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Isco lidera un banquillo envidiable del Real Madrid que acerca el objetivo de la Liga
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nadie echó de menos a las numerosas bajas

Isco lidera un banquillo envidiable del Real Madrid que acerca el objetivo de la Liga

El partido del malagueño en el derbi fue soberbio, pero no mejor que el de otros jugadores poco habituales que hicieron que no se notaran las ausencias de cinco titulares indiscutibles

Foto: Isco fue el mejor del Real Madrid en el derbi (Sergio Pérez/Reuters).
Isco fue el mejor del Real Madrid en el derbi (Sergio Pérez/Reuters).

El seleccionador disfrutó en el palco del Calderón. El resultado quizá le alegre por aquello de su pasado madridista, pero no hablamos de ese tipo de alegría de forofo, sino la que siente como profesional al comprobar que las decisiones que ha tomado en la selección se corresponden con actuaciones soberbias de sus apuestas personales. Lopetegui comprobó que no se había equivocado convocando a Isco Alarcón, pese a que algunos no conseguían comprender por qué un suplente del Real Madrid tenía espacio en el equipo nacional, al cual se supone que deben ir los mejores. El entrenador consideraba que aunque no sea indiscutible, debe formar parte de ese grupo de jugadores escogidos para representar a España. La actuación del centrocampista de Arroyo de la Miel en el Calderón le da la razón plenamente.

Foto: Cristiano Ronaldo celebra su tercer gol (Sergio Pérez/Reuters)

En su afán por ser políticamente correcto, Lopetegui quiso añadir a la lista de jugadores a destacar a todos los españoles que había en el césped del Manzanares. "También estuvieron muy bien Nacho, Lucas, Gabi o Koke", dijo el entrenador, consciente de que su nuevo puesto le obliga a no salirse del carril, a mantener un discurso acogedor y aperturista. No de otra manera habría destacado el partido de los dos jugadores rojiblancos, ya que apenas tuvieron oportunidad de brillar. Pero el caso de Isco es especial, Julen lo sabe. Es, en ocasiones, demasiado sobresaliente como para obviarlo y en la nueva generación de la selección, no conviene renunciar al talento.

Dijo Asier Garitano, entrenador del Leganés, a este periódico hace pocas fechas que el Madrid nunca tiene bajas. Quizá sea verdad. El Madrid alcanzó el derbi sin la posibilidad de disponer de Casemiro, Pepe y Kroos y con Ramos y Benzema en precario estado físico. Pero, ¿quién notó sus bajas? Nadie, en realidad. O, mejor dicho, todo el mundo, pero desde una perspectiva únicamente positiva. Zidane no tenía a cinco titulares, pero lo solventó con un once que envidiaría cualquier equipo del planeta y obtuvo a través de él un resultado apoteósico que resultaba impensable antes del partido, para el cual el Atlético partía como principal favorito en las casas de apuestas por primera vez en muchísimos años.

Se dice muy a la ligera que Zidane encuentra virtud en la necesidad y se destaca poco la enorme calidad de todos los integrantes de su plantilla. En un periodo de la temporada en la que ya no podemos hablar de falta de ritmo inicial y en la que ya se empiezan a decidir las cosas serias que marcaran si el año ha sido un fracaso o un éxito, el entrenador ha conseguido que las ausencias no solo no se noten, sino que mejoren lo que había. En estas circunstancias, el Madrid se ha distanciado de sus máximos rivales en la lucha por la Liga, el principal objetivo de la plantilla.

La comparación con el Barça es, cuanto menos, significativa. Luis Enrique se ha quedado sin varios titulares en estas últimas semanas, pero los que han salido a sustituirlos no han dado la talla, salvo contadas excepciones. De las seis incorporaciones de este mercado veraniego, el único que por ahora alcanza el aprobado alto es Samuel Umtiti. Cillessen jugó un partido y su equipo perdió; por su parte, André Gomes no acaba de saber cuál es su rol y no ha destacado, algo similar le ocurre a Denis Suárez, mientras que Digne está muy lejos aún del nivel de Jordi Alba. Mención aparte se merece Paco Alcácer, que no ha podido marcar todavía ningún gol como azulgrana pese a las múltiples oportunidades que ha tenido.

Foto: Piqué terminó jugando de ariete ante el Málaga de Juande Ramos (EFE)

Pero no solo los nuevos han estado lejos del nivel de los habituales, sino también los que ya pertenecían a la disciplina culé, como Mathieu y Rafinha. Arda empezó como un tiro, pero se ha desdibujado ostensiblemente. Otro caso aparte es Aleix Vidal, apartado extraoficialmente del equipo.

En cambio, en el Madrid, los suplentes aportan tanto o más que los indiscutibles. Varane y Nacho han subido el nivel en defensa, o al menos han mejorado los números. Se pasó de acumular diez partidos recibiendo gol de manera consecutiva a no encajar contra el Leganés y, sobre todo, contra el Atlético. Los rojiblancos se acercaron a Keylor Navas, pero no profundizaron, Griezmann y Torres apenas aparecieron. Otros años, el técnico del Madrid habría forzado a su capitán porque no se fiaba de las alternativas, pero Zidane sí puede confiar en la defensa que tiene, es evidente. Por algo Lopetegui también quiere a Nacho en su selección.

Lo segundo es que las bajas le permiten crear un sistema de juego lógico para potenciar lo que tiene. Algunos vieron un 1-4-4-2, otros un 1-4-2-3-1 y otros un 1-4-4-1-1. Los números son lo de menos. Zidane puso a dos centrocampistas centrales en sus lugares, a un mediapunta en la mediapunta, a dos extremos en sus bandas naturales y un rematador como '9'. Todo encajaba como un puzle. Con cinco centrocampistas palió una de las ventajas que había tenido recientemente el Atleti sobre el Madrid: la superioridad colchonera en la medular. Pero claro, esto también es únicamente posible si el nivel de los que salen sean de un nivel al menos igual que los que se quedan fuera indispuestos. Nadie sabía quién era Kovacic cuando Benítez lo fichó, pero Zidane le ha dado responsabilidad y ha respondido tanto como Lucas Vázquez, que si bien no se lució con goles o asistencias, sí fue indispensable para que Carrasco y Filipe no se hicieran fuertes en su costado.

Foto: Zinedine Zidane observa el partido (EFE)

Isco, como decimos, fue excepcional. "Se ha visto lo importante de tener una plantilla grande, buena y competitiva. Lo hemos demostrado todos y estamos para ayudar, luego el que decide es el míster", se ha aprendido la lección el andaluz, que sigue persiguiendo una renovación que tarda en llegar pero que se sigue cocinando. Le ha ganado la batalla a James, claramente. Pero el colombiano también ha funcionado en los días en los que Zidane le dio confianza, como en Dortmund. Por no hablar de Asensio, que cayó de pie en el Real Madrid y, aunque ha ido perdiendo peso, sigue siendo un jugador que el francés tiene muy en cuenta.

El seleccionador disfrutó en el palco del Calderón. El resultado quizá le alegre por aquello de su pasado madridista, pero no hablamos de ese tipo de alegría de forofo, sino la que siente como profesional al comprobar que las decisiones que ha tomado en la selección se corresponden con actuaciones soberbias de sus apuestas personales. Lopetegui comprobó que no se había equivocado convocando a Isco Alarcón, pese a que algunos no conseguían comprender por qué un suplente del Real Madrid tenía espacio en el equipo nacional, al cual se supone que deben ir los mejores. El entrenador consideraba que aunque no sea indiscutible, debe formar parte de ese grupo de jugadores escogidos para representar a España. La actuación del centrocampista de Arroyo de la Miel en el Calderón le da la razón plenamente.

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