Barcelona-Villarreal: Messi, Suárez y Neymar siguen creyendo que la Liga es posible

La MSN cree que ganar la Liga es posible, y eso basta para sostener al FC Barcelona en ese mano a mano por el título que mantiene con el Real Madrid en este final de temporada. La delantera al completo marcó en la victoria por 4-1 al Villarreal, un triunfo que permite al equipo azulgrana seguir presionando a su máximo rival, que por segunda jornada consecutiva juega después y está obligado a no fallar.

Solo ha habido una constante en el Barça durante las últimas tres temporadas: el potencial desvastador de su delantera. En sus tres cursos juntos, Messi, Suárez y Neymar han sumado más de 100 goles. Semejante arsenal ha permitido al equipo de Luis Enrique luchar por todos las competiciones que ha diputado a pesar de tener notables vaivenes en su juego. Hace tiempo que el Barça dejó de ser esa apisonadora que aplastaba a sus rivales dominando de principio a fin los partidos, en concreto desde que el epicentro de su juego pasó del centro del campo a la delantera.

Allí habitan tres bestias del gol que en muchas ocasiones no necesitan del resto del equipo para decantar los partidos, como sucedió contra el Villarreal. No es que el Barça jugara mal ni que sus centrocampistas no aparecieran. No fue ese el caso. El Barça amasó el balón con paciencia, intentando penetrar en la defensa castellonense, la mejor de la Liga esta temporada. Pero le costaba un mundo llegar al área. Hasta que la MSN cazó un contragolpe a los 20 minutos.

Suárez cabalgó por la derecha, cambió de lado para Messi, que recortó y disparó cruzado con la izquierda, con la suerte de que un defensa desvió el balón y le cayó a Neymar, que batió con la puntera a Andrés Fernández. El brasileño, al borde del fuera de juego, pero en posición legal, abrió el marcador. La ventaja no le duró demasiado al Barça, que diez minutos después recibió el empate. Bakambu, comodímisimo viviendo en el alambre, arrancó desde el centro del campo, se plantó ante Ter Stegen y marcó. Piqué, que lo perseguía, solo pudo ver la jugada desde una posición inmejorable. Como en el Calderón hace dos jornadas, el Villarreal marcó la primera que tuvo.

En el último cuarto de hora de la primera parte, ambos equipos pudieron marcar el segundo, pero solo lo hizo el Barça. Messi cogió un balón del área rival, oteó el horizonte y comenzó a regatear hacia su izquierda. Con cada regate dejaba atrás a un defensa y se acercaba un poco más a la portería, hasta que disparó, el balón volvió a chocar en un defensa y marcó el 2-1.

La segunda parte fue más desequilibrada, con el Barcelona dominando por completo gracias sobre todo a Neymar, que volvió loco a Mario por la izquierda. Del brasileño nacieron casi todas las jugadas de peligro en la segunda parte. Dio un recital de regates y filigranas, algunas improductivas y otras decisivas, como el sombrero sobre la línea de fondo en el minuto 81 del que nació el penalti que Messi aprovechó a lo 'panenka' para marcar el 4-1. El centro del brasileño lo había rematado Suárez de volea y Jaume Costa paró el disparo con el brazo.

Una de las pocas ocasiones en las que no participó Neymar en el segundo tiempo fue el 3-1, obra de Suárez. El delantero uruguayo recibió en la esquina derecha del área un balón de Sergi Roberto, que había dirigido el contragolpe, y él mismo se cocinó el gol. Encaró a su defensor, recortó con la izquierda y disparó raso con la derecha.

Tras caer en la Champions, el Barça está apretando los dientes para intentar ganar la Liga y aspirar a un doblete (aún le queda la final de Copa del Rey) que daría un notable a su temporada. Buena parte de culpa del nivel que está mostrando en este 'sprint' final la tienen Messi, Suárez y Neymar, un tridente casi imparable a este nivel.

Ficha técnica