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A Joaquín Caparrós le golpeó el boomerang tras su derrota ante el Madrid
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PIDIÓ PERDÓN por SU 'actuación' DEL VIERNES

A Joaquín Caparrós le golpeó el boomerang tras su derrota ante el Madrid

Joaquín Caparrós ha sido uno de los protagonistas de esta jornada y no por su actuación dentro del terreno de juego, sino por sus palabras ante los micrófonos

Foto: Joaquín Caparrós dando instrucciones en un partido.
Joaquín Caparrós dando instrucciones en un partido.

Hay ocasiones en las que un periodista se ve sorprendido por el protagonista, cuando éste ve insatisfactoriamente el resultado de su charla con el redactor. Dando por hecho que no se falta a la verdad ni responsabilidad ética de dicha la entrevista, sucede que, a veces, el entrevistado no ve con buenos ojos el enfoque de la mencionada información. Una respetable opinión que el entrevistador –cuya labor se basa precisamente en destacar un hecho noticiable- se encargará o no de explicar. Este fin de semana, el capítulo vivido entre el técnico Joaquín Caparrós y el periodista del diario Marca, Enrique Ortego, refleja fielmente uno de estos accidentales episodios. Lo peor para el protagonista, en este caso Caparrós, es que él mismo se encargó de dar una publicidad infinita a un asunto que hubiera pasado casi de puntillas en la actualidad deportiva nacional. Obtuvo el efecto contrario, aunque tras el partido pidió disculpas dando carpetazo muy señorialmente al asunto.

El viernes, en una actuación que en Granada no se olvidará fácilmente, Joaquín Caparrós rompió en pedazos la portada del Marca (bueno, una fotocopia a color sólo con el recuadro de su noticia) en la que se podía leer: “Sólo pido que no nos pasen por encima”. Mientras partía la pieza, exclamó: “Solo ha faltado poner 'Solo le pido a Dios'. ¿Ustedes creen que yo puedo decir estas declaraciones? ¿De qué forma puedo yo motivar a mis futbolistas y mi afición?”. Su actuación fue respondida por el veterano periodista, insistiendo en que Joaquín lo había dicho. Al final, el técnico no lo negó y puso de excusa como un calentón provocado por el jefe de prensa del Granda… Él sólo se metió en un jardín del que salió, finalmente, este sábado por la parte, cuando cambió el discurso: "No voy a discutir lo que dije, lo que quiero en primer lugar es pedir disculpas a Marca por la forma en la que actúe el viernes en la rueda de prensa".

Como siempre, a toda declaración hay que buscarle un contexto, misión que debe realizar el propio lector, quien debe distinguir de que ésta se trataba de una conversación con un periodista, no con sus “futbolistas” y su “afición”. Si Caparrós hubiera leído esas mismas declaraciones dentro del texto, sin ir en el titular, seguramente no hubiera sufrido ningún "calentón". En lugar de pasar página o explicar el asunto con mesura –ponerlo él mismo en contexto- el técnico escenificó en la rueda de prensa una ‘obra’ pensando directamente que quien le paga, quien le anima desde la grada, y quienes forman su vestuario, no iban a entender ese titular.

0 – 4. Ese es el resultado con el que el Madrid salió de Los Cármenes. Los cuatro goles -vigesimosegunda goleada que recibe Caparrós en 29 enfrentamientos contra el Madrid- dan la razón a su titular, quizás comprensiblemente provocado por un pensamiento que tenía en el subconsciente, el mismo que pueda tener gran parte de los aficionados de equipos humildes que deben jugar ante el Campeón de Europa.

Finalmente, después de la goleada, Caparrós despachó este capítulo reconociendo su desliz: "Creí oportuno salir en defensa de mis jugadores, club y afición, pero repito que no son las formas". Aunque no pudo evitar el golpe del boomerang que él mismo lanzó, al menos logró salir indemne y hasta reforzado para quienes aprecien y valoren aquello de 'rectificar es de sabios'.

Hay ocasiones en las que un periodista se ve sorprendido por el protagonista, cuando éste ve insatisfactoriamente el resultado de su charla con el redactor. Dando por hecho que no se falta a la verdad ni responsabilidad ética de dicha la entrevista, sucede que, a veces, el entrevistado no ve con buenos ojos el enfoque de la mencionada información. Una respetable opinión que el entrevistador –cuya labor se basa precisamente en destacar un hecho noticiable- se encargará o no de explicar. Este fin de semana, el capítulo vivido entre el técnico Joaquín Caparrós y el periodista del diario Marca, Enrique Ortego, refleja fielmente uno de estos accidentales episodios. Lo peor para el protagonista, en este caso Caparrós, es que él mismo se encargó de dar una publicidad infinita a un asunto que hubiera pasado casi de puntillas en la actualidad deportiva nacional. Obtuvo el efecto contrario, aunque tras el partido pidió disculpas dando carpetazo muy señorialmente al asunto.

Prensa Joaquín Caparrós
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