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El Sevilla se lleva el derbi, pero Poyet consigue que no se hable del partido
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denunció una persecución arbitral al betis

El Sevilla se lleva el derbi, pero Poyet consigue que no se hable del partido

Poyet entendió que debía expresar lo que sentía el beticismo después de perder y exigió a la prensa que contara todo lo malo que le hizo el árbitro a su equipo en vez de analizar sus errores

Foto: Mercado celebra el gol del triunfo, que vino de nalgas (Julio Muñoz/EFE).
Mercado celebra el gol del triunfo, que vino de nalgas (Julio Muñoz/EFE).

La vida de la capital andaluza seguirá igual una vez más. La tensión del derbi ya ha pasado otra vez, hasta que el calendario deportivo vuelva a juntar a Sevilla y Betis y el estadio en el que se dispute, ya sea Nervión o Heliópolis, vuelva a ser un ring. Durante un tiempo, una parte de las dos que forman un partido, sirvió para que los 22 futbolistas sobre el césped del Pizjuán se desahogaran sobre el contrario como si estuvieran en lo profundo del sótano de la Taverna de Lue donde Tyler Durden fundó el club de la lucha. La primera regla del derbi sevillano es que no se habla de fútbol. La segunda regla del derbi sevillano es que no se habla de fútbol.

Foto: Pablo Sarabia está siendo la gran revelación del Sevilla en este arranque de temporada (Reuters)

Había posibilidades de ver fútbol y posteiormente hablar sobre ello, pero las normas no lo permiten, al parecer. La contratación de Sampaoli provocó un vuelco en la planificación deportiva del Sevilla, que completó una plantilla otra vez descompuesta con jugadores de un perfil creativo que no tenían hueco en el estilo recio y de contragolpe de Emery. Monchi entendió con el fichaje del argentino que necesitaban otro estilo y asumió desde el inicio que esa transformación no se iba a producir en un mes, ni en dos, quizá tampoco en un año, sino que el proyecto requiere toneladas de paciencia. El inicio fue prometedor y, en realidad, los resultados (hasta cierto punto), van acompañando, pero la imagen es mejorable.

El Betis tenía posibilidades más reducidas, pues cuenta con un presupuesto muy inferior. Mantuvo la base de la temporada anterior en la que tampoco se sufrió por lograr la permanencia y añadió algunos detalles que debían mejorar al equipo, pero no lo han hecho, al menos no hasta el momento. Poyet tiene una plantilla con posibilidades de repetir el año anterior, y si bien el derbi no debe servir de referencia, sí hay cosas y muchas por mejorar. Por lo pronto, la reducida capacidad ofensiva que mostraron durante el partido. Hubo pocas ocasiones más allá del gol legal que le anularon a Alex Alegría y apenas vimos aparecer a hombres clave, Castro y Joaquín, precisamente los que gestaron esa ocasión.

Se sintió inferior el Betis desde el primer momento y fue el que provocó que el encuentro fuera brusco. Alguno tenía que iniciar las hostilidades y le tocó a los visitantes. Fue surgiendo entonces la figura de Bruno González. El central rojiblanco comenzó muy pronto a marcar su territorio, a decirle a Vietto, Vitolo y todo el que pasara delante de él que iba a pasar una mala noche. Pezzela, su compañero de zaga, no le quedó atrás y fueron convirtiendo el derbi en la caldera que acostumbra. Y claro, en esas vicisitudes, Nasri no pasa oportunidad de dejar algún recado.

Después, en la sala de prensa, Gus Poyet entendió que debía expresar lo que sentía el beticismo después de perder. Molesta caer en un derbi y más si la derrota se ha producido después de un error arbitral grave en contra. "¿Vieron el gol? Me imagino que van a hablar de eso, no de tonterías, que tendrán honestidad -dijo hacia los periodistas-. En un partido de estas características, las diferencias están en los detalles. Si hay duda, siempre voy con el árbitro, porque son humanos como yo y siempre he dicho que es la peor profesión del mundo. Cuando es tan claro no puedo ir con el árbitro. La semana pasada pasó lo mismo, y si digo algo, me sancionan. Espero que tengan honestidad y no digan tonterías", volvió a decir a los representantes de los medios de comunicación presentes en la sala de prensa del Pizjuán.

El gol de Alegría era tan legal como el de Mercado, ninguno estaba en fuera de juego y tampoco Castro cuando asistió a su compañero verdiblanco. Pero también era penalti una acción sobre Vitolo que no se señaló, y también Bruno debió ser expulsado como un par de veces, un poco más que Nasri. Logró Poyet que a partir de este momento de decepción y rabia no se vuelva a hablar de cómo fue el encuentro y sí de que el árbitro hizo tal o cual. Y de aquí, hasta el próximo derbi en el Villamarín se recordarán las palabras del uruguayo en vez de sobre las carencias de su equipo.

Las pulsaciones fueron disminuyendo irremediablemente en los quince minutos de descanso. En los vestuarios no hay que pegarse con el compañero y por tanto se regresa al campo con otro ánimo, más deseoso de divertirse que de sufrir. Y en esos derroteros se siente mucho más cómodo el Sevilla, que tiene jugadores más preparados para jugar que el contrario. Cogió las riendas Vitolo y en una alianza inquebrantable con Escudero volcó el partido hacia la izquierda y comenzó a hacer daño una y otra vez a Joaquín y Piccini. Cuando el canario se pone bravo, el Sevilla es Víctor Machín y diez más. Ni por esas activó a Vietto, y el Mudo Vázquez no se sentía en disposición de aportar demasiado. Entró en escena Sarabia como aliado de Vitolo y encerraron al Betis, que tampoco encontraba salida, salvo en la acción del gol anulado.

Como suele pasar en partidos broncos como los derbis, un balón parado decidió. Nasri la puso de dulce a Mercado, que entró con más ganas al balón que su marcador, tantas que se pasó de largo y acabó tocando el balón con la nalga lo justo para que la mano de Adán toca pero no desviase su trayectoria. Kranevitter para matar el tiempo y Carlos Fernández para cazar alguna contra y final del partido. En el otro lado, Ceballos y Musonda tienen, por ahora, poco que ver con los prometedores jóvenes que nos deslumbraron a todos. Y ese trabajo corresponde a Poyet. A nosotros, por el contrario, nos compete contar lo que pasa, no hablar de los fallos del árbitro en contra del Betis.

Ficha técnica

1 - Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Pareja, Mercado, Escudero; N'Zonzi, Iborra (Sarabia, m.69); Vitolo, Franco Vázquez (Kranevitter, m.77), Nasri, Franco Vázquez, Vitolo; Vietto (Carlos Fernández, m.88).

0 - Betis: Adán; Piccini, Pezzella, Bruno, Durmisi (Musonda, m.69); Brasanac (Dani Ceballos, m.61), Petros, Felipe Gutiérrez; Joaquín (Donk, m.82), Álex Alegría y Rubén Castro.

Gol: 1-0, M.51: Mercado.

Árbitro: Xavier Estrada Fernández (Comité Catalán). Amonestó a los locales Franco Vázquez (m.16), Nasri (m.32), Sarabia (m.78), Pareja (m.85) y Mercado (m.85), y a los visitantes Petros (m.2), Pezzella (m.11), Piccini (m.40) y Bruno (m.85).

Incidencias: Partido de la quinta jornada de la LaLiga Santander, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 40.000 espectadores, entre ellos unos 650 béticos en la zona acotada para la afición visitante. Césped en perfecto estado.

La vida de la capital andaluza seguirá igual una vez más. La tensión del derbi ya ha pasado otra vez, hasta que el calendario deportivo vuelva a juntar a Sevilla y Betis y el estadio en el que se dispute, ya sea Nervión o Heliópolis, vuelva a ser un ring. Durante un tiempo, una parte de las dos que forman un partido, sirvió para que los 22 futbolistas sobre el césped del Pizjuán se desahogaran sobre el contrario como si estuvieran en lo profundo del sótano de la Taverna de Lue donde Tyler Durden fundó el club de la lucha. La primera regla del derbi sevillano es que no se habla de fútbol. La segunda regla del derbi sevillano es que no se habla de fútbol.

Vitolo Real Betis Joaquín Sánchez
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