El Betis veta la entrada a un socio por sus críticas al presidente en Twitter

A Camilo Puerto le hicieron socio del Betisa los cinco años. Este domingo, como de costumbre, acudió al Benito Villamarín para ver al equipo de su vida. Allí habría sufrido con la expulsión de Vargas y habría gozado con los goles de N’Diaye y Rubén Castro al Granada que devolvían al equipo verde a la zona templada de la Liga. Pero no pudo hacerlo. El club, a instancias de su nuevo presidente Ángel Haro, le prohibió la entrada sin ofrecerle ninguna justificación. Extraoficialmente, supo que se debía a sus 'comentarios en Twitter'. Un caso de censura inaudito. "Ni Lopera se atrevió a tanto".

Una hora después de acabar el partido, el Betis trasladó su versión oficial de los hechos a El Confidencial: "El Consejo de Administración ha suspendido a este abonado por atribuir a los consejeros a través de Twitter la comisión de un delito de manera infamatoria. Se ha procedido de acuerdo al reglamento de los abonados y, en paralelo, se decidirá si se denuncia en los tribunales".

En concreto, la directiva habría actuado por un tuit del pasado 23 de enero en el que Puerto cuestionaba: "Crean núcleo duro excluyendo a varios consejeros para manejar comisiones a su voluntad y los malos son los excluidos por no tragar. Aro, aro, Haro". El club reconoce que "pudo haber algún error en la comunicación de la sanción", pero que ésta se produjo por parte del Betis.

Una versión que choca frontalmente con la del afectado. "Iba a entrar como siempre por mi torno, pero el carné daba error. En la taquilla de incidencias, una empleada me informó de que tenía el acceso denegado, que los servicios jurídicos no estaban en ese momento y que no podía hacer nada más que poner una reclamación", detalla a El Confidencial Puerto, que se marchó a un bar cercano a ver el partido, masticando su "indignación".

Opositor al régimen de Lopera

El socio 5489 no es un desconocido entre el beticismo. Hace años que se destapó como un activo opositor al régimen de Lopera. Fue dirigente de la plataforma ‘Por Nuestro Betis’, una de las que tienen al expresidente verdiblanco acorralado en los tribunales y que lograron apartarlo del club. Los nuevos tiempos, sin embargo, no acabaron con su espíritu crítico, especialmente mordaz en Twitter. Algo que, al parecer, ha sacado de sus casillas a Ángel Haro, presidente del Betis tras la dimisión el pasado febrero de Juan Carlos Ollero.

"Llamé de inmediato al consejero (y ex compañero de plataforma) Cayetano García de la Borbolla, que tampoco sabía nada. Fue el director general, Federico Martínez Feria, quien aclaró que era una decisión personal de Haro. Al parecer, me habría abierto un expediente por 'las cosas que digo en Twitter', textualmente”. Puerto es un crítico habitual y ácido de la gestión que se desarrolla en el Betis. "Pero nadie podrá decir que hay un solo insulto en mis palabras. De hecho, si lo hubiera, lo normal habría sido que el presidente me denunciara. O que me informara, al menos, de ese expediente. Utilizar al Betis así es muy grave y daña su imagen", confiesa.

El triunfo del Betis en una jornada festiva, con el equipo vistiendo de verde y rosa celebrando el Día de la Mujer, se empañó así con un acto de censura que mereció una masiva reprobación inmediata en la red. "Es una pena. Nos hemos querellado contra Lopera y contra Luis Oliver, y ni siquiera ellos nos prohibieron la entrada al estadio. Diría que es una niñatería, si no fuera de locos. No se puede prohibir la entrada así, sin dar ninguna explicación, a quien paga 600 euros por un abono. ¡Y que lo haga Haro…! Es paradójico que nos cierre la puerta de nuestra casa alguien por quien hemos luchado para darle la presidencia".

Puerto puso su hoja de reclamaciones y aguarda acontecimientos para decidir si emprende acciones legales. De momento vio desde un bar el triunfo del Betis sobre el Granada, sin atenuar sus críticas en la red. Más bien al contrario. "Gran victoria. Sufrida como siempre desde que nací bético hace 45 años. Ni un dictadorzuelo de tres al cuarto me puede quitar esta alegría". ¿Justifican palabras como éstas la expulsión de un estadio?