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El genio de Isco y un penalti polémico resucitan al Real Madrid en Villarreal
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El genio de Isco y un penalti polémico resucitan al Real Madrid en Villarreal

La entrada del malagueño supuso el inicio de una remontada magnífica. De no jugar a nada pasaron a dominar. El segundo gol, de penalti, fue muy discutido por los castellonenses

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Vio el Real Madrid la vida pasar por delante como el moribundo antes de ver la luz al final de todo. Y volvió para contarlo. El equipo blanco estaba haciendo un partido malo, muy malo. Perdía 2-0 en Villarreal y pensaba en cómo la Liga Santander, tan sencilla como parecía hace unas semanas, se escapaba como el agua entre los dedos. La casta, esa característica intrínseca en la historia del Madrid pero, sobre todo, el juego hicieron posible que las sensaciones cambiasen de acera. Un nombre explica la metamorfosis: Isco Alarcón. El olvidado pide sitio. El incomprendido reclama su espacio. No puede gritar más alto que merece un lugar más importante en este Real Madrid.

Foto: El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo (d) celebra su gol.

El Madrid ganó 2-3 después de encontrarse 2-0, y eso siempre tiene muchos méritos, del mismo modo que, habitualmente, cuando se necesita la épica es consecuencia directa de no haber hecho a la hora los deberes. El equipo de Zidane se dedicó a trotar durante buena parte del partido y, sin ritmo, no hay fútbol. Tuvo fases de dominio, pero siempre sin peligro y el Villarreal, un equipo de tronío, supo aprovechar sus ocasiones. Primero Trigueros ante la inacción de la defensa blanca. Después Bakambu, en una contra. Minuto 60 y el Madrid veía que todo lo trabajado se iba al traste.

En esas entró Isco. La responsabilidad para el malagueño no podía ser más grande. Le pedía Zidane, poco más o menos, que convirtiese el agua en vino. Lo hizo. Isco tiene motivos para estar mosqueado, en las últimas semanas ha dicho que pensará en el mercado si las cosas siguen igual. No tiene minutos de titular y no siempre es el primer recambio. A veces, incluso, entra en el terreno de juego por detrás de James. Cuestiones que son incomprensibles cuando se le ve jugar. Está en un buen momento y le da al Madrid una claridad que sin él no tiene. Ese fútbol, esa manera de marcar la diferencia, le debería dar un espacio que Zidane no parece dispuesto a concederle. En este caso, el francés, claramente, le debe una.

En la conferencia de prensa posterior al partido no pudo más que aceptar la evidencia. "Isco y Morata cambiaron el partido", valoraba el técnico tras el encuentro. "Con el dos a cero teníamos que cambiar y nos ha salido bien, hicimos un cambio ofensivo buscando el campo contrario y nos han salido bien las cosas", trataba de explica Zidane, que se vio obligado a hacer esos cambios por el cariz que había tomado el encuentro. En la solución, aunque tardía, acertó. Isco ganó el partido y, de algún modo, también un prestigio que le vendrá bien para el futuro cercano. "Sí, seguro que Isco y Morata merecen más. Lo hicieron muy bien", abundó el técnico para, finalmente, recordar que tener suplentes así es una ventaja: "Todos van a ser necesarios".

Fue la clave en el cambio de tono del partido. De él salió el fútbol que desembocó en los tres goles del Madrid. Primero Bale, en un tremendo cabezazo tras un pase de Carvajal. Luego Cristiano, por un penalti a favor de los blancos. Dudoso, muy protestado. El balón se movía frenético por el área del Villarreal, hubo un rebote y terminó impactando en la mano de Bruno Soriano. Él, esto es obvio, no mueve el brazo para cortar la jugada. Pero es cierto que la mano no está en una posición natural. Y en estas ocasiones todo depende de la interpretación del árbitro, que, en este caso, no dudó en pitar penalti. Escriba, como un basilisco, terminó expulsado en esta acción. Finalmente, y para culminar la machada, otro de los excluidos. Morata remató de cabeza y el balón entró llorando, pero entró. Eran tres puntos para el Real Madrid, para seguir en cabeza y dejar un recado a todos los rivales: la piel del Real Madrid se vende más cara que las del resto.

placeholder Galería: Vea las mejores imágenes del Villarreal-Real Madrid.
Galería: Vea las mejores imágenes del Villarreal-Real Madrid.

Un ataque falto de ideas

Que el Madrid ganase es un alivio para los suyos, pero no uno completo. Siguen existiendo demasiados problemas como para mirar hacia otro lado. Quizá los mayores, aunque suene un poco paradójico, tienen que ver con la falta de pólvora del ataque, especialmente de Cristiano y de Benzema. Es cierto, el francés nunca fue un depredador del área, pero es que ni siquiera su fútbol vive los mejores momentos. Lo del luso es más grave. Porque durante años ha sido la pieza clave del ataque, el hombre que solventaba los muchos entuertos en los que se metían los blancos. Ahora sigue marcando goles, pero no está en las cifras de otros años y eso el Madrid lo nota. Es imposible no notar la bajada de un coloso.

Foto: Lucas (d) y Theo Hernández. (EC)

Los delanteros puede quejarse, es cierto, de la falta de circulación del balón del Madrid. Son muchos los críticos que argumentan que la BBC no funciona porque el equipo es más fluido cuando cuenta con cuatro centrocampistas. Modric y Kroos no pueden extinguir todos los incendios y Casemiro, el tercero en discordia, no está para esas fiestas. La entrada de Isco por el brasileño dio al Madrid una circulación de balón que antes no existía. El equipo empezó a fluir y las ocasiones llegaron. Suficientes para remontar, lo cual tiene más mérito si se tiene en cuenta que enfrente estaba el equipo menos goleado de la Liga Santander.

Un equipo muy digno que no pudo contener al Madrid cuando empezó a jugar a su mejor nivel. También uno poco afortunado, pues vio como Asenjo se tuvo que marchar antes del descanso con una lesión. Es un jugador que ya ha sufrido tres lesiones en la rodilla y es ahí, precisamente, donde se dolía el guardameta. Su temporada estaba siendo sensacional, maravillosa. Tras el partido se confirmó lo peor, la mala suerte le acompaña. Su ausencia es un jarro de agua fría casi tan grande como haber terminado perdiendo.

Para el Madrid los tres puntos son un balón de oxígeno y, probablemente, sea capaz de relativizar el mal juego pensando que en otros barrios la cosa no va mucho mejor. Porque la actuación de los blancos fue deficitaria, pero no peor que lo último que se ha visto en el Barcelona en las últimas semanas. Y así, sorprendentemente, la que se jacta de ser la mejor liga del mundo termina pareciendo una carrera de caracoles.

Ficha técnica

2 - Villarreal: Sergio Asenjo (Andrés Fernández, m.35), Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa, Bruno Soriano, Trigueros (Rodri, m.76), Jonathan dos Santos, Castillejo, Adrián (Cheryshev, m.58) y Bakambu.

3 - Real Madrid: Keylor Navas, Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo, Casemiro (Isco, m.58), Modric, Kroos, Bale (Lucas Vázquez, m.89), Benzema (Morata, m.77) y Cristiano Ronaldo.

Goles: 1-0, m.50: Trigueros. 2-0, m.56. Bakambu. 2-1, m.64: Bale: 2-2, m.74: Cristiano, de penalti. 2-3, m.83: Morata.

Árbitro: Gil Manzano (Colegio extremeño). Expulsó con tarjeta roja al entrenador del Villarreal, Fran Escribá. Mostró tarjeta amarilla a los locales Bruno, Soldado (en el banquillo), Álvaro (en el banquillo) y Mario, y al visitante Pepe.

Incidencias: partido de la jornada 24 de la Liga disputado en el Estadio de la Cerámica ante 21.415 espectadores.

Vio el Real Madrid la vida pasar por delante como el moribundo antes de ver la luz al final de todo. Y volvió para contarlo. El equipo blanco estaba haciendo un partido malo, muy malo. Perdía 2-0 en Villarreal y pensaba en cómo la Liga Santander, tan sencilla como parecía hace unas semanas, se escapaba como el agua entre los dedos. La casta, esa característica intrínseca en la historia del Madrid pero, sobre todo, el juego hicieron posible que las sensaciones cambiasen de acera. Un nombre explica la metamorfosis: Isco Alarcón. El olvidado pide sitio. El incomprendido reclama su espacio. No puede gritar más alto que merece un lugar más importante en este Real Madrid.

Zinédine Zidane Isco