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La chiquillada de Neymar: un bofetón para el Barcelona que podría salir muy caro
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unos aplausos que le podrían dejar sin clásico

La chiquillada de Neymar: un bofetón para el Barcelona que podría salir muy caro

El jugador brasileño se 'autoexpulsó' frente al Málaga en la derrota del Barcelona y, para rematar la faena, se retiró del campo aplaudiendo al cuarto árbitro de manera irónica

Foto: Neymar saliendo del césped de La Rosaleda. (EFE)
Neymar saliendo del césped de La Rosaleda. (EFE)

El FC Barcelona, en general, no hizo un buen partido en su derrota en Málaga (2-0). La segunda línea, el fondo de armario, aquel que Luis Enrique definió “como la mejor plantilla que he tenido desde que estoy en el Barcelona” hizo aguas. Y no era precisamente la primera vez. Pero el técnico, tozudo como es, sigue erre que erre defendiendo, por ejemplo, a André Gomes que en La Rosaleda volvió a quedar retratado por su cachaza. Igual que Denis Suárez, y que Mascherano de lateral derecho, y como Mathieu. Messi tampoco tuvo el día y envió un par de faltas a las nubes. Es decir, que señalar a un solo jugador como culpable es injusto, pero también lo sería pasar por alto que la inmadurez de Neymar le jugó este sábado una mala pasada a su equipo que le puede costar muy caro. Tanto como la Liga. Porque tiene todas las papeletas para perderse un partido clave: el Clásico.

Neymar fue expulsado con dos tarjetas amarillas que, con el reglamento en la mano, son incontestables. La primera a los 27 minutos por atarse las botas justo delante de Sandro obstruyendo así el saque de falta del exazulgrana (que se marchó libre este verano, por cierto, y lleva ya nueve goles a pesar de sus dos lesiones). La segunda en el 65, con una innecesaria entrada sobre Llorente, con la que dejó a su equipo con diez justo cuando más falta le hacía. Y para completar la insensatez, no se le ocurrió otra cosa que abandonar el terreno de juego mientras aplaudía al cuarto árbitro a pesar de los intentos del delegado del Barça Carlos Naval por llevárselo lo antes posible de allá siendo consciente de que el brasileño estaba desquiciado y aún podría haber sido peor.

Los aplausos de Neymar al cuarto árbitro

Gil Manzano reflejó los hechos así en el acta: "En el minuto 65 el jugador (11) Da Silva Santos J, Neymar fue expulsado por el siguiente motivo: doble amarilla". Y en otras incidencias apuntó: "(Jugador: Neymar Da Silva Santos J) Tras ser expulsado y cuando iba a entrar en el túnel de vestuarios, se dirigió al cuarto árbitro aplaudiéndole”. Es seguro que Neymar será sancionado por un partido por la doble amarilla. Pero además podría caerle entre dos y tres partidos más si se le aplica el artículo 117 del Código Disciplinario de la FEF: "Dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por un tiempo de un mes”.

El Barça tiene hasta el martes para presentar alegaciones, pero parece difícil que vaya a colar que no es una desconsideración marcharse aplaudiendo, y no precisamente a la afición andaluza. La imprudencia de Neymar significa, por lo tanto, que no estará ante la Real Sociedad en la próxima jornada liguera y muy probablemente contra el Real Madrid en el Bernabéu. Un desastre para el Barça, que pierde a un jugador fundamental, clave, y que no tiene ningún recambio. Rafinha fue sometido a una artroscopia el pasado viernes y tiene para cuatro meses de baja, Arda Turan se lesionó en un amistoso con Turquía el pasado 29 de marzo y le pronosticaron tres semanas de baja, así que llegaría justito y tampoco es que esté haciendo la temporada de su vida. Denis Suárez fue sustituido en Málaga a las primeras de cambio y Alcácer ya ha sido probado como extremo derecho, pero por la izquierda y en el Bernabéu sería hacer experimentos con gaseosa.

Así que el Barça, que podría haber dependido de sí mismo en el campeonato después del empate en el derbi si hubiera ganado al Málaga, se encuentra ahora a tres puntos del Real Madrid -que sigue teniendo un partido menos frente al Celta-, se ha fumado el margen de error y en dos jornadas claves; frente a la Real Sociedad que no se le da precisamente bien, y en el Clásico no contará con uno de sus mejores jugadores. Línea segura. Y seguimos para bingo.

Luis Enrique, esta vez sí habló del árbitro

Es la primera expulsión de Neymar desde que llegó al conjunto azulgrana, y la primera para el Barça después de nada menos que 59 partidos. A pesar de ello Luis Enrique, que ha dicho más de una treintena de veces que a los árbitros hay que ayudarles, este sábado cambió el discurso: “Hubo una jugada muy clara de penalti dentro del área que no sé cómo ha podido salir fuera (refiriéndose al penalti a Sergi Roberto). Es curioso que nosotros que somos un equipo que ni damos patadas porque nos cuesta dar patadas nos cargamos de tarjetas de una manera incomprensible y luego veo jugadores del equipo rival que se han hinchado a cometer faltas y hacer acciones punibles y se van sin tarjetas. Me sorprende, pero bueno, también estamos acostumbrados. El resultado ha sido totalmente injusto porque el equipo luchó hasta el final intentando sobreponerse a la adversidad”. Eso sí, por aquello de mantener las formas cuando se le preguntó directamente por Gil Manzano afirmó, tras tomarse unos segundos de reflexión mirando al vacío: “No sabe, no contesta”.

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El Barça estuvo mal en su totalidad, sí, pero la pataleta de Neymar tras ser expulsado y aplaudir al cuarto árbitro le puede salir carísima a su equipo. Y por las palabras de Luis Enrique tras el partido no sólo no habrá reproches, sino que “estamos acostumbrados”, resignados a la adversidad, a la fatalidad. Que, haciendo un esfuerzo de traducción, a la vez que una interpretación, uniéndolo al argumento de las patadas, vendría a ser un no podemos hacer nada ante las circunstancias. Vamos, que siempre se va en contra del Barça. O al menos esa es la sensación que parece haberse instalado en el club y el equipo. José Ramón de la Fuente, el entrenador de porteros culé, fue expulsado por protestar por el gol de Sandro, legal, y los gestos, el desquiciamiento por cada decisión del colegiado (que anuló un gol legal a Peñaranda también por un fuera de juego que no era) fue general y constante.

Al equipo de Luis Enrique se le está escapando la Liga con un equipo B que no dio la talla, una bobada de Neymar que les dejó con uno menos y una amenaza más que probable de sanción en el momento crucial de la temporada. Y cunde la idea de que la única culpa la tiene el árbitro. Tal cual.

El FC Barcelona, en general, no hizo un buen partido en su derrota en Málaga (2-0). La segunda línea, el fondo de armario, aquel que Luis Enrique definió “como la mejor plantilla que he tenido desde que estoy en el Barcelona” hizo aguas. Y no era precisamente la primera vez. Pero el técnico, tozudo como es, sigue erre que erre defendiendo, por ejemplo, a André Gomes que en La Rosaleda volvió a quedar retratado por su cachaza. Igual que Denis Suárez, y que Mascherano de lateral derecho, y como Mathieu. Messi tampoco tuvo el día y envió un par de faltas a las nubes. Es decir, que señalar a un solo jugador como culpable es injusto, pero también lo sería pasar por alto que la inmadurez de Neymar le jugó este sábado una mala pasada a su equipo que le puede costar muy caro. Tanto como la Liga. Porque tiene todas las papeletas para perderse un partido clave: el Clásico.

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