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Kakuta: "El Rayo demuestra que lo que hace grande a un club no es el dinero"
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el extremo francés, uno de los ídolos de vallecas

Kakuta: "El Rayo demuestra que lo que hace grande a un club no es el dinero"

Charlamos con el extremo francés cedido por el Chelsea. Con 23 años se ha convertido en una de las sensaciones de la campaña en el conjunto rayista

Foto: Kakuta pugna por un balón con Dani Alves durante el Rayo-Barça. Foto: Enrique Hernández.
Kakuta pugna por un balón con Dani Alves durante el Rayo-Barça. Foto: Enrique Hernández.

Pese al color hormigón que inunda el cielo de Madrid en una incontenible mañana fría y lluviosa, la sonrisa perenne de Gaël Kakuta (Lille, 1991) desprende su habitual brillo. De inglés fluido, tono sosegado y afable en el trato, el extremo recibe a El Confidencial en el Estadio de Vallecas después de una de las sesiones de entrenamiento previas al partido de este lunes (20.45) que mide en Los Juegos del Mediterráneo al Rayo con el Almería. Un encuentro trascendente para las aspiraciones futuras de un equipo que, pese a contar con el segundo presupuesto más bajo de Primera División, está decidido a no pasar apuros y sellar la permanencia cuanto antes.

Procedente del Chelsea, a sus 23 años, el francés es una de las 17 caras nuevas que han aterrizado este curso en el conjunto madrileño. Todas a coste cero gracias a la habilidad en los despachos de Felipe Miñambres y a una situación financiera que no permite demasiados fuegos de artificio a la hora de invertir en fichajes. El epítome de la maximización del beneficio empresarial extrapolada al mundo del fútbol. Desde 2007, es decir, en las últimas ocho temporadas, Vallecas ha sido testigo de la llegada de 101 jugadores cedidos. Una política de austeridad que ha permitido dar carpetazo al angustioso concurso de acreedores (2011-2014) que limitaba la capacidad de maniobra del club. Poco a poco la situación económica mejora. El barrio no pierde el pulso y está decidido a mirar al futuro con optimismo con modestia.

Una humildad de la que también forma parte Kakuta. Su deportivo está en Londres y por el momento no se ha decidido a traerlo a la capital. Mientras, va y viene en taxi. Aunque las primeras semanas se desplazaba en bicicleta. “Vivo en Vallecas, muy cerca de la Ciudad Deportiva. Al estar tan cerca decidí ir en bici a entrenar. Lo hice al principio pero ahora ya me desplazo en taxi. Me dijeron que podía ser arriesgado y me podía lesionar”, reconoce un tipo sencillo que rehúye de los alardes de grandeza de algunos jóvenes profesionales que se dejan imbuir por la fama. En Madrid ha encontrado un lugar idóneo. “Estoy encantado de estar en Madrid. Es una ciudad muy bonita. La encuentro diferente a Londres. Aquí el tiempo es mucho mejor. Mi familia está conmigo y mis amigos vienen de vez en cuando a verme así que estoy feliz aquí”, nos cuenta.

La barrera del idioma no ha abierto ninguna brecha, ni con los compañeros ni con una afición con la que se siente identificado y muy comprometido. “La gente es estupenda. He sentido su cariño desde el primer día y eso para mí ha sido muy especial. Me quieren y lo noto. Y nosotros intentamos devolverles todo ese apoyo. Son fantásticos. Da igual que ganemos o perdamos, siempre están apoyándonos para intentar que demos lo mejor en el campo. En el Bernabéu, aunque perdimos 5-1 seguían cantando y animando. Para mí es la mejor afición que he conocido”, asegura. Un compromiso refrendado en la simbiosis entre la grada y los jugadores. El último caso de la gran familia que es el Rayo ha sido el caso de Carmen, la mujer de 85 años desahuciada por avalar a su hijo. “Nos sentimos conmovidos con su caso y hemos ayudado para que encuentre otro sitio donde vivir. No se merecía eso. Son cosas que pasan en la vida, pero por suerte hemos podido ayudar para intentar solucionar esos problemas”, dice Kakuta.

Cariño que además de por su personalidad se ha ganado por sus prestaciones sobre el césped. Su descomunal talento le ha convertido en uno de los fijos para Paco Jémez, quien le usa indistintamente por ambas bandas, incluso de enganche con el punta. Titular en todos los encuentros, Kakuta (2 goles y 3 asistencias hasta la fecha) sólo ha sido sustituido frente a Deportivo y Levante. Un estatus que no le hace perder el norte. Al contrario, le motiva para seguir luchando. “No creo que sea el jugador más importante. Todo el equipo es importante y está dispuesto a trabajar para ganar en cualquier momento”, explica. El galo está encantado con su técnico, un hombre “exigente que te hace dar el máximo”. “Nada más aterrizar me puso en el equipo y me dio toda su confianza. Ahora tengo la continuidad que necesitaba para crecer. Por mi parte, cada día intento devolverle esa confianza entrenando duro en cada entrenamiento y tratando de hacerlo bien cuando llega el partido”, relata.

En estos primeros compases de la temporada, Kakuta ha podido comprobar de primera mano el nivel de la Liga española. Pese a su juventud, ha podido probar suerte en España, Inglaterra e Italia, las tres competiciones más potentes en el mundo del fútbol. “Son tres ligas diferentes. Me gustan cosas de las tres. Por ejemplo, en Inglaterra el fútbol es más vertical, en España lo veo más táctico. Pero si me tuviera que quedar con alguna escogería la española porque creo que encaja mejor con mi juego”. En cuanto a la forma de vivir el fútbol no tiene dudas: se queda con Vallecas. El ‘A las Armas’ y ‘La Vida Pirata’ le han camelado. “Todo el estadio canta y anima sin parar. Son increíbles. Aunque en Inglaterra la gente vive el fútbol con pasión, Vallecas me ha impactado mucho”, subraya.

Acerca del indisoluble oligopolio que define a la competición doméstica, Kakuta confía en que las tornas cambien. Eso sí, en el medio plazo. “De momento diré que sí. Real Madrid, Barcelona y Atlético están por encima del resto. Pero yo creo que en cinco años algún equipo como Sevilla o Valencia pueden mejorar tener opciones de ganar un título”, opina. En esta primera vuelta, los vallecanos se han medio a los tres con un balance de un empate (0-0 ante el Atlético) y dos derrotas (0-2 frente al Barcelona y 5-1 ante el Real Madrid). “El empate con el Atlético en la primera jornada fue muy positivo. Creo que contra el Barcelona hicimos un buen partido, pero Messi y Neymar nos marcaron dos goles en dos minutos que nos mataron. Contra el Madrid en el Bernabéu fue diferente. No tuvimos un gran día. Es muy difícil jugar contra estos equipos. No puedes despistarte ni un segundo. Si tienes un error te lo hacen pagar”, explica. Sobre el cansino debate Messi-Cristiano, Kakuta no concibe la existencia del uno sin el otro. “Me quedaría con los dos (risas). Son los mejores del mundo ahora mismo”. Y punto.

Esferas que se escapan al control de un Rayo con unas miras menos pomposas. Porque sabe que el Rayo no está en disposición de competir a esos niveles. Forma parte de esa ‘otra’ Liga donde ‘Poderoso Caballero’ no es el elemento capital. “Para mí lo que hace grande a un club no es el dinero. El Rayo es un ejemplo. Son sus jugadores y la manera en la que jueguen lo que hará crecer y ser más grande a un equipo”, afirma. “Tenemos un buen equipo y está en nuestras manos hacer algo importante este año. Nuestro estilo está ahí, todo el mundo lo puede ver. Ahora hay que seguir peleando. Si luchamos ganaremos muchos partidos”, arenga convencido de sus palabras.

Como integrante de la nueva hornada de jóvenes talentos galos, Kakuta mantiene buena relación con Antoine Griezmann. El atacante del Atlético de Madrid, con quien coincidió en las categorías inferiores de la selección francesa campeona de Europa sub-19 en 2010, le ha ayudado bastante en el dulce proceso de adaptación a Madrid. “Hablamos bastante y alguna vez quedamos para vernos por Madrid”, dice. Con Raphael Varane la relación no es tan fluida aunque guarda buenos recuerdos de su etapa en el Lens y también del combinado galo. “Es uno de los mejores defensas. Es joven y tiene todo el futuro por delante”, admite.

Desde que era un crío, Kakuta soñaba con ser futbolista. “Recuerdo un día que estaba jugando con mis amigos enfrente de mi casa. Entonces mi tío (jugador profesional) me dijo: ‘Creo que eres lo suficiente bueno como para que juegues en un equipo’. Le hice caso y ahí empezó todo”. Tras pasar una etapa en el equipo local del US Lille-Moulins, dio el salto al Lens donde se confirmó como una de los chicos más prometedores del país. Tanto que no tardaron en colocarle el cartel de ‘Black Zidane’. Un estigma del que, a pesar de tener al actual entrenador del Castilla como ídolo junto a Ronaldinho, quiere escapar a toda costa. “Cada año hay un nuevo Zidane. Es algo que se inventaron en su día pero no me afecta demasiado”,

En 2007, el Chelsea puso sus ojos en él, pero su fichaje estuvo marcado por la controversia. Según la FIFA, el equipo inglés había inducido al jugador a romper su contrato con su club. Un hecho que inicialmente suponía la sanción para ambas partes por quebrantar las normas de ‘Fair Play’ financiero. Dos años sin fichar para los ‘blues’ y 800.000 euros de multa para Kakuta. Al final, todo quedó en nada por entender la FIFA que el contrato que le vinculaba al Lens no era válido. “No, no fue el peor momento de mi carrera. Llevaba ocho meses lesionado, eso sí que fue duro. Los cuatro meses de sanción no fueron demasiado. Al final, por suerte, todo se pudo solucionar”, añade el protagonista sobre el polémico capítulo.

En noviembre de 2009, tras un periodo prolífico en las categorías inferiores, llegó el día de su debut oficial. “Íbamos ganando 4-0. Ancelotti se me acercó y me dijo que iba a sustituir a Anelka. Me dijo que era mi primer partido y que disfrutara. La gente estaba expectante por mi debut. Creo que lo hice bien así que tengo un buen recuerdo de aquel día”, rememora el hombre que de no haber sido profesional hubiera encaminado su vida hacia la pintura o “todo lo relacionado con el diseño”. De sus años en Londres, sólo tiene palabras de agradecimiento para el técnico italiano, una suerte de padre en lo futbolístico. “Ancelotti es un gran entrenador. Él me dio la oportunidad y aprendí mucho con él cuando estuve en el Chelsea”.

Sin embargo, en Stamford Bridge no pudo gozar de la continuidad necesaria. Aunque en el señorial barrio londinense son conscientes de su potencial, desde 2011 se ha visto obligado a jugar cedido en cinco equipos: Fulham, Bolton, Vitesse, Lazio y Rayo. “No me gusta demasiado. Pero en cada sitio en el que he estado me ha servido para evolucionar y seguir cogiendo experiencia. Ahora sé distinguir bien lo que está bien de lo que está mal y, con la continuidad que estoy teniendo, considero que soy mejor profesional de lo que era”, incide confiado.

Reacio a hablar de su posible vuelta al Chelsea cuando termine la cesión, en su cabeza ahora mismo sólo revolotea una palabra: Rayo. “Mi objetivo ahora es seguir creciendo como jugador aquí. Luego el tiempo será el que diga lo que pasará. No miro más allá del día a día. Es lo mejor para mantenerme centrado en lo que debo hacer, que no es otra cosa que ayudar lo máximo posible a que el Rayo consiga buenos resultados”, declara, al tiempo que reconoce no haber mantenido ningún contacto con Mourinho de cara a la próxima campaña. Su presente está en el Rayo y Vallecas se congratula por ello.

Pese al color hormigón que inunda el cielo de Madrid en una incontenible mañana fría y lluviosa, la sonrisa perenne de Gaël Kakuta (Lille, 1991) desprende su habitual brillo. De inglés fluido, tono sosegado y afable en el trato, el extremo recibe a El Confidencial en el Estadio de Vallecas después de una de las sesiones de entrenamiento previas al partido de este lunes (20.45) que mide en Los Juegos del Mediterráneo al Rayo con el Almería. Un encuentro trascendente para las aspiraciones futuras de un equipo que, pese a contar con el segundo presupuesto más bajo de Primera División, está decidido a no pasar apuros y sellar la permanencia cuanto antes.

Rayo Vallecano Paco Jémez
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