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Un Barcelona desquiciado no supo ni empatar ni ganar a la Real Sociedad
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CONDENADOS POR UN GOL EN PROPIA DE JORDI ALBA

Un Barcelona desquiciado no supo ni empatar ni ganar a la Real Sociedad

Un Barcelona apático y sin carácter desaprovechó la ocasión de asaltar el liderato al perder en Anoeta (1-0) frente a una Real que supo jugar sus cartas

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Hay trenes que sólo pasan una vez. Y el del liderato se paseó ayer por Anoeta, el problema es que el Barcelona no se enteró. Bien es cierto que el partido ante la Real Sociedad no será la última oportunidad que los de Luis Enrique tengan de hincar el diente a la cabeza de la Liga, pero la sensación es que la dejaron pasar de largo. Así lo aseguró Xavi después de ver cómo el Barcelona caía ante la Real (1-0) con un gol en propia de Jordi Alba. Tanto que Messi, Neymar, Alves o Piqué, entre otros, vieron desde el banquillo. Luis Enrique se volvió a dar un tiro en el pie. Si entre los objetivos del conjunto azulgrana figura el de ser campeón de Liga, hay muchas cosas que deben cambiar porque el Barça sólo asustó durante diez minutos a una Real Sociedad que supo jugar sus cartas.

Por enésima vez, Luis Enrique demostró que tiene su propio estilo a la hora de elaborar los onces iniciales. A pesar de ser consciente del tropiezo del Real Madrid en Mestalla y de lo que se jugaba el Barcelona -nada más y nada menos que el liderato sin olvidar que los blancos han jugado un partido menos-, decidió que era un buen día para dejar a Messi, Neymar y Alves en el banquillo. Mientras Anoeta digería la sorpresa y el partido cogía temperatura, llegó el único gol que se celebró en los primeros 45 minutos. Canales metió el balón en el área y Xabi Prieto intentó cabecear; no lo logró, pero sí Jordi Alba que marcó en propia cuando intentaba despejar. Con un Barcelona en tercera, la Real Sociedad salió con las líneas muy juntas, presionando, fuerte y activa.

El escenario había cambiado en dos minutos y el conjunto azulgrana se veía obligado a jugar con el marcador en contra. El problema es que el intento se quedaba en eso porque el Barcelona seguía siendo un equipo apático y sin carácter. El sistema defensivo no funcionaba, Xavi e Iniesta no lograban canalizar el juego en el centro y el ataque estaba tan espeso que el primer tiro entre los tres palos llegó en el 43. La Real, por su parte, se encontraba cómoda aunque Moyes se desgañitaba intentado evitar que los suyos se metieran en la cueva. Canales les dio vida con una maravilla que dejó sentado a Montoya... aunque su tiro iba demasiado centrado.

El Barcelona ganó intensidad, pero no la suficiente. Los azulgranas no se movían del terreno de la Real Sociedad, tenían la posesión; algo que servía de poco teniendo en cuenta que les faltaba profundidad y peligro. La única manera de llevar la voz cantante era con jugadas en las que el Barcelona recuperaba el esférico ante la Real o a balón parado como sucedió con una falta ejecutada por Xavi. Con un suspenso general para los azulgranas en la primera parte, Luis Enrique movió sus fichas tras pasar por el vestuario: Messi ocupó el lugar de Munir. La presencia del argentino no aportó orden en las filas azulgranas, situación que también se vivía en las de la Real.

Al conjunto local le duraba muy poco el balón y comenzó a dar muestras de intranquilidad cuando el partido ganó en velocidad e intensidad. El Barcelona seguía estático, no terminaba de hacer su partido y estaba a expensas de la genialidad de turno que se inventase Messi o Neymar que saltó al campo por Pedro. Los de Luis Enrique eran incapaces de crear ocasiones ni de armar ataques colectivos. En esas estaba el partido en Anoeta cuando el técnico azulgrana hizo borrón y cuenta nueva en su pizarra: sacó a Mathieu, colocó a Alves en el interior y una defensa de tres; ala taque, descarado. Ni rastro de Rakitic en un partido físico e intenso, perfecto para él. La incomodidad de Messi era la del Barcelona que veía cómo a la Real le favorecía el ritmo trabado del choque.

Con el reloj en contra, el Barcelona atacaba como podía. Igual que hacía la Real Sociedad en defensa. Y por primera vez desde que se escuchó el pitido inicial, los azulgranas dieron la sensación de agobiar a su rival, de encerrarle, de aprovechar el cansancio para atacar. Con el conjunto vasco metido en su área, el Barcelona atacaba por la derecha, por la izquierda y por el centro sin precisión alguna. Los de Moyes sufrían de lo lindo ante los centros de Luis Suárez o Alves o cuando surgía la figura de Messi y Neymar; cuando no era Rulli el que arrebañaba el balón o volaba para despejarlo era un enorme Carlos Martínez el que achicaba el peligro. La Real se vació, tanto que Vela se marchó lesionado a dos minutos del final, y renunció a atacar. En el amor, en la guerra y en el fútbol todo vale; más aún cuando tienes el marcador a tu favor con el Barcelona en frente. Ayudó que los azulgranas no supieron empatar ni ganar ni aprovechar una ocasión de oro.

Ficha técnica

Real Sociedad: Rulli; Carlos Martínez, Ansotegi, Iñigo Martínez, De la Bella; Bergara, Granero, Xabi Prieto; Canales (Yuri, min. 90), Chory Castro (Finngobason, min. 65), Carlos Vela (Pardo, min. 89).

FC Barcelona: Bravo; Jordi Alba, Mascherano, Mathieu (Alves, min. 69), Montoya; Munir (Neymar, min. 46), Sergio, Xabi, Iniesta; Pedro (Neymar, min. 57), Mario Suárez,

Árbitro: Del Cerro Grande (Madrid). Amonestaciones a Carlos Vela, Iñigo Martínez, Granero, Finnbogason Bergara, Mathieu, Alves, Neymar y Jordi Alba.

Goles: 1-0, min. 1: Jordi Alba (p.p).

Incidencias: No se llenó el estadio de Anoeta, que sí registró una buena entrada con 30.000 aficionados. Lluvia suave durante buena parte del encuentro.

Hay trenes que sólo pasan una vez. Y el del liderato se paseó ayer por Anoeta, el problema es que el Barcelona no se enteró. Bien es cierto que el partido ante la Real Sociedad no será la última oportunidad que los de Luis Enrique tengan de hincar el diente a la cabeza de la Liga, pero la sensación es que la dejaron pasar de largo. Así lo aseguró Xavi después de ver cómo el Barcelona caía ante la Real (1-0) con un gol en propia de Jordi Alba. Tanto que Messi, Neymar, Alves o Piqué, entre otros, vieron desde el banquillo. Luis Enrique se volvió a dar un tiro en el pie. Si entre los objetivos del conjunto azulgrana figura el de ser campeón de Liga, hay muchas cosas que deben cambiar porque el Barça sólo asustó durante diez minutos a una Real Sociedad que supo jugar sus cartas.

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