Las Palmas arde en llamas: Quique Setién asume que puede ser despedido

Nada ha sido igual en las últimas semanas. Desde que Quique Setién anunció que no renovará su contrato y emprenderá una nueva aventura en otra parte, la tensión ha subido de grados en el interior del club y del vestuario. Tanto, que el entrenador asume que puede ser despedido en cualquier momento. 'Canarias7' apunta en esa dirección y el entrenador empieza a tener claro que su aventura puede acabar de manera abrupta antes de tiempo. El ambiente se ha ensuciado mucho y el técnico ya no se siente tan a gusto como antes.

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Las relaciones con Miguel Ángel Ramírez, presidente de la entidad canaria, y los jugadores no son las mejores. Todo lo contrario. La atmósfera está cada día que pasa más cargada, lo que está repercutiendo en la marcha deportiva del equipo amarillo, en clara línea descendente desde hace varias jornadas. "Es algo que no puedo controlar", dijo Setién al ser cuestionado sobre una posible destitución. "Estoy centrado en trabajar, pero si el club decide otra cosa, no me quedará más remedio que aceptarlo", afirmó.

La fractura es total con la dirigencia. Quique Setién negoció con el club para renovar su contrato, pero quería asumir poder más allá del banquillo, exigencia que chocó con los planteamientos del presidente y de los ejecutivos que manejan la parcela deportiva, Toni Cruz y Luis Helguera. La cuerda se rompió con aspereza, generándose desde entonces una soterrada guerra en la que el entrenador puede acabar perdiendo y ser despedido de un momento a otro.

Mensaje a Jesé

Las relaciones del estratega con el colectivo de jugadores no son las mejores. El desgaste empieza a hacer mella. Muchos futbolistas no comulgan ya con Setién, empezando por Jesé Rodríguez, fichado a bombo y platillo, pero sin ofrecer el rendimiento esperado. Setién, para avivar el fuego, lanzó una andanada al ex del Real Madrid al afirmar que "se crearon unas expectativas con él, igual que con otros futbolistas, y la realidad es que no se han cumplido. No es sencillo para él".

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Las declaraciones que realizó después de la derrota sufrida ante el Celta (3-0) no han ayudado a calmar las aguas. Todo lo contrario. Dijo que el club vigués, uno de los que se apunta como posible destino de Setién, "podría cumplir perfectamente mis objetivos", lo que no gustó demasiado en la zona noble del club. Este miércoles, el técnico pidió disculpas "a los se hayan sentido molestos por esas declaraciones, aunque les pido que escuchen toda la secuencia. Son fáciles de manipular las palabras sacadas de contexto".

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Las críticas se van propagando y Setién reconoce que es "el gran culpable" por los malos resultados que está cosechando el equipo canario en los últimos tiempos. Está alejado de la zona de descenso, aunque aún necesita sumar algunos puntos para certificar la permanencia. Pero el entorno está agitado y cualquier cosa puede suceder. "Soy culpable de que el equipo no tenga la agresividad que exijo". "Siempre acepté la crítica constructiva y justificada", lamentando aquellas duras censuras que considera injustas. "No puedo controlar a los miserables", sentenció.