Un Real Madrid invencible

A pesar de ser la capital de la Costa del Sol, jarreaba en La Rosaleda. Eso sí, la tormenta tuvo nombre propio y éste era el de un equipo que consiguió su decimosexta victoria consecutiva batiendo elrécord histórico que antes lograron Muñoz y Mourinho. El Real Madrid se llevó la victoria ante el Málaga (1-2) arrebatando la condición de invicto en casa a los andaluces. Bien es cierto que los hombres de Ancelotti no controlaron el partido con la facilidad que exhiben cuando saltan al campo, pero la pegada de su línea ofensiva bastó para deshacerse de un Málaga que jugaba al límite y no se achicaba. Con Cristiano en su faceta de asistente, Benzema abrió la lata en la primera parte y Bale remató el triunfo en la segunda. El tiempo añadido por un discutido Vicandi Garrido sirvió para que Santa Cruz maquillase el resultado y se vengase de sus fallos ante Casillas.

La Rosaleda presenció un partido desatado, roto y sin control. El arranque fue tremendo y las ocasiones llegaban a ambas porterías, no había tiempo para el aburrimiento y la tranquilidad. Lo cierto es que, en los primeros compases las ocasiones fueron de color blanco. Bale abrió fuego en el minuto uno sin acierto, Cristiano y James quisieron hacer de las suyas y Ramos cabeceó a las manos de un Kameni que se convirtió en la tabla de salvación del Málaga con sus buenas intervenciones frente a Bale o una salida a bocajarro ante Cristiano. El cuadro andaluz plantaba cara a los de Ancelotti y les ponía en aprietos; tanto que Carvajal, sin la ayuda y el sacrificio de un anárquico Bale, sufría cuando intentaba parar a Boka y, sobre todo, a Castillejo.

Sin pausa en el centro del campo y sin querer pensar en esa zona del campo, donde Isco y James apenas aparecían, el Real Madrid exhibió la especialidad de la casa: las contras. Así es como nació el tanto que inauguró el marcador de La Rosaleda. Los blancos salieron a todo trapo y Cristiano irrumpió rompiendo en el vértice del área, ridiculizando a Rosales con un quiebro y un par de bicicletas. El portugués sirvió el centro para que Benzema se adelantara a Weligton, cruzase y marcase. Lata abierta y polémica desatada. El Málaga reclamaba falta del francés… y lo cierto es que éste agarró y desequilibró al brasileño, pero Vicandi Garrido no señaló nada.

Casillas no estaba de visita en La Rosaleda

La actuación del colegiado, cuestionada en ambos bandos por sus decisiones y su falta de visión cerca de las áreas, tenía más importancia de la que debía en un partido completamente desordenado. El Real Madrid tenía poco el balón en su poder y no controlaba como está acostumbrado, no marcaba el ritmo sino que lo compartía con un Málaga que tanteó a Casillas. El capitán blanco tuvo que sacar una mano ante un remate de Roque Sanra Cruz y se vio sorprendido por un zarpazo de Dader que a punto estuvo de dejarle en evidencia o por el balón de Duda que hizo temblar el travesaño. El partido estaba igualado y este equilibrio le daba belleza.

El Real Madrid se marchó al vestuario con algunos agobios por su falta de dominio total, pero después del descanso las cosas cambiaron. Tras la acrobática chilena de Cristiano Ronaldo, se vio cómo el conjunto blanco empezó a tocar más y mejor. Los hombres de Ancelotti movían el balón como es habitual en ellos ante un Málaga que ni siquiera veía el esférico. El Real Madrid recuperaba su esencia, controlaba el juego, evitaba que el partido fuera de ida y vuelta y le aportaba la tranquilidad que faltó en la primera parte. La intención era cerrar el partido, la realidad fue diferente.

Isco, expulsado y ovacionado

Los madridistas no terminaron de matar el partido, no lograban intimidar al Málaga y el partido empezó a ser peligroso. Sin continuidad, cada falta y cada aproximación hacían que la ventaja del marcador se tambalease. Casillas se vio apurado en algún córner aunque también salvó a los suyos ante las intentonas de Samuel y Roque Santa Cruz antes de que Illarramendi entrase para aportar contención. Mientras, Kameni seguía agrandando su figura en una acción en la que Isco se llenó de balón y no vio a Benzema o en la jugada en la que Cristiano no supo aprovechar el regalo de Weligton.

El solitario gol blanco que figuraba en el luminoso de La Rosaleda no tardó en encontrar compañía y fue gracias a un jugador que sólo apareció por Málaga para certificar una victoria de récord. Isco y Marcelo escribieron en el prólogo de una jugada que continuó Cristiano, vestido de asistente de lujo. El luso vio cómo Bale llegaba a toda velocidad y con dos toques desde el lateral, entró y tocó ante la salida de Kameni. Un balón cruzado que no sería el último que acabaría en el fondo de las redes. Antes de que Roque Santa Cruz se resarciera de todas las ocasiones falladas, Isco fue expulsado después de una acción en la que metió el pie para despejar únicamente el balón. Ovacionado, vio como sus excompañeros firmaban el tanto del honor con un cabezazo del paraguayo, pero ni ese tanto ni un gigante Kameni pudieron evitar que el Real Madrid hiciera historia. Una vez más.

Ficha técnica

Málaga: Kameni; Rosales, Weligton, Sergio Sánchez (Angeleri, m. 66), Boka; Samu García, Recio (Juanpi, m. 77), Darder, Samu Castillejo, Duda (Horta, m. 65) y Santa Cruz.

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Bale (Chicharito, m. 89), Kroos, James Rodríguez, Cristiano Ronaldo; Isco y Benzema (Illarramendi, m. 72).

Goles: 0-1, M.18: Benzema. 0-2, M. 83: Bale. 1-2, M. 90: Santa Cruz.

Árbitro: Vicandi Garrido (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Darder (m.30) y Weligton (m. 90), y a los jugadores del Real Madrid Kroos, (m. 43), Isco (m. 71) y (m. 85) y Marcelo (m. 79).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 30.000 espectadores.