiones de pases que desarbolaran la defensa rojiblanca hasta el descuento, con el Athletic agobiado por el resultado.

placeholder Messi va a agradecerle el pase a Alba. (Reuters)
Messi va a agradecerle el pase a Alba. (Reuters)

Este Athletic no tiene la mordiente del que tenía Valverde, el Barça tampoco, que conste. Probablemente Ziganda se sienta decepcionado, puede que con sus jugadores, puede que consigo mismo, por haber perdido un partido en el que tuvieron al enemigo a merced durante toda una mitad. Claro que le hubiera gustado que Williams estuviera solo un poco más acertado, que Córdoba no se precipitase en sus decisiones y que Lekue y Bóveda pusieran al menos un centro bien. Pero con el Barça así, partido en dos trozos (por un lado Messi, por otro el resto), no sacar nada más que el intento suena a poco. Como decía Yoda, o lo haces o no lo haces, pero no lo intentes.

Y sin hacer un partido brillante, pudieron sumar un fantástico punto. Ahí aparecieron las piernas del Barça, las que mantienen de pie el cerebro y el corazón que aporta Messi. Samuel Umtiti es un líder silencioso, resguardado de los focos mediáticos por la efervescencia de Piqué. En una secretaría técnica que se lució con fichajes tan útiles como Gomes, Alcácer, Arda y Aleix, entre otros, Umtiti es un acierto mayúsculo. No es elegante, pero es expeditivo en toda situación. Resuelve acciones de destacable dificultad con sencillez, sin hacer ruido. Solo hace su trabajo correctamente, sin buscar el sobresaliente. En cambio, Ter Stegen siempre busca la notaza. Es lo contrario al francés, pero con la misma efectividad. Sus intervenciones son hasta bonitas dentro del apuro. Él detuvo a un asesino despiadado como Aduriz hasta en tres ocasiones, evitando el destino cantado del gol.

Suele tener el Barça esa acción puntual en la que el delantero del rival tiene una ocasión de esas que luego se dice aquello de 'si hubiera marcado, todo habría cambiado'. Oportunidades muy claras que el cancerbero alemán desbarata. A veces pasa una vez, otros días tiene que hacerlo tres veces. A Ter Stegen se le señala porque a veces falla con los pies, pero un día se le valorará, como pasó con el tiempo con Valdés, la enorme trascendencia de su presencia en el campo.

Ficha técnica

0 - Athletic Club: Kepa; Bóveda, Unai Núñez, Laporte, Lekue; Iturraspe, San José (Beñat, m.68); Williams (Susaeta, m.83), Raúl García, Córdoba; y Aduriz.

2 - FC Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba; Sergio Busquets, Paulinho, Rakitic; André Gomes (Nelson Semedo, m.83), Messi y Luis Suárez.

Goles: 0-1, m.36: Messi. 0-2, m.92: Paulinho.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Iturraspe (m.41), y a los visitantes Sergio Busquets (m.46), Piqué (m.62), Paulinho (m.75), Umtiti (m.81).

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de LaLiga Santander, disputado en San Mamés ante 43.750 espectadores.

Cualquiera diría, viendo cómo juega el Fútbol Club Barcelona, que es el líder destacado de la liga española. Por lo general, el primer clasificado de un gran campeonato suele ser un equipo que se muestra en cada jornada como el mejor de todos los que componen la liga o al menos muestra los detalles que le hacen diferente (y, por tanto, superior) a los demás. Hay componentes en el Barça que lo colocan un escalón por encima; no tiene mucho que ver con aspectos tácticos, tampoco con el estilo de juego, sino con un reducido trío de futbolistas que hacen que compita y gane casi como rutina, con la inercia que da siempre la alegría de un triunfo. Messi es el alma, el corazón del Barça, pero Umtiti y Ter Stegen son las piernas sobre las que se sostiene todo el proyecto. Gracias a ellos el Barça venció en San Mamés sin hacer casi nada (0-2).

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