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"Lo único que he hecho desde que nací hasta ahora ha sido jugar al fútbol"
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entrevista a gaizka toquero

"Lo único que he hecho desde que nací hasta ahora ha sido jugar al fútbol"

Un triangular entre el Sestao, el Barakaldo y el Athletic le cambió la vida. Toquero pasó a ser el alma de la Catedral con el '2' a la espalda. Ahora recibe al Madrid con el equipo de su ciudad

Foto: Toquero marcó su único gol de la temporada en Mestalla y como capitán (Miguel Ángel Polo/EFE).
Toquero marcó su único gol de la temporada en Mestalla y como capitán (Miguel Ángel Polo/EFE).

En 2009, Gaizka Toquero era uno de los personajes más conocidos de Bilbao. No mucho antes, solo le importaba a Joaquín Caparrós, que mantenía escondido su aprecio por un delantero extraño, pequeño, con cara de viejo y que no marcaba muchos goles. Al utrerano le atrajo algo de ese punta menudo que estaba llamado a ser el 'lehendakari' de la Catedral por aclamación popular. El 'boom' de Toquero se originó en la Copa del Rey de aquel año, cuando, con el '2' a la espalda, fue partícipe directo de la clasificación del Athletic a una final por primera vez en un cuarto de siglo, y llegó a tal punto, que su parodia en las redes sociales alcanzó una popularidad mayor que el futbolista en el que se basaba.

Hoy Gaizka Toquero vive y juega en casa. Dice que siempre ha sido del Alavés, pero que ni en sus sueños más dulces se podía imaginar en Mendizorroza vestido de blanquiazul dispuesto a enfrentarse al Real Madrid. A sus 32 años, el hijo del carnicero sigue cumpliendo deseos infantiles, como ver por primera vez en persona a su ídolo, Zidane, pero es incapaz de despegar los pies de la tierra. Rezuma humildad, y también vértigo por lo que vendrá después del fútbol, que, en su caso particularmente, es su vida.

P: Siempre dijiste que tu ídolo era Zidane. ¿Te hace ilusión enfrentarte a él?

R: Sí, la verdad es que sí. Tenerlo cerca y verlo siempre hace ilusión. No creo que me acerque a hablar con él. Estará a lo que tenga que estar y yo también. Pero si hay un momento en el que le pueda saludar y hablar con él, lo haré, pero lo primero es lo primero.

P: Ahora ya no puedes conseguir su camiseta.

R: No (risas). Esa ya no la puedo conseguir, pero con verle me vale. He podido disfrutar mucho de él por la tele los años en los que estuvo en el Madrid. Era increíble verle jugar.

P: ¿Ves factible sacar algo del partido?

R: Factibles son todos los partidos. Tiene una dificultad extrema, mucho más que otros, pero hemos ganado en el Camp Nou (que igual somos los únicos que ganamos allí en todo el año) y empatado en el Calderón, así que claro que lo veo posible. Pero claro, hay que hacer las cosas perfectamente y que ellos cometan errores, porque si no, por muy bien que hagas tu trabajo, son jugadores mejores que nosotros. Pero esto es un deporte de equipo y como tal, hay muchos factores a tener en cuenta y podemos ganarles.

P: ¿Necesitaba Vitoria un partido así de nuevo?

R: Sí. Hay un gran ambiente. No recuerdo un ambiente así ni cuando llegamos a la final de la Copa de la UEFA. La ciudad está volcada, con muchas ganas de fútbol. Hay una grada de animación que no para de animar los noventa minutos, Mendizorroza prácticamente casi todos los días está al 80% de ocupación. El equipo se lo merecía, Vitoria se lo merecía. A través de mucho trabajo entre todos el año pasado al fin conseguimos el ascenso.

De pequeño, el fútbol era lo mejor de la semana, representar al Alavés, te dan equipación... pero no piensas si algún día jugarás en Primera"

P: Que Vitoria no es solo el Baskonia, ¿no?

R: Claro, cualquiera que haya estado en Vitoria sabe que siempre ha habido un gran ambiente de fútbol. No ha estado muchos años en Primera División, pero cuando lo ha hecho, siempre ha habido muy buena atmósfera en el estadio y en la ciudad. Es muy bueno para Vitoria, porque no suele venir mucha gente a visitarla, pero con el fútbol se atrae a más turismo que no se consigue de otra manera.

P: ¿Te hace especial ilusión jugar con el Alavés en Primera?

R: Mucha. Siendo de Vitoria siempre he sido del Alavés. Nunca había podido jugar en el primer equipo hasta el año pasado, pero sí he sido socio cuando estaba en Segunda B, he visto playoffs de ascenso a Segunda que no se consiguieron, lo he visto ascender y descender. Y poder ser partícipe del Alavés en Primera y poder jugar siendo vitoriano la verdad es que hace ilusión.

P: Cuando eras un canterano, ¿se te pasaba por la cabeza llegar al primer equipo y jugar en Primera?

R: Yo creo que eso no se te pasa por la cabeza. Yo estuve en infantil y cadete, en las edades en las que tienes el fútbol como hobby. Por entonces, el fútbol era lo mejor de la semana, jugar en el Alavés, representar al equipo de tu ciudad, te dan equipación... pero no piensas si algún día vas a poder jugar en Primera y más con el Alavés, lo ves imposible. Pero al final, unos pocos lo conseguimos y lo tenemos que aprovechar.

P: ¿Cómo empezaste en el fútbol?

R: Como cualquier niño. Primero jugando en el equipo de la 'ikastola' con los amigos, primero fútbol sala y luego fútbol once. Después del colegio ya me llamó el Alavés y ahí empezó todo. Luego acabé en cadetes, no me querían y tuve que ir al Ariznabarra otra vez, que era el equipo de mi barrio. Después me fui a los juveniles de la Real Sociedad, a División de Honor. Allí ya lo veías todo con seriedad, ya no éramos infantiles, jugábamos contra equipos de Primera División, era todo ya de verdad. La Real fue mi primer equipo profesional. Ya después di vueltas por Tercera y Segunda B, en el Sestao, el Lemona y conseguí ir al Athletic de Bilbao.

P: ¿Ha sido complicada tu carrera en el mundo del fútbol?

R: Complicada no sé, quizá he tenido que dar más pasos que otros. Pero no cambiaría ningún año de los que he tenido en el fútbol. Me ha costado llegar a Primera División, pero llegué con 23 años, hay muchísima gente que llega con más edad que yo. Pero sí que es verdad que tuve que dar muchísimas vueltas. Tuve que jugar en la cantera de la Real, luego ir a equipos de Vizcaya de Segunda B, al Eibar... Me llevé muy buenas amistades de todos lados, me han cuidado muchísimo.

Joaquín Caparrós se acercó a Amorebieta, que estaba en el Athletic por entonces, y le dijo: "Qué pena que ese chico sea tan mayor"

P: Has jugado en los tres grandes de Euskadi, ¿a qué equipo animabas de pequeño?

R: Yo siempre he sido del Alavés, pero el Athletic nos tira a mucha gente de aquí, la filosofía del club atrae mucho. Solo tiene vascos, luchando contra Madrid y Barcelona, eso te llega. Y luego los años que pasé allí, los compañeros que dejé... es imposible no ser del Athletic también.

P: En el Lemona pasaste un año extraño. Un delantero que no marcó ningún gol.

R: Jugaba de mediapunta y participé en los treinta y pico partidos y no metí ningún gol, pero sí hice un gran año. Los delanteros viven del gol, pero también pueden hacer muchas otras cosas. Yo ahora por ejemplo me fijo en Soldado, un goleador nato, que en este último año en el Villarreal ha sido uno de los mejores de su carrera y no ha hecho muchos goles. Ha asistido, ha trabajado, ha luchado. La gente que sabe de fútbol y su entrenador y su cuerpo técnico lo valorarían.

P: Y luego apareció Caparrós.

R: Sí, jugamos un triangular en pretemporada entre Athletic, Sestao y Barakaldo. La verdad es que me salió un buen partido contra el Athletic y Joaquín preguntó por mí. Se acercó incluso a Amorebieta, que estaba ahí por entonces, y le dijo: "Qué pena que ese chico sea tan mayor". Fernando me conocía, había jugado varias veces contra él porque tiene un año menos que yo, y le respondió: "Qué va, si ese chico es de mi edad o un año más". Después de eso me empezaron a seguir toda la temporada mientras yo estaba en el Sestao y al año siguiente fui para allí.

P: Cuando se relaciona tu nombre con el Athletic, ¿cómo te quedas?

R: Al principio no me lo creía. En diciembre ya se estaba hablando, porque siempre que se abre el mercado se empieza a hablar de posibles incorporaciones. Y yo pensaba que con todo el mercado que hay, con el filial que tienen, con lo que pueden fichar en otras canteras... ¿se van a fijar en mí? No me lo creo. No le di mucha más bola a esa noticia, pero cuando se iba acercando el final de Liga ya me dijo mi representante que me estaban yendo a ver. Me habían estado siguiendo toda la temporada y yo no lo sabía. Entonces ya supe que querían que firmara con ellos y no daba crédito.

P: ¿Recuerdas tu primer partido en San Mamés?

R: Por supuesto, contra el Espanyol, empatamos 1-1 con gol de Iraola -una chilena a pase de cabeza de Toquero, por cierto-. Buas, es una pasada. Ese día podía estar corriendo cuatro horas con la adrenalina que tienes en ese momento. Lo recuerdo todos los días. El debut en Primera División de cualquier jugador, a no ser que tengas una lesión, es un momento muy momento que es irrepetible; luego juegas muchos partidos y metes goles, pero para un jugador que viene de Segunba B y de repente debuta en Primera es increíble.

Hoy en día bastante mal lo pasa la gente, así que si gracias a tu forma de jugar el aficionado se emociona o canta, el trabajo está hecho"

P: ¿Por qué conectaste tan rápido con la grada?

R: Pues no lo sé, pero es cierto que he conectado bastante bien con todas las gradas. Siempre he tenido buena relación con los aficionados allí donde he estado. Pero no sé por qué se puede encajar tan bien con las personas, es como por qué encajas tú con tu mujer, pues porque sí. Tengo muy buen recuerdo de todas las aficiones con las que he estado y espero que de aquí al final de mi carrera siga siendo así.

P: ¿Te gusta el cántico de 'Lehendakari'?

R: Sí. Creo que el hecho de que la gente te cante, de una manera o de otra, para hacerte saber que está contigo, me da igual que sea Lehendakari que fuera otra cosa. Lo más bonito es ver que tu esfuerzo es recompensado. En la sociedad de hoy bastante mal lo pasa la gente, así que si gracias a tu forma de jugar, el aficionado se emociona o canta, para mí el trabajo está hecho.

P: ¿Cómo recuerdas tus goles al Sevilla y al Barça en la Copa del 2009?

R: Siempre digo que tengo mejor recuerdo del gol que le marqué al Sevilla, porque contra el Barça el momento fue increíble, íbamos ganando al Barça de Guardiola 1-0 y yo pensando '¡madre mía, la que hemos preparado!', pero luego te meten cuatro y se te pasa todo y piensas 'bueno sí, lo metí, pero no vale para nada'. El partido del Sevilla, después de 25 años sin ir a una final, fue especial. Todavía recuerdo el ambiente que había en San Mamés ese día. Veníamos perdiendo 2-1 y todos nos daban por muertos porque aquel Sevilla era increíble: estaban Kanouté, Luis Fabiano, Navas... Tenían un equipazo. Pero hicimos un partido perfecto, nos fuimos 3-0 al descanso. Y poder haber sido yo el que metiera el tercer gol hizo que sea un partido que recuerde toda mi vida.

P: Y a pesar de tu perfil bajo, formaste parte del gran Athletic de Bielsa y Valverde. ¿Cómo te sentías dentro de ese equipo?

R: Siempre me sentí uno más. El que conozca ese vestuario sabe que ahí no había egos, nadie piensa que juega más o que cobra más, era una gran familia. Ni siquiera Aduriz, que está a un nivel impresionante, te mira por encima del hombro.

P: Ahora que ya has vivido casi todo lo que se puede vivir en él, ¿qué es el fútbol para ti?

R: Es parte de mi vida. Lo único que he hecho desde que nací hasta ahora ha sido jugar al fútbol. Ahora mismo no puedo mirar más allá y ver mi vida fuera del fútbol. Siempre que hecho la vista atrás veo fútbol. Llevo desde los cinco años entrenando a diario, viendo fútbol. Yo creo que por eso es tan difícil el cambio cuando lo dejas, a muchos futbolistas les cuesta el retiro.

P: A ti se te acerca ese cambio de chip -Toquero tiene ya 32 años-, ¿cómo te lo planteas?

R: Yo vivo día a día. Estoy disfrutando del fútbol y no miro hacia delante para no agobiarme. Ya cuando decida que no voy a poder, o porque he tenido lesiones, o porque me he cansado... Cuando llegue, llegará.

P: Vienes de un fútbol humilde y eso lo has trasladado a tu vida, ¿el fútbol de élite que has conocido es tan turbio y sucio como se dice?

R: Hay mucha gente que vive de ensuciar el fútbol, pero en muchas cosas el fútbol es bastante sano. Lo que pasa es que desde el fútbol mucha gente quiere hacer negocio y eso lo enturbia todo y pasa lo que pasa. Pero yo no veo un ambiente sucio, lo veo bastante trasparente.

En 2009, Gaizka Toquero era uno de los personajes más conocidos de Bilbao. No mucho antes, solo le importaba a Joaquín Caparrós, que mantenía escondido su aprecio por un delantero extraño, pequeño, con cara de viejo y que no marcaba muchos goles. Al utrerano le atrajo algo de ese punta menudo que estaba llamado a ser el 'lehendakari' de la Catedral por aclamación popular. El 'boom' de Toquero se originó en la Copa del Rey de aquel año, cuando, con el '2' a la espalda, fue partícipe directo de la clasificación del Athletic a una final por primera vez en un cuarto de siglo, y llegó a tal punto, que su parodia en las redes sociales alcanzó una popularidad mayor que el futbolista en el que se basaba.

Zinédine Zidane Joaquín Caparrós
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