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Prandelli pierde el control del Valencia
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crecen las dudas de los jugadores

Prandelli pierde el control del Valencia

La caída en picado del Valencia se ha acentuado con la llegada del entrenador italiano. Sus jugadores empiezan a tener serias dudas de los métodos del jefe italiano

Foto: Cesare Prandelli no ha logrado revitalizar a un Valencia en caída libre (Reuters)
Cesare Prandelli no ha logrado revitalizar a un Valencia en caída libre (Reuters)

La temporada se ha torcido en exceso y el objetivo, a día de hoy, es evitar el descenso de categoría. Todo un drama para un equipo que se diseñó -eso es lo que vendió el club- para luchar por volver a disputar la mayúscula competición continental la temporada que viene. El día de su presentación oficial, el mismo Cesare Prandelli manifestó que “mi objetivo es llevar al Valencia a la Champions League”. La realidad es que para este ejercicio el reto es escapar cuanto antes del pozo. La caída del equipo no encuentra su punto y final. Peor es que el vestuario comience a dudar de su entrenador... Tras el triunfo del Deportivo sobre la Real Sociedad, el Valencia está empatado (12 puntos) con el Sporting de Gijón, equipo que marca la zona de descenso. Una dramática situación.

El plantel comienza a mirar con cierto recelo al estratega italiano. No terminan los jugadores de conectar futbolísticamente con el técnico. Las jornadas de trabajo en la ciudad deportiva del club se hacen eternas —y sobre todo muy aburridas— en muchos momentos, en la misma medida que la exigencia física se hace notar cuando toca jugar para sumar puntos. Algunos no pueden aguantar en plenas condiciones los noventa minutos, algo que debaten los protagonistas desde hace tiempo. Más de uno ha terminado un partido con la lengua fuera, incapaz de resistir físicamente de principio a fin. Jugadores que antes no brillaban, continúan sin dar el nivel necesario a las órdenes del transalpino.

“Me gusta tener la pelota, es mi estilo”, dijo el italiano el día que fue presentado en sociedad. Esa filosofía no se plasma, como quedó al descubierto este pasado domingo, cuando el Málaga dio un soberano repaso a los locales en la segunda parte. El equipo regaló el balón, se parapetó en su propio territorio y terminó perdiendo dos puntos en el último momento. Una apuesta, sin olvidar los cambios realizados, que sorprendió a más de uno. Lejos de dar un firme paso adelante, el Valencia del italiano se comportó como un grupo menor. No ha conseguido tras dos meses de trabajo convertirlo en un equipo reconocible y competitivo. En consecuencia, la crisis aumenta de tamaño jornada tras jornada.

El vestuario, desde hace tiempo, no cuenta con la unión necesaria para que remando todos en la misma dirección, el equipo se comporte como tal sobre el verde. No es un grupo homogéneo, la comunicación continúa sin ser la mejor y Prandelli, al menos por el momento, no ha conseguido que ese escenario mute a uno mejor. Futbolistas que “van por libre”, según denuncia alguno en privado, son más de uno en el actual Valencia, lo que está provocando, como sucedía la pasada temporada, que el ambiente no sea el mejor. Algunas declaraciones de Prandelli han chirriado en el interior del vestuario valencianista en algún momento, lo que sin llegar a fracturar la convivencia diaria, sí ha provocado alguna nítida mueca de desaprobación en más de uno. Jesús García Pitarch, el director deportivo, no puede cambiar el panorama porque los jugadores, en gran número, no se fían de él.

Cesare Prandelli confía en ver reforzado el plantel en este mercado de invierno porque las lagunas del equipo son más que evidentes desde que la temporada se puso en marcha. ¿Será una vez más el ínclito Jorge Mendes el encargado de las operaciones? Por contra, ya hay más de un jugador que en lo único que piensa es en que la temporada acabe cuanto antes para hacer las maletas y seguir su carrera lejos de Mestallla. “En el Valencia no se están haciendo bien las cosas”, dijo Paco Alcácer el día que fue presentado por el Barcelona, palabras que son compartidas por muchos ex compañeros, que ven como con Peter Lim al frente el proyecto no tiene la solidez necesaria como para recuperar el terreno perdido en los últimos tiempos.

La imagen de Peter Lim se deteriora a pasos agigantados. No se recuerda cuándo fue la última vez que el propietario se sentó en el palco presidencial del campo de Mestalla. Tiene a su equipo de trabajo instalado en la ciudad para que se encargue del día a día, mientras él lo ve todo desde Singapur. La grada de Mestalla empieza a alzar la voz y son cada vez más sonoros los cánticos en contra del millonario asiático. Una afición harta y desencantada, cada vez más desconectada de su equipo. Este pasado domingo apenas se llegó a la media entrada, negativo y revelador detalle cuando hablamos de una de las aficiones más cercanas a su equipo y que mayor pasión muestra a la hora de apoyar a los suyos.

Prueba de la creciente tensión que se vive en Valencia es el episodio acaecido este domingo. Fracturada la relación entre la institución y los aficionados —más bulliciosos— de la Curva Nord desde hace tiempo, la dirigencia contrató a tres charangas para que animaran al equipo. Varios integrantes de estas últimas fueron agredidos y amenazados, emitiendo el club un comunicado de condena en el que expresaba que 'frente a las coacciones que buscan que no se anime al equipo con libertad con el fin de controlar una parte de la grada, el club recalca su compromiso con la erradicación de la violencia en todas sus manifestaciones'. El Valencia decidió que no podía haber nadie mayor de 30 años en la grada de animación Curva Nord, provocando el total desgarro en las relaciones entre todos sus integrantes y el club.

La temporada se ha torcido en exceso y el objetivo, a día de hoy, es evitar el descenso de categoría. Todo un drama para un equipo que se diseñó -eso es lo que vendió el club- para luchar por volver a disputar la mayúscula competición continental la temporada que viene. El día de su presentación oficial, el mismo Cesare Prandelli manifestó que “mi objetivo es llevar al Valencia a la Champions League”. La realidad es que para este ejercicio el reto es escapar cuanto antes del pozo. La caída del equipo no encuentra su punto y final. Peor es que el vestuario comience a dudar de su entrenador... Tras el triunfo del Deportivo sobre la Real Sociedad, el Valencia está empatado (12 puntos) con el Sporting de Gijón, equipo que marca la zona de descenso. Una dramática situación.

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