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Joven, sin exigencias y con gol: Mayoral es el suplente ideal para Zidane en el Madrid
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excelente partido en anoeta del canterano

Joven, sin exigencias y con gol: Mayoral es el suplente ideal para Zidane en el Madrid

Zidane tiene ante sí el mayor sueño de un entrenador con una fantástica plantilla: un chaval joven, sin exigencias en cuestión de minutos que sale al campo a comerse el mundo y que da resultado

Foto: Mayoral marcó su primer gol oficial en Anoeta. (Reuters)
Mayoral marcó su primer gol oficial en Anoeta. (Reuters)

En un mundo futbolístico donde la paciencia escasea con la juventud, donde se pagan 45 millones por un adolescente y 180 por un chaval con apenas un año de profesional y recién mayor de edad, asegurar que se ha ido demasiado deprisa con el delantero del Real Madrid Borja Mayoral suena absurdo y deja cierto aroma de excusa barata. Los grandes dominadores europeos están poniendo su foco en los futbolistas jóvenes pues son de quienes mayor valor pueden obtener y si se invierte esa ingente cantidad de dinero en ellos es que se entiende que van a generar muchísimo más de lo que cuestan, ningún dueño de un club, empresarios ávidos, dejaría escapar una parte importante de su capital si no creyese que lo va a multiplicar.

Foto: Bale y Mayoral fueron una gran pareja de ataque. (Reuters)

Un canterano no cuesta, no al menos de la manera que se entiende generalmente. El club pone muchísimo dinero para que una cantera funcione y pueda obtener sus frutos, pero no se paga traspaso, no hay que quitárselo a otro club para tenerlo, aparece, como las buenas setas campestres, espontáneamente y se recoge para su disfrute. O se cree en ellos o se utilizan solo cuando hacen falta y no hay otra cosa. A Zinédine Zidane no le queda más remedio este verano que tirar de Borja Mayoral esta temporada, y de esa escasez puede haber obtenido un fruto que no esperaba ni él ni el madridismo.

Mayoral cumplió el papel del Madrid

Mayoral en Anoeta hizo todo lo que su puesto como delantero centro del Real Madrid le pedía. Ya no valen esos '9' que se dedicaban únicamente a rematar lo que les caía en el área, su participación en el juego se hace indispensable para que el equipo funcione, pues la pelota es cada vez más protagonista tanto en el fútbol internacional como ahora ya sí en el propio Madrid. Una de las claves por las que la victoria blanca en Donosti fue tan clara y aparentemente sencilla fue por el dominio del balón y en ese desarrollo, el papel de Mayoral fue básico para ayudar a Modric, Isco y Asensio, dándoles un simple pero indispensable apoyo para superar presiones. Es un trabajo muy similar al que suele realizar Benzema, que siempre busca asociarse con sus compañeros. Es una labor que no se ve, apenas se valora, pero un entrenador la observa y la aplaude internamente.

Más allá de la labor de equipo, lo que impactó más del 'redebut' de Mayoral como titular en Liga fue su personalidad. Puede que no fuera el más talentoso sobre el terreno de juego, da igual, tampoco lo era Morata y rendía como si fuera un 'freestyler', pero Borja lo intentaba todo. La jugada del segundo gol, el tanto de Kevin Rodrigues en propia puerta, expone sus virtudes. Pudo levantar la cabeza y haber asistido a Isco, pero una vez se metió en la boca del lobo, se deshizo de Elustondo, buscó la línea de fondo y la puso atrás a Asensio, pero la empujó primero el defensa. Y antes, ansioso por marcar, hizo bueno el fallido intento de chilena de Ramos para fulminar a Rulli. Quiso más después, pero entre el portero argentino y las prisas posteriores que le nublaron la vista, Mayoral se quedó sin su doblete.

Mayoral aún no había alcanzado su punto exacto de maduración cuando la escalera mecánica de Valdebebas le subió al primer equipo en una situación de necesidad. Era un niño de 18 años que todavía tenía ficha juvenil y ya marcaba goles con el Castilla. Le ofrecieron madurar lejos de casa, hacer un Erasmus en Alemania para volver con la cabeza mejor amueblada que la que se llevó, como bien saben que sucede los que han aprovechado esa beca. La fama de que de Erasmus no hay que estudiar y se aprueba todo fácil no siempre se cumple y hay universidades, como el Wolfsburgo, que no se aprueba con presentarse al examen, hay que saberse la materia, hay profesores que van a pillar. La Bundesliga es dura y el Wolfsburgo vivió una de las peores temporadas de su historia reciente, no estaba la cosa para experimentos y Mayoral jugó muy poco.

En el Madrid sí, no tanto en la sub-21

Y de pronto se encuentra con la obligación de ser el '9' alternativo del Real Madrid porque desde arriba se decidió que no había que comprar a nadie para reemplazar a dos que se habían marchado, Mariano y Morata. Es un salto competitivo enorme, una responsabilidad máxima para un chaval de Parla de 20 años que no pudo ganarse el hueco en la selección sub-21. Sandro Ramírez, dos años mayor, le arrebató el lugar por, entre otras cosas, tener más experiencia de primer nivel, justo lo que le falta a Mayoral y la que va a ir adquiriendo con el paso de los meses.

Su demostración en Anoeta, sin embargo, no hace indicar que apenas sume un puñado de minutos con el primer equipo. Zidane tiene ante sí el mayor sueño de un entrenador con una fantástica plantilla: un chaval joven, sin exigencias en cuestión de minutos (por ahora, obviamente) que sale al campo a comerse el mundo y del que obtiene resultados. Nadie va a presionar a Mayoral, pero se le dará minutos, ya sea por voluntad del técnico o por necesidades del guion. Y ahí está para aprovechar todos y cada uno de ellos.

En un mundo futbolístico donde la paciencia escasea con la juventud, donde se pagan 45 millones por un adolescente y 180 por un chaval con apenas un año de profesional y recién mayor de edad, asegurar que se ha ido demasiado deprisa con el delantero del Real Madrid Borja Mayoral suena absurdo y deja cierto aroma de excusa barata. Los grandes dominadores europeos están poniendo su foco en los futbolistas jóvenes pues son de quienes mayor valor pueden obtener y si se invierte esa ingente cantidad de dinero en ellos es que se entiende que van a generar muchísimo más de lo que cuestan, ningún dueño de un club, empresarios ávidos, dejaría escapar una parte importante de su capital si no creyese que lo va a multiplicar.

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