Es noticia
El Barcelona se enrabieta para remontar
  1. Deportes
  2. Fútbol
con goles de neymar, rafinha y messi

El Barcelona se enrabieta para remontar

El Barcelona ganó al Villarreal antes de que ambos se vuelvan a enfrentar en Copa. Tras los triunfos de Real Madrid y Atleti, los azulgranas no fallaron

Foto:

La felicidad se ha instaurado en Barcelona. No durará, porque el deporte nacional en la capital catalana es autocriticarse y lo harán de nuevo en cuanto tengan oportunidad. Pero desde unas semanas a esta parte, no hay nada que no les salga bien. Incluso cuando las cosas se ponen complicadas de narices, les aparece un orgullo interno que utilizan con picardía para remontar lo que les venga. Al Villarreal, ese que no perdía un partido desde hace 18, le ha ganado 3-2 con un juego muy inteligente, lejos del preciosismo de otrora, pero con la efectividad que cada vez gusta más al Barça. Porque daba la sensación de que o se daban trescientos toques al balón antes de marcar o no valía. Como cuando decía el profesor de gimnasia en el colegio que no se podía tirar a puerta hasta que no la tocasen todos los del equipo (que lo hacía para que el paquete de la clase también la tocase).

La realidad del Villarreal no es una sorpresa y que llevase tantísimo tiempo sin perder (tantísimo para un equipo como ellos, sin la inmortalidad intrínseca a los grandes) es muy normal, porque estos chicos de Marcelino García Toral saben bien a lo que juegan. En un primer momento, el Villarreal daba unas señales muy negativas, las mismas que dio el Atlético de Madrid en las dos recientes visitas al Camp Nou. Esto es, centrarse demasiado en defender, confiar poco en las posibilidades propias y agazaparse en torno al área propia. La consecuencia inevitable de este hecho es que hay decenas y decenas de metros entre el lugar donde se recupera y la portería contraria.

Para muchos, incluso para el Atleti, profesionales en el contragolpe, es imposible recorrer más de sesenta metros con rivales de por medio y llegar con oxígeno y posibilidades de marcar. Pero para el Villarreal es más que posible, es una religión. Marcelino ha cambiado la metodología amarilla, similar al del Barça precisamente, para hacer un conjunto muy sólido en la faceta defensiva y una bestia al contragolpe. Gio, Vietto y Cheryshev son unas balas que manejan magníficamente bien la pelota, lo cual les permite moverla rápidamente en espacios muy grandes, en conducción y en la definición.

No existe mejor ejemplo de lo expuesto que la jugada del segundo gol del Villarreal. Claro que para que esta táctica del Submarino funcione tienen que producirse errores defensivos en el contrario, y en el Barça se produjeron dos y recibió dos goles. En ese del que hablamos falló Gerard Piqué, que había estado impecable anteriormente. La carrera de Giovani fue descomunal, pero es tan, tan zurdo, que hizo de la carencia una virtud. La jugada, creada por la derecha, estaba destinada a un disparo cruzado con la derecha, pero ni la contempló. ¿Qué hizo? En una baldosa recortó a Piqué y Bravo y se la dejó para empujar a un Vietto espléndido.

Ese fue el gol que cabreó al Barcelona, a Messi y a Iniesta más exactamente. El Barça había jugado bastante bien, como decimos, a pesar de ponerse por detrás en el marcador. La posesión, garantizada desde el inicio, tenía un sentido. Hace años, el Barça creaba juego por un costado, acumulando por allí jugadores propios y ajenos para, cuando menos se esperase, cambiar la vertiente para acuchillar por el costado contrario. Entonces, los azulgranas marcaban casi siempre. Ahora no tanto, pero al menos recuperan algo que es indiscutiblemente básico en el verdadero juego posicional.

Con el gol de Vietto, el Barça disfrutó, curiosamente. La jugada colectiva para que Rafinha marcase fue muy buena. La tocaron todos los miembros del frente de ataque hasta que de rebote el brasileño la metió para dentro. Al final fue más feo de lo que se preveía, pero el gol valió igual a este Barça efectista. Y Luis Suárez fue indispensable en esa jugada con un control, giro y centro que remató Messi magníficos, pero se seguirá hablando de que no marca, no de lo que aporta en el juego. Y no podía faltar el de siempre, porque Messi tiene que marcar siempre. Aunque como ya está tan aburrido de marcar, lo hace con la derecha para que sea algo más complicado, como si fuese un reto que tiene consigo mismo. El partido fue un no parar hasta los últimos minutos, cuando el Villarreal claudicó. Pero bien pudo marcar en alguna contra que cortaron entre todos los miembros de la zaga culé.

Antes había marcado ese que tiene las espinilleras del Real Madrid aunque juega en el Villarreal. El color madridista del corazón de Cheryshev rompió al Barça con un gol más feo incluso que el de Rafinha, pero que también vale uno igualmente. ¿Era feo? Sí, en realidad sí, pero no me cabe duda que el pie lo mete no sólo con toda la intención, sino en el ángulo idóneo para que la pelota acabe donde acabó, lejos de Bravo. Cómo no, el Barça marcó al filo del descanso. Rafinha marcó un gol de rebote, igual que Neymar, pero el tanto del canterano habría sido precioso, como lo fue la estirada de Sergio Asenjo. Una pena para éste que Ney alcanzara el rechace.

Ficha técnica:

3 - Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets (Mathieu, min.71), Rafinha (Rakitic, min.88), Iniesta; Messi, Suárez (Pedro, min.78) y Neymar.

2 - Villarreal: Asenjo, Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Bruno, Pina (Trigueros, min.76), Jonathan dos Santos (Moi Gómez, min.84), Cheryshev; Vietto y Giovani (Uche, min.89).

Goles: 0-1, min.30: Cheryshev. 1-1, min.45: Neymar. 1-2, min.52: Vietto. 2-2, min.54: Rafinha. 3-2, m.56: Messi.

Árbitro: Vicandi Garrido (Colegio vasco). Mostró tarjeta amarilla a Bruno (min. 23), Jonathan dos Santos (min.41) y a Rafinha (min.64).

Incidencias: Asistieron al encuentro 60.005 espectadores en partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de Primera División disputado en el Camp Nou.

La felicidad se ha instaurado en Barcelona. No durará, porque el deporte nacional en la capital catalana es autocriticarse y lo harán de nuevo en cuanto tengan oportunidad. Pero desde unas semanas a esta parte, no hay nada que no les salga bien. Incluso cuando las cosas se ponen complicadas de narices, les aparece un orgullo interno que utilizan con picardía para remontar lo que les venga. Al Villarreal, ese que no perdía un partido desde hace 18, le ha ganado 3-2 con un juego muy inteligente, lejos del preciosismo de otrora, pero con la efectividad que cada vez gusta más al Barça. Porque daba la sensación de que o se daban trescientos toques al balón antes de marcar o no valía. Como cuando decía el profesor de gimnasia en el colegio que no se podía tirar a puerta hasta que no la tocasen todos los del equipo (que lo hacía para que el paquete de la clase también la tocase).

Villarreal CF Neymar Leo Messi Luciano Vietto
El redactor recomienda