Mandzukic se queda seco
Cuando más hacían falta los goles del croata, se ha difuminado. No marca desde que en la jornada 24 lo hiciera ante el Almería. Desde entonces, el Atlético ha dejado de luchar por dos competiciones
Hay un momento del año en el que tienen que aparecer los mejores, los que han costado un riñón a la directiva o son mundialmente apreciados por su talento y determinación. Ese es, naturalmente, el final de las temporadas, cuando todo por lo que se ha luchado durante meses se decide en una serie de partidos definitivos. Suele empezar, para equipos que participan en competiciones europeas y han superado la primera fase de las mismas, en febrero, con la primera ronda de octavos de final si se trata de Champions League, o de dieciseisavos si es Europa League. Ahí es cuando los héroes salvan a sus clubes con apariciones milagrosas, fulgurantes, sensacionales. No ha pasado eso en el Atlético de Madrid, más bien ha pasado lo contrario.
La apuesta de la dirección deportiva colchonera para esta temporada, además de Griezmann, era Mario Mandzukic. Sí, de la secretaría técnica, no del entrenador, que habría preferido otro perfil de delantero centro, uno que se pareciese algo más a Diego Costa o Radamel Falcao. Pero el que manda fichó a Mandzukic, quien no ha rendido nada mal en su primer (y probablemente, único) año en el Atlético. Pero cuando más falta hacían sus goles, su capacidad de liderazgo y su entrega, el croata se ha difuminado. No ha hecho lo que se le debe exigir durante demasiado tiempo y ni a la afición ni al Cholo le gusta un pelo que así haya sido.
¿Recuerdan el partido liguero contra el Almería en el Calderón? Fue un partido sencillo para el Atleti. Ganó sin demasiados apuros a un Almería que vino con el rabo entre las patas dispuesto a entregar las armas antes de desenfundarlas. Ese encuentro se jugó el 21 de febrero de 2015. Es decir, hace 70 días. Ese fue el último gran partido de Mario Mandzukic. Todo ese tiempo, más de dos meses, se ha pasado el croata sin saborear la dulzura de un gol, ni siquiera de una asistencia. Aquel día marcó el que ha sido su último gol con el Atleti. Y el equipo se ha resentido, como no podía ser de otro modo.
No es ningún secreto que se hable de la falta de gol del Atlético. Si su referencia ofensiva lleva 70 días sin ver puerta, no es ninguna sorpresa que cueste un mundo marcar. Es cierto que Mandzukic ha estado lesionado, pero por la lesión sólo se perdió tres partidos. En otro estuvo sancionado, y en otro esperó sin suerte en el banquillo. ¿Qué pasó en los otros nueve partidos en los que sí ha participado? No tuvo ni siquiera una oportunidad en 180 minutos contra el Real Madrid y también escasearon éstas en la eliminatoria ante el Bayer. Así, Griezmann le adelantó por la derecha como máximo goleador destacado del Atleti… y se empieza a discutir seriamente sobre quién debe jugar, si Mandzukic o Torres. El Niño, al que le está costando una vida marcar, lleva dos en el mismo periodo en el que su compañero no lleva ninguno.
En todo este tiempo en el que Mandzukic ha estado seco, el Atlético de Madrid se ha quedado fuera de la lucha de dos competiciones, que se dice pronto. Nunca lo reconocerá el Cholo, pero el Atleti iba a luchar la Liga, o al menos a intentar estar cerca, como el año pasado. Pero a falta de varias jornadas ya no tenía opciones tras tres empates seguidos y otro en Málaga. Y entre medias, la eliminación en Champions con el Real Madrid.
El Atleti espera un favor blanco que no devolverá
Pero aún queda algo por lo que luchar, esa tercera plaza a la que sí hace referencia el Cholo como objetivo prioritario. Quiere evitarse la ronda previa una vez más y así poder dar a sus jugadores un verano algo más largo y tranquilo, sin sobresaltos innecesarios. Ese es el reto de Mandzukic. Volver a marcar para que al Atleti no se le escape también el tercer puesto, que lo tiene prácticamente en el bolsillo. Sólo un tsunami podría hacer que no lo cerrase en breve, aunque el fútbol se caracteriza por ser sorprendente.
Sin embargo, la clasificación a la Champions (es decir, asegurar el cuarto puesto) se podría cerrar este mismo sábado un poco antes de las diez de la noche. Si el Atlético gana al Athletic Club y el Real Madrid le hace un favorcillo y gana al Sevilla, el club colchonero se aseguraría matemáticamente acceder a la máxima competición continental, aunque fuera por la repesca. Eso sí, de suceder de tal modo, que nunca se esperen los merengues que el Atleti le devolvería el detalle en la penúltima jornada. Si el Atleti hace sus deberes en las dos próximas jornadas, llegaría al partido contra el Barça con todo resuelto, sin nada que jugarse… y no habría modo que más placiese a la afición rojiblanca que ayudar a un rival del enemigo…
Alineaciones probables:
Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Gámez; Arda, Gabi, Tiago, Koke; Griezmann y Mandzukic o Torres.
Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, Etxeita, Laporte, Aurtenetxe; San José, Iturraspe; Susaeta, Rico, Williams; y Kike Sola.
Árbitro: Jaime Latre (C. Aragonés).
Estadio: Vicente Calderón.
Hora: 18.00.
Hay un momento del año en el que tienen que aparecer los mejores, los que han costado un riñón a la directiva o son mundialmente apreciados por su talento y determinación. Ese es, naturalmente, el final de las temporadas, cuando todo por lo que se ha luchado durante meses se decide en una serie de partidos definitivos. Suele empezar, para equipos que participan en competiciones europeas y han superado la primera fase de las mismas, en febrero, con la primera ronda de octavos de final si se trata de Champions League, o de dieciseisavos si es Europa League. Ahí es cuando los héroes salvan a sus clubes con apariciones milagrosas, fulgurantes, sensacionales. No ha pasado eso en el Atlético de Madrid, más bien ha pasado lo contrario.