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Zidane se pone en la línea de Guardiola aunque el Madrid golea más que juega
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james y benzema enseñan el camino de la victoria

Zidane se pone en la línea de Guardiola aunque el Madrid golea más que juega

El equipo del francés lleva 16 victorias ligueras consecutivas. El conjunto blanco se muestra a ratos, pero tiene un tremendo fondo de armario para amedrentar a cualquier rival que se ponga enfrente

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Los resultados son mejores que el juego, porque el Real Madrid de Zidane sigue siendo un equipo en construcción. Su mejor versión está por llegar, pero, por el momento, los síntomas son muy buenos. Es un equipo razonablemente sólido, con las ideas claras y, en la línea tradicional de la institución, con una pléyade de estrellas que son capaces de solventar cualquier partido que estén jugando. En este caso, James y Benzema fueron los finalizadores, pero en esos espacios caben un buen puñado de nombres. Un presupuesto superlativo que, este año, no se ha utilizado para ir de compras sino con la idea de construir sobre lo que ya se tenía, que no era poco. Y así, poco a poco, el bisoño Zidane lleva 16 victorias seguidas en Liga e iguala un récord histórico de Guardiola. Es líder de la Liga Santander y no sabe lo que es la derrota esta temporada.

Foto: La foto oficial del Real Madrid. (Realmadrid.com)

El Real Madrid visitaba al Espanyol con un equipo hecho de secundarios, pues no estaban ni Bale ni Cristiano. Zidane decidió de inicio que también era un día propicio para hacer descansar a Kroos, aunque las circunstancias le obligaron a meter al alemán al cuarto de hora, por una lesión de Casemiro. Entró y dirigió el partido, porque está en un buen momento físico y, cuando eso ocurre, el fútbol se da por descontado. Tiene desplazamiento en corto y en largo, ocupa mucho espacio y parece presente en todos los lugares del campo.

Casemiro se fue con un fuerte golpe y no le dio tiempo a desplegar sus virtudes, que no están directamente relacionadas con lo futbolístico sino con otras cuestiones físicas y tácticas. El Madrid es más duro con él y un poco menos fluido. Hasta que entró el alemán, Modric tuvo que bajar hasta los centrales para diagramar el juego ofensivo. Cuando apareció Kroos, aquello fue superfluo y no es necesario explicar lo que supone para un equipo que el pequeño jugador croata tenga libertad.

Junto a ellos, en la media, se encontraba James, llamado a ser uno de los jugadores del partido. Después de la exigua temporada que hizo el colombiano el año pasado, y de un verano en el que se le veía más fuera que dentro, tiene que retornar a lo que se vio en su primera temporada. Nadie duda de su fútbol, quizá sí de su compromiso. Está más fino que la temporada pasada y 20 buenos minutos contra el Sporting de Lisboa le compraron una titularidad en Cornellá. No estuvo brillante, ni siquiera muy presente, pero apareció donde tenía que estar. El partido se aproximaba al descanso cuando le llegó el esférico en la frontal, se deshizo de su marcador por potencia y encontró un disparo pegado al palo imposible para Diego López. Un gol siempre da alas.

Foto: Zidane y Cristiano Ronaldo se abrazan tras ganar la Champions League en Milán (Reuters)

Y ese mismo adagio es aplicable a Karim Benzema. El francés, todo un talento, ha empezado la temporada con las piernas cansadas y fuera de forma. Tuvo problemas físicos en verano y se le ve con cierto lastre, menos ágil de lo que es habitual en él. Zidane, de todos modos, confía en él, y para darle ritmo le entrega partidos. Más aún si cabe si están ausentes sus compañeros habituales en el ataque. No hizo mucho durante el partido, pero a mediados de la segunda parte, cuando el encuentro estaba más aburrido, hizo el desmarque oportuno que le llevó al gol. Le llegaba el balón después de una muy buena jugada del equipo blanco, morado en Cornellá, pasó el balón por los pies de Modric y empezaron a moverse las piezas. Carvajal y Lucas Vázquez brujulearon por la derecha hasta que el extremo levantó la cabeza y se dio cuenta de que el delantero había visto un hueco por el que colarse. El resto es historia, una sentencia a la altura.

Benzema y James solucionaron la papeleta con goles, que es más que suficiente como resumen en un partido. Asensio no puede decir lo mismo. Tuvo rayos de luz y muchas sombras, demostración de sus enormes condiciones dentro de la irrelevancia. Cuando el balón está en sus pies pueden pasar cosas, porque arranca, tiene cuerpo y lleva el cuero cosido a la bota. Pero en un partido deslavazado, como el que se vio en Barcelona, no terminó de conectar. Le pasó algo parecido a Ramos, que hizo una de las suyas en el minuto dos y se vio lastrado por la amarilla durante todo el partido. El jugador de Camas, a sus 30 años cumplidos, ya no aprenderá a medirse. Tiene todas las condiciones del mundo, una carrera larga y exitosa, y, a pesar de todo, sigue siendo desesperante a ráfagas. Pudo incluso ser expulsado por una mano que, de nuevo, era impropia de un jugador de su experiencia.

placeholder El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, durante el partido. (EFE/Alejandro García)
El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, durante el partido. (EFE/Alejandro García)

Zidane no es Guardiola, igual no lo necesita

Espacio ahora para hablar de Zidane que, efectivamente, igualó un récord histórico de Guardiola. Eso son palabras mayores, aunque no sea más que un dato. Zidane, a estas alturas, no es Guardiola, y es improbable que llegue a serlo. Puede ser, eso sí, un entrenador perfecto para el Real Madrid, pues no todos los clubes necesitan un Pep, aunque probablemente todos lo agradecerían. El técnico francés no tiene las soluciones geniales de su homólogo, no ha reinventado el fútbol, no se dedica a revolucionar cada partido con la alineación y los cambios.

Foto: Zidane y Bale (Reuters)

Pero es inteligente, el hombre que conoce las fortalezas de su equipo y trata de optimizarlas, que no se dedica a hacer tirabuzones sino, simplemente, a hacer lo que le parece más lógico en cada momento. Sin aspavientos, nunca será una 'vedette' del banquillo. Sigue la ilustre tradición de Carlo Ancelotti o Vicente del Bosque. Mal no suena. Puede ser que ninguno de los dos reinventase centrales en laterales, laterales en interiores, interiores en extremos y extremos en delanteros. Pero ganaban mucho.

En tiempos recientes, además, está demostrando que sabe organizar la plantilla, repartir minutos y tener a sus pupilos conformes con su tiempo de juego. En una constelación como el Real Madrid, esa es una de las asignaturas más difíciles. No son pocos los grandes equipos que se han terminado descosiendo por egos, envidias y recelos. Lograr que todos conozcan la dirección correcta y que la sigan es un punto más en el bagaje de un entrenador de experiencia limitada pero ganas infinitas.

Tiene, eso sí, algunas asignaturas pendientes. Como quiera que ha empezado en los banquillos en el Madrid —y quizá para él es lo mejor, hay algunos que sabrían vivir en la nobleza pero no batirse con equipos limitados—, se encuentra con que los objetivos son máximos y también son necesarios los modos. En eso es en lo que más tiene que trabajar. El Madrid juega bien a ráfagas, y eso no es suficiente. No es estrictamente necesario que amase el balón infinitamente, hay más maneras de dominar y ser vistoso, pero tiene que tener siempre en cuenta que esas dos variables no son optativas, el equipo blanco no solo tiene que ganar, que eso se da por sentado, sino que además lo tiene que hacer con ciertas características. Va en el abono del aficionado y en el contrato del técnico, es parte de una historia a la que no se puede dar la espalda.

Ficha técnica

0 - RCD Espanyol: Diego López; Javi López, David López, Óscar Duarte, Víctor Sánchez; Hernán Pérez, Diop, Marc Roca (Diego Reyes, min.83), Piatti (Álvaro, min.10); Baptistao y Gerard Moreno (Felipe Caicedo, min.66).

2 - Real Madrid: Kiko Casilla; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Modric, Casemiro (Kroos, min.19), James (Isco, min.62); Lucas Vázquez, Marco Asensio y Benzema (Morata, min.71).

Goles: 0-1, min.45: James; 0-2, min.70: Benzema.

Árbitro: Hernández Hernández (colegio canario). Amonestó a Sergio Ramos (min.3), Baptistao (min.20), Óscar Duarte (min.43), Diop (min.54), Javi López (min.63) y Carvajal (min.84).

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga Santander disputado en el estadio de Cornellá-El Prat ante 30.153 espectadores.

Los resultados son mejores que el juego, porque el Real Madrid de Zidane sigue siendo un equipo en construcción. Su mejor versión está por llegar, pero, por el momento, los síntomas son muy buenos. Es un equipo razonablemente sólido, con las ideas claras y, en la línea tradicional de la institución, con una pléyade de estrellas que son capaces de solventar cualquier partido que estén jugando. En este caso, James y Benzema fueron los finalizadores, pero en esos espacios caben un buen puñado de nombres. Un presupuesto superlativo que, este año, no se ha utilizado para ir de compras sino con la idea de construir sobre lo que ya se tenía, que no era poco. Y así, poco a poco, el bisoño Zidane lleva 16 victorias seguidas en Liga e iguala un récord histórico de Guardiola. Es líder de la Liga Santander y no sabe lo que es la derrota esta temporada.

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