Bonucci, el muro italiano que se disputan Barcelona y Real Madrid

Leonardo Bonucci va a cumplir 30 años el mes próximo. Se encuentra en la cima de su carrera y, según aseguran sus técnicos de la Juventus, ahí vivirá los próximos seis años. A Bonucci le llaman 'el muro', porque ni el viento lo derriba. Es uno de los grandes iconos de la 'vecchia signora' y también de Italia. Un corazón muy grande lleno de fútbol, que ahora se disputan Real Madrid y Barça. Pero no será fácil arrancar al zaguero de sus orígenes; ya fracasaron otros en sus intentos.

Bonucci es un purasangre que jamás hinca la rodilla, un tipo de una personalidad arrolladora que mira a los ojos y siempre va de frente. Jamás miente. Y muere por el equipo. Hace unas semanas tuvo un rifirrafe con Massimiliano Allegri, su entrenador, porque quedaban diez minutos, el Palermo apretaba más de la cuenta y Marchisio (que había estado varias semanas ausente por lesión) ya no podía más y Bonucci pidió que le cambiase. El técnico estalló y al jugador se le inflaron las venas. Tuvieron que intervenir varios compañeros que evitaron la tormenta.

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Los seguidores 'bianconeri' idolatran a Bonucci, del que se cuentan numerosas palabras que ensalzan su gen competitivo. Si le preguntan, el mítico Totti responderá. Él sufrió en sus carnes el aliento a ajos del zaguero. A instancias de Alberto Ferrarini, su 'coach' emocional, el defensor comió dientes de ajo y les respiró en la cara a los delanteros. “Los soldados de hace cientos de años comían ajo para mantenerse fuertes, saludables y lúcidos en una batalla. Leo es un soldado”, dijo el Ferrarini.

El drama de su hijo

El pasado año, Manchester City, United y Chelsea fueron a por el italiano. A todos les dio calabazas. Bonucci se encontraba centrado en la recuperación de la segunda operación quirúrgica a la que fue sometido su hijo Matteo Marco, aquejado de una enfermedad crónica en la cabeza. Antes que nada, Matteo, contestó el zaguero a la propuesta del City de Guardiola, dispuesto a pagar 82 millones de euros por sus servicios y 10 millones netos por temporada al futbolista. Por eso renovó por la Juventus hasta 2021. Ahora parece que el pequeño se ha recuperado y el fútbol de Bonucci vuelve a su máxima ebullición.

Elegido en el once ideal de la UEFA en 2016, Bonucci (1,90 de estatura) comparte cartel en defensa con Sergio Ramos, el alemán Boateng y Gerard Piqué. Resulta curioso y hasta con su pizca de morbo, porque el italiano puede compartir vestuario el año próximo con Ramos o con Piqué, pues tanto Real Madrid como Barcelona estudian con seriedad el fichaje del emblemático zaguero. Bonucci sonríe cuando le preguntan sobre sus preferencias. “Grandes escuadras, grandes sociedades”, se limita a decir.

Opinión

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El Real Madrid, con el apremio de buscar un sustituto de garantías ante la futura baja de Pepe, tiene en su mesa un amplio dossier sobre Bonucci. Su precio de mercado oscila entre 40 y 50 millones de euros. El Real Madrid tiene también en su mesa el nombre del argentino Otamendi, con menos gancho mediático que el italiano, que también sabe que los ojos de los técnicos del Barcelona guardan su sombra. A preguntas de un periodista, el jugador aseguró que sabía algunas palabras en catalán y que podría estudiarlo.

Su amigo Cannavaro

Con la Juventus en cuartos de la Champions, el Camp Nou se erige en un escaparate espectacular para Bonucci. Ahí se las verá con Messi, Neymar y Luis Suárez. ''El muro' no pestañeará frente al enorme poderío atacante de los azulgrana, tampoco se conmoverá ante el griterío de casi cien mil seguidores barcelonistas. La Juventus no es el PSG, lo saben muy bien Messi y sus compañeros.

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A Leonardo Bonucci, futbolista muy completo tanto en lo físico como técnicamente (posee una más que interesante salida de balón), le han hablado maravillas del Real Madrid sus compañeros y ex madridistas Khedira y el argentino Higuaín. Pero el que está empeñado en que luzca la camiseta blanca es su amigo Fabio Cannavaro, ex jugador del club de Chamartín y ahora entrenador en China. También Dani Alves le ha contado su magnífica experiencia en el cuadro catalán. El futbolista escucha a todos. Y también a la Juventus. La 'vecchia signora' tiene siempre la última palabra.